El gran maestro del arte barroco Pedro Rold¨¢n y su brillante hija La Roldana reconquistan Sevilla
Una excepcional exposici¨®n en el Museo de Bellas Artes de Sevilla recrea el taller del artista y muestra por primera vez el trabajo del escultor y de su saga fuera de los retablos y hornacinas
Entre Luisa Rold¨¢n La Roldana ¨Dprimera mujer escultora de C¨¢mara en la Corte espa?ola, t¨ªtulo que recibi¨® de Carlos II¨D y su padre, Pedro Rold¨¢n, media, en pleno siglo XVII, todo un entramado familiar de hijos, yernos, sobrinos y nietos que monopoliz¨® la industria de la escultura religiosa ¨Dtambi¨¦n civil¨D en el conjunto nacional. Desde Sevilla, Pedro Rold¨¢n (1624-1699), que sobresali¨® como escultor pero domin¨® casi todo el conjunto de las artes pl¨¢sticas, encabez¨® el taller de escultura m¨¢s importante de la Andaluc¨ªa barroca, que lleg¨® a exportar piezas de alto valor a lugares tan remotos en la ¨¦poca como el Pa¨ªs Vasco o las Islas Canarias. En ¨¦l se formaron, tanto en el modelado como en la policrom¨ªa de im¨¢genes, buena parte de sus hijos (Marcelino y Pedro) e hijas (Francisca, Luisa y Mar¨ªa Josefa), algunos disc¨ªpulos que se convertir¨ªan en sus futuros yernos (Jos¨¦ Felipe Duque Cornejo, Luis Antonio de los Arcos¡), su sobrino nieto Juli¨¢n Rold¨¢n Guerrero y su nieto Pedro Duque Cornejo, entre los nombres m¨¢s destacados que han llegado a la actualidad por su alta cualificaci¨®n art¨ªstica.
Este obrador que fue a su vez un clan familiar mantuvo un nivel sostenido de calidad tan alto que a¨²n hoy se dice que una escultura es roldanesca. ¡°Adem¨¢s de ser la personalidad m¨¢s relevante del panorama escult¨®rico sevillano de la segunda mitad del siglo XVII y una de las figuras estelares de la escultura barroca espa?ola, lo roldanesco es un concepto en s¨ª mismo, un modelo que tambi¨¦n se da en Italia con Bernini, puesto que toca todos los resortes, controla el proceso completo de la obra y es de los pocos en Espa?a, junto con Alonso Cano, otro de los ejemplos punteros, del que puede decirse que fue pintor, escultor y arquitecto. Pero a¨²n m¨¢s: lo transmite a un equipo, funda el taller m¨¢s importante de la ¨¦poca y salen genios de all¨ª. Es incre¨ªble la que l¨ªa¡±, sostiene Jos¨¦ Roda, catedr¨¢tico de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla y uno de los mayores especialistas en la obra de Rold¨¢n. ?l es el comisario de la primera gran exposici¨®n nacional que se le dedica al escultor sevillano, coincidiendo con el 400 aniversario de su nacimiento, que tiene lugar en el Museo de Bellas Artes de Sevilla hasta el pr¨®ximo 10 de marzo.
Insiste Roda en destacar ¡°la enorme dimensi¨®n¡± de Rold¨¢n: ¡°No es un artista localista. Estamos ante el escultor que goz¨® de mayor prestigio y proyecci¨®n exterior que dio Sevilla en su generaci¨®n. Trabaja para las congregaciones m¨¢s elitistas de Andaluc¨ªa, pero tambi¨¦n para mercaderes y profesionales liberales, capitanes de las flotas de Indias¡¡±. Para acercarse, pues, al car¨¢cter ¨²nico de su personalidad y su producci¨®n, la exposici¨®n re¨²ne un total de 44 obras, 36 esculturas del propio Rold¨¢n y dos de su hija La Roldana, adem¨¢s de pinturas y documentos originales. La gran mayor¨ªa de las figuras y tallas ha salido por primera vez de sus emplazamientos originales para ser expuestas en un museo con motivo de esta exposici¨®n. Las esculturas de Rold¨¢n abandonan as¨ª su car¨¢cter devocional y pueden ser contempladas estos d¨ªas como obras de arte con un discurso museogr¨¢fico ¡ªa cargo del arquitecto y dise?ador Juan Su¨¢rez¡ª que muestra las figuras levantadas a pocos metros del suelo, en una l¨ªnea visual que coincide con la mirada del espectador y en un bello caos organizado en el que las esculturas se esparcen por el espacio principal del Museo de Bellas Artes (nave central de la antigua iglesia de la Merced). ¡°Puede parecer un bosque de esculturas, lo que te podr¨ªas encontrar al entrar en el obrador del artista, con las piezas a la altura de los ojos, y la posibilidad de contemplarlas en 360 grados¡±, explica Su¨¢rez. ¡°Las esculturas hasta ahora siempre han estado colocadas en hornacinas, retablos y lugares poco accesibles. Ahora podemos mirarlas por la espalda, rodearlas, comprobar c¨®mo est¨¢n construidas¡¡±.
