El imparable auge de las sagas fant¨¢sticas en la literatura

Puede que sea, dicen, por el cambio de h¨¢bitos. Si la serie de televisi¨®n empez¨® imitando a la novela, ?por qu¨¦ no podr¨ªa ahora la novela estar imitando a la serie de televisi¨®n? Con el espectador ¨Dy por extensi¨®n, el consumidor de ficci¨®n en cualquier formato¨D acostumbrado a sumergirse en una historia durante m¨¢s de una entrega gracias a la popularizaci¨®n de las series en las plataformas de streaming, y haci¨¦ndolo encantado porque, una vez ha encontrado algo que le gusta, no tiene por qu¨¦ tomar ninguna decisi¨®n al respecto, en un mundo que exige de ¨¦l una toma de decisi¨®n constante, ?no podr¨ªa estar traslad¨¢ndose a la novela ese placer de abandonarse a una historia por entregas, con renovado inter¨¦s y un potencial p¨²blico masivo? El auge de las sagas fant¨¢sticas de muy diversa ¨ªndole y tem¨¢tica que vive el mercado editorial en Espa?a podr¨ªa explicarse ¡°sin duda¡± por algo as¨ª, en palabras de los editores Marta Rossich, de Nova, y Jan Mart¨ª y Alice Incontrada, de Blackie Books, sello este ¨²ltimo a punto de sumarse a tan imparable ola.

¡°El momento es vibrante, las sagas son las pepitas de oro del sector hoy¡±, confiesa Rossich, que tiene en sus filas al superventas Brandon Sanderson, de quien ¡°se han vendido 450.000 ejemplares solo en Espa?a¡± de su saga de m¨¢s ¨¦xito, Mistborn. Cifras a a?os luz de cualquier otro g¨¦nero en la actualidad. Y lo mejor, seg¨²n la editora, es que ¡°eso que escritores como Sanderson, Patrick Rothfuss, Joe Abercrombie o George R. R. Martin han abierto sirve para los dem¨¢s. Notas, como editora, que ha llegado el momento de China Mi¨¦ville, o de N. K. Jemisin, o de cualquier otro, porque puedes abrir hueco y colocar a cuatro m¨¢s, que el lector va a aceptarlos¡±. El hecho de que las ventas ¡°se diseminen¡± con el tiempo y ¡°crezcan¡±, porque ¡°hay lectores que empiezan, pero hay otros muchos que est¨¢n en la cuarta o la quinta entrega¡±, de alguna forma adem¨¢s ¡°engancha¡± al propio editor, dice Rossich, que ¡°sabe¡± que tarde o temprano aquello por lo que apost¨® ¡°explotar¨¢¡±. Acaba de ocurrirle con Steve Erikson y los diez vol¨²menes de la saga Malaz.

Fue la visita de Erikson a Barcelona en noviembre la que reaviv¨® las ventas. Porque el trato con el lector, ¡°un lector exigente y muy conectado, interesado en compartir aquello que le gusta y en que eso llegue a importar fuera del c¨ªrculo del g¨¦nero¡±, seg¨²n Rossich, es fundamental. Antonio Torrubia, librero de Gigamesh, m¨ªtica librer¨ªa de ciencia ficci¨®n, fantas¨ªa y terror de Barcelona, cuyo sello editorial fue el primero en publicar las cinco entregas de Juego de tronos, coincide con Rossich en la importancia del contacto con el lector y confirma el auge de Erikson, de quien ha llegado a vender 500 libros solo en su librer¨ªa. Torrubia apunta tambi¨¦n la atomizaci¨®n tem¨¢tica de la saga fant¨¢stica, con t¨ªtulos como los de la serie Barbarians, la saga er¨®tica intergal¨¢ctica de Ruby Dixon (Esencia) que triunfa en TikTok y cuya tercera entrega acaba de publicarse. Torrubia se?ala la importancia a¨²n de Harry Potter, en tanto saga ¡°que no deja de vender¡±, y la de sus primeros lectores, hoy consumidores, que asocian el placer lector a una obra por entregas.

