Diez grandes pel¨ªculas sobre la suerte para ver en plataformas antes (o despu¨¦s) del sorteo de Navidad
Desde el dilema moral a la hora de encontrarse una cartera en ¡®Un mill¨®n en la basura¡¯ hasta los sucesos fortuitos de ¡®Match Point¡¯, pasando por la ruleta rusa de ¡®El cazador¡¯: un repaso audiovisual a c¨®mo el azar determina nuestras vidas

¡°Cada d¨ªa es un nuevo d¨ªa. Es mejor tener suerte, pero yo prefiero ser precavido. Entonces, cuando llegue la suerte, estar¨¢s preparado¡±, escribi¨® Ernest Hemingway en El viejo y el mar. La fortuna, como la inspiraci¨®n, te tiene que pillar dispuesto, porque si no lo est¨¢s, la ventura puede convertirse en la peor de las ruinas. No son pocos los agraciados con un Gordo de la loter¨ªa, con un gran premio en el casino o con una bendita jugada del azar m¨¢s cotidiano que, tras obtenerlo todo, lo han perdido poco tiempo despu¨¦s de celebrar su triunfo. Y as¨ª nos lo ha narrado el cine, con m¨²ltiples ejemplos de lo compleja que puede ser la figura.
En estos d¨ªas de sue?os alrededor de la loter¨ªa nos hemos propuesto una selecci¨®n de t¨ªtulos con la suerte como concepto, y acerca de la doble cara de la fortuna, capaz tambi¨¦n de crear el ambiguo personaje del gafe, tan indemostrable como la existencia de Dios. De la selecci¨®n, en la que se han primado las pel¨ªculas que se pueden ver en plataformas, han quedado fuera historias tan apasionantes como las comedias Navidades en julio (1940), de Preston Sturges, y Una chica afortunada (1937), de Mitchell Leisen; el drama recubierto de amor y gracia Se escap¨® la suerte (1947), de Jacques Becker, o el thriller sobre un desgraciado cenizo The Cooler (2003), de Wayne Kramer. Si tienen la suerte de encontrarlas, s¨²menlas a las diez que siguen. Pasen y jueguen. No va m¨¢s.
Bob, el jugador (1956), de Jean-Pierre Melville
¡°?Ya vas a perder otra vez?¡±, le dicen. Lo peor que le puede pasar a un jugador no es perder, que eso entra dentro de las posibilidades, sino tener fama de perdedor. Y Bob, un ladr¨®n de bancos retirado, la tiene. Tambi¨¦n posee estilo, nobleza y dignidad, pero pierde: a los caballos, al p¨®quer, a la ruleta, a los dados. Pierde incluso en el sal¨®n de su casa, donde tiene una m¨¢quina tragaperras que asimismo se rebela a su perseverancia. Sin embargo, en la mayor de las apuestas de su vida, decide atracar el casino de Deauville junto a un grupo de delincuentes. Es entonces cuando, por fin, la suerte le da un apret¨®n de manos del modo m¨¢s ir¨®nico. Melville, menos fatalista que nunca, mete su c¨¢mara en el barrio de Montmartre y, de paso, radiograf¨ªa las noches de whisky, tabaco y prostituci¨®n con el alma de un ganador que llega con aliento al amanecer. Disponible en Movistar, Filmin y Acontra+.
Un plan sencillo (1998), de Sam Raimi
Cr¨ªa cuervos, y te sacar¨¢n los ojos, cuenta el refr¨¢n espa?ol. Y en la pel¨ªcula de Raimi, el primer plano, en el primer segundo de metraje, ya es un cuervo. El p¨¢jaro de la avaricia, el pecado capital que anida en un relato de encuentro con la suerte que se revela fatal. El protagonista cuenta en off el gran sentido de su vida. Solo se necesitan tres cosas para ser feliz: una mujer a la que querer, un trabajo decente y buenos amigos y vecinos con los que encontrarse. Pero cuando dice eso a¨²n no ha hallado entre la nieve de la Am¨¦rica profunda, junto a su hermano ¡°corto de entendederas¡± y a un amigo ga?¨¢n, una avioneta siniestrada con una maleta cargada de dinero: 400.000 d¨®lares. ¡°El sue?o americano se logra, no se roba¡±. El Raimi m¨¢s cl¨¢sico, alejado de superh¨¦roes y terrores c¨®micos, compone un relato sobre la ambici¨®n y la mala buena suerte. Con mucho dinero de por medio, hasta la esposa m¨¢s honrada se puede convertir en la tataranieta de Lady Macbeth. Disponible en Movistar.
