Giovanni Anselmo, el artista que un¨ªa pol¨ªtica y po¨¦tica
El creador italiano, figura relevante de la segunda mitad del siglo XX, falleci¨® en Tur¨ªn a los 89 a?os
Siempre ligero de equipaje, parco en su lenguaje, sereno en su actitud, radical en su talante, reservado en su creatividad. La obra de Giovanni Anselmo (Ivrea 1934 - Turin 2023) es inequ¨ªvoca en cuanto a su resoluci¨®n compositiva y, sin embargo, desesperadamente indeterminada, ahist¨®rica, antiemotiva a la vez que ¨¦pica, continua pero fragmentada; colusi¨®n de energ¨ªa, sentimiento y condici¨®n de vida.
Anselmo, fallecido el pasado 18 de diciembre a los 89 a?os, es uno de los grandes artistas de la segunda mitad del siglo XX que supieron configurar de manera po¨¦tica los cambios fundamentales en los modos de conocer que se estaban desarrollando. Creador de un lenguaje propio, su aportaci¨®n art¨ªstica al debate contempor¨¢neo ha sido valios¨ªsima, y su voz, cr¨ªtica y aut¨¦ntica, es hoy una ausencia irreparable para un mundo en el que impera lo pol¨ªticamente correcto. Siempre ofreci¨® su disponibilidad cuando se le necesitaba, ejerciendo su espacio pol¨ªtico con criterio y naturalidad.
Adscrito por la cr¨ªtica al llamado Arte Povera, su marcada personalidad le llev¨® a ser un independiente en el modo de abordar la creaci¨®n. Con una facilidad asombrosa para el dibujo abomin¨® tempranamente de la idea de representaci¨®n centr¨¢ndose en la realidad, la presentaci¨®n directa de ella y en las situaciones de energ¨ªa manteni¨¦ndolas vivas y abiertas.
La iconograf¨ªa que Anselmo emplea deja escas¨ªsimo margen a la evocaci¨®n emotiva y se centra en la exposici¨®n cruda de objetos y materiales, que al igual que ocurre con los rect¨¢ngulos azules de color ultramar, constituyen alusiones gen¨¦ricas a cuestiones globales de la experiencia, tan esenciales como previas a la construcci¨®n de cualquier ideolog¨ªa al resaltar su evidencia material... As¨ª, las piedras con huellas de las cu?as a la vista son la naturaleza, la gravidez, la densidad, la energ¨ªa, pero tambi¨¦n son el color y la forma.
La direcci¨®n y la orientaci¨®n son categor¨ªas compositivas, elementos esenciales en su aproximaci¨®n configurativa pero, parad¨®jicamente, pocas obras hay en la actualidad tan inquietantemente desorientadoras como la suya, ya que al trabajar sobre la plasmaci¨®n f¨ªsica de la fuerza de una acci¨®n, de la energ¨ªa de una situaci¨®n o de un acontecimiento nos hace conscientes de aquello que est¨¢ pero no es evidente ni visible, aunque forma parte de la viva realidad.
A partir de ah¨ª, el resto de las caracter¨ªsticas de su obra nacen de la coherencia y de la autenticidad. Anselmo no impone su discurso, sino que altera e interviene en el preexistente desde dentro, utilizando su propia energ¨ªa potencial y sus imprevisibles desencadenamientos ca¨®ticos. Invoca, asiste, seduce e induce para que la acci¨®n colectiva se inicie en el ambiguo ¨¢mbito de la opresi¨®n y la alienaci¨®n de los discursos existentes. En ¨¦l se re¨²ne el respeto a la tradici¨®n con la radicalidad mas consecuente y, adem¨¢s, con su delicada po¨¦tica nos indica lo pr¨®ximo y alcanzable que est¨¢ lo absoluto en nuestro entorno mas cercano
Configuraba espacios a compartir, pero compartir no significa comunicar sino tan s¨®lo desencadenar una interactividad de consecuencias subjetivas imprevisibles y ese es un leitmotiv que re¨²ne a todas sus obras. Es decir, por el convencimiento de que el mundo es como es porque estamos nosotros para entenderlo, ya que en ¨¦l somos a la vez observadores y parte y, por lo tanto, somos su imagen, al mismo tiempo que ¨¦l lo es de nosotros.
Conoc¨ª a Giovanni a principios de los a?os noventa del pasado siglo, en el momento de mayor apoteosis de la reacci¨®n iniciada en la d¨¦cada de los ochenta y que invad¨ªa el panorama art¨ªstico, cuyas consecuencias han sido desastrosas.
Nuestra relaci¨®n se consolid¨® cuando, ya adentrados los noventa, me acompa?¨® en el ambicioso inicio de un proyecto cultural y con la generosidad que lo caracterizaba abri¨® el programa estable del CGAC de Santiago de Compostela con la exposici¨®n Qui e l¨¤ e verso oltremare mentre il colore solleva la pietra (Aqu¨ª y all¨ª hacia ultramar mientras el color eleva la piedra). De esta complicidad surgi¨® una gran amistad que se ha desarrollado a lo largo de los a?os y que ha dado como fruto la retrospectiva de su obra Oltre l¡¯orizzonte (M¨¢s all¨¢ del horizonte ) que se inaugurar¨¢ el pr¨®ximo mes de febrero en el Museo Guggenheim Bilbao, dejando con ella un gran legado como ejemplo de su toma de posici¨®n y su defensa comprometida.
Exigente consigo mismo como siempre, Anselmo reconoc¨ªa que la creaci¨®n art¨ªstica deja de existir como algo acotado y separado de las actividades vitales habituales. Se trata de evitar que el arte se erija como director esteticista de la vida y que, en cambio, se integre como funci¨®n vital fundamental, en el m¨¢s holderliano de los sentidos.
En efecto, ese paisaje es la vida y el mundo en su conjunto y la evoluci¨®n de todos ellos se produce a partir de peque?¨ªsimas mutaciones, que inciden continuamente sobre un entramado complej¨ªsimo de interdependencias y provocan cambios de gran envergadura dif¨ªcilmente previsibles. Podr¨ªa decirse sin temor que el arte, tal como Anselmo lo defini¨®, puede ser un generador de mutaciones po¨¦ticas tan efectivas como las aleatorias que marcan el ritmo de la naturaleza.
Con Anselmo nos convencemos de que la condici¨®n humana es, por decirlo as¨ª, condici¨®n art¨ªstica, porque los individuos no tienen m¨¢s remedio que redefinir continuamente su entorno, relativizando y cuestionando las convenciones que hayan establecido previamente. Por eso, po¨¦tica y pol¨ªtica son la misma cosa.
Babelia
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