Justin Torres, el escritor ¡®queer¡¯ que ha conquistado la cima literaria de Estados Unidos con un libro inspirado en ¡®Pedro P¨¢ramo¡¯
El autor estadounidense gan¨® recientemente el National Book Award con ¡®Blackouts¡¯, su segunda novela
La novela ganadora del National Book Award naci¨® en una caja llena de libros. Justin Torres, el autor de Blackouts, trabajaba en Modern Times, una extinta librer¨ªa de San Francisco, cuando tuvo que descargar un donativo. ¡°Parec¨ªa que eran los libros de alguien que hab¨ªa muerto recientemente. Casi todos eran novelas, pero entre estos hab¨ªa un extra?o libro de sexolog¨ªa, un texto m¨¦dico que simplemente me vol¨® la cabeza¡±, asegura Torres, quien leer¨¢ un fragmento de su obra este jueves en un evento gratuito en el Museo Hammer de Los ?ngeles. Aquel documento era Sex Variants, un estudio publicado en 1941 donde los investigadores George Henry y Jan Gay publican uno de los primeros tratados sobre la identidad queer en Estados Unidos y varios a?os antes de que vieran la luz los c¨¦lebres informes realizados por Alfred Kinsey.
El hallazgo hizo que Torres, un escritor queer de 44 a?os nacido en Nueva York, se preguntara por el curioso lector, que ten¨ªa entre sus propiedades esta investigaci¨®n a 40 hombres y 40 mujeres iniciada en 1935 y que deb¨ªa ser buscada, pues era apenas disponible para miembros de la comunidad m¨¦dica. ¡°Fue fascinante toparme con esto y conocer a la gente que voluntariamente expuso todo sobre s¨ª mismos, sus vidas sexuales, sus cuerpos. Su deseo fue cambiar la narrativa que hab¨ªa alrededor sobre lo queer, aunque algunos de ellos s¨ª quer¨ªan ser curados¡±, se?ala Torres. Sex Variants era una prueba emp¨ªrica de la historia cl¨ªnica y de criminalizaci¨®n a la que ha sido sometida parte del colectivo LGTBIQ.
As¨ª naci¨® Juan, uno de los personajes de Blackouts, que ser¨¢ publicada en Espa?a por Random House en septiembre. Es un hombre mayor que se marchita dentro de una residencia en una ciudad des¨¦rtica sin nombre. Su vida transcurre entre recuerdos, que son tra¨ªdos al presente por un narrador an¨®nimo que se ha presentado en el lugar para tratar de interrogar a Juan sobre los dos misteriosos tomos que descansan sobre un viejo radiador. Son dos vol¨²menes de Sex Variants que tienen muchas partes censuradas con tachones negros, lo que da al libro uno de los significados de su t¨ªtulo.
La prosa de Torres est¨¢ cargada con una energ¨ªa er¨®tica y una tensi¨®n sexual permanente. Esto es una postura sobre los tiempos pacatos que corren, donde el gozo sexual es un placer reprimido. ¡°Me gustar¨ªa ver m¨¢s descripciones de sexo, y sobre todo de ese sexo que no es seguro o que necesita un sello de aprobaci¨®n de los censores de lo correcto, ya sea que vengan de la izquierda o de la derecha. Espero que la pr¨®xima generaci¨®n se d¨¦ cuenta de lo raros que han sido estos tiempos y traiga de vuelta el amor libre¡±, r¨ªe el autor, quien no teme a la pol¨¦mica.
La obra ha sido premiada en Estados Unidos en un momento especialmente conservador. Aunque Torres se ha movido siempre por los liberales polos del pa¨ªs, los medios estadounidenses est¨¢n repletos de noticias sobre censura a obras literarias y de autoridades tratando de regular los cuerpos de las mujeres y de las personas trans. Torres recibi¨® su premio en una ceremonia que tuvo un gran momento pol¨ªtico. Los ganadores leyeron un mensaje conjunto sobre la Guerra entre Israel y Ham¨¢s, que ha dejado miles de v¨ªctimas inocentes dentro de la Franja de Gaza. ¡°Me pareci¨® un mensaje muy balanceado. Si hubiera dicho algo por mi parte, creo que me hubiera concentrado mucho m¨¢s en la disparidad de la violencia y me hubiera enfocado en la larga ocupaci¨®n israel¨ª. Habr¨ªa dicho algo mucho m¨¢s controvertido¡±, asegura.