Despu¨¦s de dos a?os de investigaci¨®n, entre las 44 obras escogidas para la exposici¨®n se encuentran esculturas procedentes de la Fundaci¨®n Casa Ducal Medinaceli, la catedral de Sevilla, numerosas parroquias y conventos de Andaluc¨ªa y el propio Museo del Prado, que aporta un Retrato de Pedro Rold¨¢n, fechado en el siglo XIX y atribuido a Ricardo Villodas y de la Torre. ¡°En el siglo XIX se produce un enorme despegue de la figura y la obra Rold¨¢n tanto en Espa?a como en el resto de Europa, unido al nacimiento de las subastas y el mercado del arte¡±, sostiene el comisario.
Asimismo, se muestran obras por primera vez incorporadas al cat¨¢logo de Pedro Rold¨¢n, como un bell¨ªsimo Nacimiento perteneciente a la Santa Escuela de Cristo, instituci¨®n de la que el artista fue uno de sus fundadores; u otras piezas ic¨®nicas policromadas por Vald¨¦s Leal, como San Jos¨¦ con el ni?o de la Catedral de Sevilla, una pieza a la vanguardia de la ¨¦poca que sirve para inaugurar ¡°un nuevo modelo iconogr¨¢fico¡±, explica Roda: ¡°Hasta ese momento s¨®lo hab¨ªamos visto la figura de San Jos¨¦ con el ni?o de la mano o sentado sobre su brazo. Es a partir de Rold¨¢n, bas¨¢ndose en modelos pict¨®ricos anteriores, cuando lo empezamos a ver representado acunando a su hijo, algo ins¨®lito hasta entonces en la escultura espa?ola¡±.
De padre a hija: La Roldana
La exposici¨®n culmina su recorrido con dos peque?as piezas de la hija del artista, Luisa Rold¨¢n La Roldana (bautizada en Sevilla en 1652 y fallecida en Madrid en 1706). Ella es el ejemplo m¨¢ximo del legado del patriarca y del valor de su magisterio y la importancia del taller que regent¨® en la ciudad, ¡°hasta crear un emporio¡±, reconoce el catedr¨¢tico. De toda su estirpe, es Luisa La Roldana su alumna m¨¢s aventajada ¨Dy as¨ª puede apreciarse en la expresividad, la cantidad de matices y el lujo por el detalle en las piezas que se exponen¨D, llegando a trascender como una artista de enorme talento que fue capaz de salir del ¨¢mbito familiar y llegar a la corte como la primera mujer escultora de un rey. ¡°Las mujeres ten¨ªan entonces vetada la formaci¨®n acad¨¦mica, ella se form¨® exclusivamente junto a su padre. Qu¨¦ dotes no tendr¨ªa y qu¨¦ nivel no habr¨ªa alcanzado ese taller para que Luisa pudiera llegar tan lejos¡±, argumenta el catedr¨¢tico. Reivindicada tambi¨¦n en estos d¨ªas, Luisa Rold¨¢n es la autora del San Miguel venciendo al demonio, obra realizada en 1692 que, tras permanecer durante a?os en El Escorial, puede contemplarse ahora en la reci¨¦n inaugurada Galer¨ªa de las Colecciones Reales de Madrid.
Con una vida absolutamente novelesca ¡ªse cas¨® en contra de la opini¨®n de su padre, se embaraz¨® m¨¢s de una docena de veces, sufri¨® la muerte prematura de muchos de sus hijos y muri¨® en la pobreza a pesar de haber trabajado en la corte¡ª, su figura es hoy un reclamo en la historia de la escultura universal. Aprovechando el regreso a la actualidad que le ha proporcionado su inclusi¨®n en la exposici¨®n de las Colecciones Reales, el profesor y divulgador sevillano Manuel Jes¨²s Rold¨¢n ha publicado la primera biograf¨ªa novelada de la artista sevillana, titulada Cara de ¨¢ngel y publicada por El Paseo Editorial.
Mientras el taller sevillano de Rold¨¢n segu¨ªa siendo una gran factor¨ªa, La Roldana aguant¨® en el Madrid oscuro del cambio de los Austrias al primer Borb¨®n (firm¨® tambi¨¦n como artista de c¨¢mara de Felipe V) y fue tan venerada por sus coet¨¢neos como olvidada en las generaciones posteriores. Sin embargo, La Roldana figura hoy en los cat¨¢logos de grandes instituciones internacionales el Museo Metropolitano y la Hispanic Society of America ¡ªambos en Nueva York¡ª, el Victoria and Albert Museum de Londres o el Paul Getty de Los ?ngeles. En todos ellos se custodian sus creaciones m¨¢s conocidas y demandadas: peque?os oratorios dom¨¦sticos, realizados en barro cocido policromado, uno de los cuales, precisamente, ha sido el elegido para cerrar la exposici¨®n de Rold¨¢n en Sevilla. Una terracota de La Virgen de la Leche que es la confirmaci¨®n de que ¡°Luisa ten¨ªa que ganarse la vida mientras esperaba grandes encargos reales, estas piececitas eran muy demandadas por las clases adineradas e hizo muchos¡±. Y aun as¨ª, la hija destacada del gran imperio Rold¨¢n muri¨® en la indigencia.
Babelia
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