Un mill¨®n en la basura (1967), de Jos¨¦ Mar¨ªa Forqu¨¦
Una familia con tres hijos peque?os no deja de pasar fatigas pese a que el marido tiene un empleo como manguero en el servicio municipal de limpieza del ayuntamiento de Madrid. Aun as¨ª, deben 14 mensualidades del alquiler de su peque?o piso y andan al borde del desahucio. De modo que cuando el padre (interpretado con infinita gracia c¨®mica y enorme emoci¨®n dram¨¢tica por ese genio llamado Jos¨¦ Luis L¨®pez V¨¢zquez) encuentra en un contenedor de basura una cartera con un mill¨®n de pesetas, lo vislumbra como un milagro navide?o. La esposa (Julia Guti¨¦rrez Caba), con ojeras hasta los pies de tanto trabajar en casa, honrada hasta la coronilla y desesperanzada por naturaleza, quiere devolverlo: ¡°Los pobres no podemos tener tanto dinero¡±. Entre el dilema moral y los sue?os de un nuevo futuro asentado a la sencillez social (sus anhelos son tener una casa con televisi¨®n y nevera, un abrigo y poder comer carne tres veces a la semana), y la puesta en escena de ese magn¨ªfico artesano que era Jos¨¦ Mar¨ªa Forqu¨¦, Un mill¨®n en la basura se mantiene como una de las mejores pel¨ªculas del cine espa?ol de siempre; de las del grupo que no se suelen incluir entre las mejores. Disponible en Flixol¨¦.
Despertando a Ned (1998), de Kirk Jones
Suenan los festivos violines del Fisherman¡¯s Blues de los Waterboys junto a los t¨ªtulos de cr¨¦dito e irremediablemente el esp¨ªritu irland¨¦s se nos cuela desde las estampas de un precioso poblacho donde ha tocado la loter¨ªa, con bote incluido, a uno de sus habitantes. No se sabe qui¨¦n, pero tampoco es tan dif¨ªcil averiguarlo: uno de sus 52 habitantes. ¡°Debes estar en el cielo maldiciendo, Ned Devine¡±, dice uno de los dos viejos protagonistas, cuando descubre al agraciado en el sal¨®n de su casa, con la tele encendida, el billete entre los dedos y muerto de la alegr¨ªa y del susto. Siete millones de libras, nada menos. Con ramalazos de Whisky a go-g¨® y otras delicias c¨®micas de la m¨ªtica productora brit¨¢nica Ealing, la pel¨ªcula comienza con un golpe de suerte y culmina con otro a¨²n mayor, y se establece, con su apuesta por la solidaridad y el gentil ¨¢nimo de la comunidad, como la perfecta contrarr¨¦plica moral a todas las historias de avaricia en torno al dinero. Disponible en Filmin y Acontra+.
La ley del m¨¢s fuerte (1975), de Rainer Werner Fassbinder
¡°Me va a tocar la loter¨ªa y quiz¨¢s quieras compartir conmigo¡±. Cuando alguien suelta esa frase es que no tiene dinero ni para comprar el billete. Y el rudo Franz, que acaba de quedarse sin trabajo tras el cierre de la atracci¨®n de feria en la que representaba a Fox, la cabeza parlante, tiene ese presentimiento todas las semanas desde hace a?os. Es otro adicto a la loter¨ªa que, cuando su aparentemente vana corazonada se cumple por fin en forma de medio mill¨®n de marcos, empieza a sufrir la manipulaci¨®n de los de alrededor. Un cl¨¢sico de la devastaci¨®n, como la sufrida por tantos toreros, boxeadores y futbolistas arruinados por su mano suelta y su ingenuidad. Entre los ambientes homosexuales m¨¢s selectos y burgueses, Fassbinder, tambi¨¦n como actor protagonista y v¨ªctima de las fuerzas sociales, se adentra en las relaciones de poder, en el clasismo y en la depravaci¨®n. Disponible en Filmin.
Match Point (2005), de Woody Allen
Ese bal¨®n al poste en el ¨²ltimo minuto; esa bola que golpea la cinta de la red y durante unos segundos vuela, revoltosa y cambiante por el efecto, entre un lado de la pista y otro. Entre la fortuna y la desgracia, entre la vida y la muerte. ¡°Aquel que dijo que m¨¢s vale tener suerte que talento, conoc¨ªa la esencia de la vida. (¡). Asusta pensar cu¨¢ntas cosas se escapan a nuestro control¡±. Allen recurre al s¨ªmil ten¨ªstico para cavilar, con esp¨ªritu oper¨ªstico y m¨¢s violencia que nunca en su cine, acerca de los delitos y las faltas, la culpa, el arribismo social y el azar de nuestras vidas. A medio camino entre la trascendencia de Fi¨®dor Dostoievski y la amoralidad de Patricia Highsmith, el director neoyorquino nos golpea con un bolazo al cuerpo de los que duelen en cuanto se escudri?e un poco lo que podemos llegar a tener de la perfidia de su personaje protagonista. Disponible en Amazon.
El mill¨®n (1931), de Ren¨¦ Clair.