El jurado del National Book Award ha destacado la ¡°complejidad est¨¦tica, multiplicidad y la belleza¡± de las im¨¢genes creadas por Torres. El autor elabora una historia que corrige el borrado que la gente queer sufri¨® por d¨¦cadas. No solo lo hace a trav¨¦s del personaje de Juan, sino de la estadounidense Jan Gay, una de las autoras del tratado y disc¨ªpula del sex¨®logo Magnus Hirschfeld en el Instituto de Investigaci¨®n Sexual de Berl¨ªn, un centro que desarroll¨® conocimiento hasta que los nazis saquearon el lugar y quemaron los libros. ¡°La investigaci¨®n inici¨® por completo gracias a Jan Gay y su activismo para tratar de replicar lo que aprendi¨® de Hirschfeld, de una sexolog¨ªa de la liberaci¨®n y de cambiar las actitudes negativas de la sociedad, pero un comit¨¦ le arrebat¨® todo y se pusieron en su contra. Ella odi¨® el resultado final a pesar de haber sido parte central¡±, dice Torres a trav¨¦s de la charla por Zoom.
Blackouts es el segundo libro de Torres y llega 12 a?os despu¨¦s de Nosotros los animales (2011). Su debut literario, una novela basada en sus recuerdos de infancia y en la t¨®xica relaci¨®n de sus padres, fue muy bien recibida por la cr¨ªtica. Tuvo tambi¨¦n una adaptaci¨®n cinematogr¨¢fica estrenada en el festival de Sundance. Signific¨® tambi¨¦n el rompimiento con un pasado lleno de agobios econ¨®micos y de empleos de poca monta. Fue el inicio de las giras por el circuito de escritores de Estados Unidos, adonde se le presentaba como una de las nuevas voces latinas m¨¢s interesantes publicando en Granta, The New Yorker, Harper¡¯s, entre otras revistas. Se acabaron los empleos en librer¨ªas. Torres pas¨® al mundo de la academia, donde se convirti¨® en becario en las universidades de Stanford y Harvard. Hoy es profesor asociado de la Universidad de California en Los ?ngeles.
El largo periodo entre los libros le permiti¨® prepararse para lo que iba a ser una muy esperada segunda novela. ¡°Creo que me tom¨¦ mucho tiempo para desarrollar un estilo de escritura y mis referencias literarias. Necesitaba expandirme¡±, afirma Torres. Entre las deudas que salda en Blackouts est¨¢n las influencias que han auxiliado a explorar su camino como escritor. Sus personajes citan a Rimbaud, a Pedro P¨¢ramo, a Jean Genet a Tennesee Williams, Anna Freud y Oscar Wilde.
El jurado ha reconocido la enorme influencia que ha tenido sobre la novela El beso de la mujer ara?a, el cl¨¢sico de 1976 del argentino Manuel Puig, donde un militante contra la dictadura y un homosexual conversan largamente dentro de una celda. Torres reconoce tambi¨¦n la gran deuda que tiene con el libro m¨¢s famoso de Juan Rulfo. ¡°Uno de los motivos por el que Pedro P¨¢ramo se ha quedado tanto tiempo conmigo es por su forma de narrar a trav¨¦s de una vi?eta polif¨®nica. La historia son voces que constantemente se est¨¢n apagando y creo que eso pone un gran ¨¦nfasis sobre la comunidad. Aunque trata de contar la historia de su padre, termina por contar una que afect¨® a muchos otros¡±, indica Torres.
En su b¨²squeda de estilo, Torres redobla la apuesta por contar una historia en fragmentos. Las vi?etas permitieron a los lectores asomarse a su infancia de una forma po¨¦tica en Nosotros los animales. Ahora le permiten colapsar el tiempo. ¡°No est¨¢s leyendo para saber qu¨¦ pasa m¨¢s adelante, sino lo que est¨¢ pasando ahora. Es una relaci¨®n muy diferente con el tiempo, pues en muchas ocasiones el pasado, el presente y el futuro est¨¢n en capas dentro de una vi?eta¡±, indica el autor. De aqu¨ª se desprende otros de los significados del libro: los recuerdos que aparecen en la memoria despu¨¦s de un tiempo en la oscuridad. ¡°Tienes un momento que te lleva a otro, pero que no est¨¢n asociados en tiempo ni cronolog¨ªa, pero es la siguiente que salta y sale a la superficie¡±, a?ade el autor. Los recuerdos que han aflorado en los dos personajes creados tienen un di¨¢logo contra el olvido.
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