Sellos pertenecientes a grandes grupos como Nova (Penguin Random House), Runas (Alianza) o Planeta ¡ªcon los dragones de Emp¨ªreo, de Rebeca Yarros¡ª est¨¢n en el mercado de las sagas, pero tambi¨¦n, cada vez m¨¢s, peque?as editoriales como la exquisita Ins¨®lita ¡ªque cuenta con la respetada Fonda Lee y su Legado de Jade¡ª o Gamon ¡ªque publica la serie detectivesca paranormal de Luke Arnold y la saga Reino en Llamas de la premiada Tasha Suri¡ª o Vidis ¡ªque se ha centrado en la fantas¨ªa hist¨®rica y tiene en sus filas a autoras como Claire North¡ª y Nocturna ¡ªcon Jay Kristoff al frente¡ª, apuestan por fidelizar al lector surti¨¦ndole de una entrega tras otra de una historia en marcha. ¡°En muchos casos se est¨¢ produciendo un salto del lector de culto, de g¨¦nero, al gran p¨²blico. Cuando ocurre eso es cuando las cosas cambian¡±, apunta Rossich. Que una editorial independiente y no vinculada con el g¨¦nero como Blackie Books est¨¦ a punto de sumarse al fen¨®meno Blackwater apunta en ese sentido.

Avalada por Stephen King y Mariana Enriquez, la saga Blackwater ¡ªuna ¨¦pica historia matriarcal, y lovecraftiana, ambientada en la Alabama de los a?os treinta¡ª aterrizar¨¢ en el sello que publica a Kurt Vonnegut en febrero, y de ella se publicar¨¢ una entrega cada 15 d¨ªas. ¡°En realidad, m¨¢s que una saga, lo de Blackwater es una novela por entregas¡±, se?ala Jan Mart¨ª. As¨ª, dice, la concibi¨® su autor, Michael McDowell, que pretend¨ªa dotar de un car¨¢cter l¨²dico a la propia lectura. ¡°Dos semanas pueden llegar a ser una eternidad cuando llegas a un final con la clase de cliffhangers [situaciones extremas] que crea McDowell, y eso tambi¨¦n nos fascina, c¨®mo juega con el concepto del placer lector y el deseo¡±, a?ade Alice Incontrada. Los seis vol¨²menes de la serie que, para Mart¨ª, ¡°se adelant¨® 40 a?os a HBO¡± estar¨¢n completos en abril. Publicados originalmente en 1983, los libros, de los que el a?o pasado se vendieron dos millones de ejemplares en Francia e Italia, los primeros pa¨ªses en recuperarlos, fueron especialmente dise?ados por McDowell para invocar la novela de follet¨ªn ya en su momento.

En ese sentido, McDowell se dio un papel protagonista y decisivo, como se lo da hoy Sanderson ¡ªque opta por la edici¨®n h¨ªbrida de su obra, una financiada por ¨¦l y sus lectores, y otra, inserta en el sector editorial¡ª, porque son muy conscientes de la importancia del lector y saben exactamente lo que necesita. Christopher Paolini (Los ?ngeles, 40 a?os), responsable de la archivendida saga Eragon (Roca Editorial), admite que empez¨® ¡°como fan de lo fant¨¢stico¡± y que, prematuramente, a los 15 a?os, necesit¨® pasar al otro lado y empezar a escribir su propia saga. ¡°Es algo que se da en todos los casos. Los autores de sagas fant¨¢sticas hemos sido lectores de sagas fant¨¢sticas¡±, dice. Hoy lo sigue siendo, confiesa, aunque, pese a que su vida no ha cambiado demasiado, tiene ¡°menos tiempo¡± para la lectura. No cree que el g¨¦nero fant¨¢stico tenga nada que envidiarle al realista, porque lo considera superior. ¡°Al fin y al cabo, la fantas¨ªa es la forma m¨¢s antigua de ficci¨®n¡±, dice. Una forma antigua que parece decidida a conquistar los nuevos tiempos.