Bajo los techos de Par¨ªs, Viva la libertad, El mill¨®n. Las encantadoras comedias musicales realizadas por Ren¨¦ Clair a principios de los a?os treinta quiz¨¢ necesiten un empuj¨®n para volver a estar de moda entre la cinefilia. Como lo estuvieron durante un tiempo, y con una may¨²scula influencia en autores que hoy en d¨ªa siguen siendo populares, con el caso de Charles Chaplin como el m¨¢s se?ero. El mill¨®n, festiva, art¨ªstica y social, se aproxima a una angustiosa variante en eso de que te toque la loter¨ªa: que te toque y sepas que te ha tocado, pero que no recuerdes d¨®nde guardaste el billete. El del protagonista, un joven enamorado al que en el vecindario llama alternativamente ¡°mendigo¡±, ¡°bohemio¡±, ¡°el que no paga¡±, ¡°criminal¡± e incluso ¡°?artista!¡±, dicho esto ¨²ltimo en sentido peyorativo, est¨¢ guardado finalmente en el bolsillo de un abrigo. Pero este no acaba de aparecer, lo que lleva a un enredo en busca de la prenda empe?ada, que culmina en una magistral secuencia en un teatro con un cantante de ¨®pera vistiendo el abrigo de la suerte y el vecindario al acecho entre bambalinas. Disponible en YouTube.
El mundo sigue (1965), de Fernando Fern¨¢n G¨®mez
Otro adicto al juego. ?ste, interpretado por el propio Fern¨¢n G¨®mez, a las quinielas: un camarero bobalic¨®n y sumiso en el trabajo, aunque maltratador en casa, que carga sus penurias personales con una rotunda mujer a la que da tantas palizas como disgustos. As¨ª que cuando por fin le toca una de 14, entre el desasosiego y las fatigas de la Espa?a de los a?os sesenta, se da por millonario, con la desventura de ser una de esas quinielas con los resultados obvios y esperados en todos los partidos. Consecuencia: tienen el pleno tantos acertantes que tocan apenas a una pedrea. En El mundo sigue se suman adem¨¢s la terrible historia de dentro y la injusta intrahistoria de fuera: a Juan Antonio de Zunzunegui, autor de la novela original, magn¨ªfico escritor de mitad del siglo XX en una l¨ªnea naturalista y realista, la sociedad cultural de su tiempo le destroz¨® la carrera por una absurda fama relacionada con la suerte: la de ser gafe. Disponible en Flixol¨¦.
El cazador (1978), de Michael Cimino
Tener suerte jugando a la ruleta es una opci¨®n; tener suerte jugando a la ruleta rusa es una obligaci¨®n. Pero, ?qu¨¦ es la ventura cuando en una guerra como la de Vietnam se la juegan a cada paso? Y no solo la vida futura sino tambi¨¦n, como muestra la pel¨ªcula, el recuerdo del ayer, de la amistad, del amor y de la nobleza, de lo que esos tres amigos fueron y nunca m¨¢s ser¨¢n. La muerte, como las balas de la pistola con la que juegan a la fuerza junto a unos miembros del Vietcong en una mesa en medio del infierno, se incrusta en la cabeza para no irse nunca m¨¢s de all¨ª. Aunque se sobreviva. La fabulosa segunda pel¨ªcula de Cimino como director, marcada por la juventud de Meryl Streep y la ¨²ltima aparici¨®n de John Cazale antes de su muerte, qued¨® en las memorias por la espeluznante secuencia de la ruleta rusa, de casi un cuarto de hora de duraci¨®n, en la que Robert De Niro, Christopher Walken y John Savage debieron sufrir, adem¨¢s, las hostias reales que les daban los actores vietnamitas por orden del director. Disponible en Filmin y Flixol¨¦.
Intacto (2001), de Juan Carlos Fresnadillo
?La suerte se busca, se merece o simplemente se tiene? ?Existe el poder de robar la suerte a otros para lograr hacerse a¨²n m¨¢s poderoso, como un vampiro de la fortuna? Estupendo debut en el largo de Juan Carlos Fresnadillo, enigm¨¢tico thriller de intriga, f¨¢bula moral con un halo de irrealidad, Intacto estaba protagonizada por, entre otros, el ¨²nico superviviente de un accidente a¨¦reo, un torero que nunca sufri¨® una cogida en su carrera, y un hombre con el don de robar la suerte a los dem¨¢s, que trabaja gafando a los clientes de un casino. Todos ellos conforman una especie de club de la lucha en versi¨®n b¨²squeda del porvenir, en el que en lugar de combates a pu?etazos o partidas de p¨®quer, lo que hay son las m¨¢s ins¨®litas pruebas sobre c¨®mo demostrar la potra de cada uno. Y de fondo, una fascinante paradoja: la desgracia de tener una gran suerte en la vida. Disponible en Flixol¨¦, Movistar y Disney+.
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