Muere Norman Jewison, director de ¡®El violinista en el tejado¡¯ y ¡®Jesucristo Superstar¡¯

Norman Jewison, director canadiense de cine, muri¨® el s¨¢bado en su casa a los 97 a?os, ha confirmado este lunes su representante, Jeff Sanderson. El cineasta tuvo su primer gran ¨¦xito con En el calor de la noche, pel¨ªcula de 1967 protagonizada por Sidney Poitier y Rod Steiger que gan¨® cinco premios Oscar, entre ellos el de Mejor pel¨ªcula. Jewison observ¨®, a trav¨¦s de su vasta y ecl¨¦ctica obra ¡ªm¨¢s de 40 t¨ªtulos entre comedias, dramas y musicales desde 1952¡ª las tensiones raciales que dominan al pa¨ªs que lo acogi¨® desde sus 18 a?os. En su filmograf¨ªa hay t¨ªtulos que marcaron ¨¦poca como El violinista en el tejado (1971), Jesucristo Superstar (1973), El caso Thomas Crown (1968) o la c¨¦lebre comedia ochentera Hechizo de luna (1987), protagonizada por Cher.

Jewison inici¨® su carrera en la pantalla chica en la Canadian Broadcasting Corporation, la CBC. Dirigi¨® varios episodios para televisi¨®n en los a?os cincuenta y su solvencia le hizo que fuera invitado a trabajar en Estados Unidos, donde dirigi¨® programas y especiales de Harry Belafonte y Judy Garland, en 1962. Ese mismo a?o firm¨® su primera pel¨ªcula como director. Se trataba de Soltero en apuros, protagonizada por Tony Curtis. En aquella ¨¦poca tambi¨¦n dirigi¨® a Doris Day, Rock Hudson, Steve McQueen o Dick Van Dyke, entre otros. Jewison cont¨® entre sus mentores a Billy Wilder, William Wyler, George Stevens y Fred Zinnemann.

En una entrevista de 2011, el director cont¨® una experiencia que lo hab¨ªa marcado. Fue hacia finales de la d¨¦cada de los 40, cuando viaj¨® por el sur de EE UU aprovechando una libranza del ej¨¦rcito canadiense. En Memphis, en un caluroso d¨ªa, subi¨® a un autob¨²s e intent¨® sentarse al fondo bajo una ventana abierta. El conductor lo fren¨® y le se?al¨® un peque?o cartel que advert¨ªa que la parte trasera era exclusiva para negros. ¡°Me dio verg¨¹enza y me baj¨¦ del bus. Bajo ese sol agresivo pens¨¦ en lo que hab¨ªa vivido. Fue mi primera experiencia con los prejuicios raciales¡±, asegur¨® a la Radio Nacional P¨²blica. ¡°No pod¨ªa creer lo que vi. Era el apartheid. La gente no pod¨ªa pedir una taza de caf¨¦ o beber una coca-cola en una tienda departamental, ni beber de los bebederos p¨²blicos. Estaba en shock. Era muy inocente, un peque?o ni?o canadiense¡±, dijo a?os despu¨¦s a The New York Times.

Aquella experiencia fue una semilla que en 1967 germin¨® ante los ojos del p¨²blico con En el calor de la noche, una cinta entre el thriller y el cine denuncia, donde Sidney Poitier, un polic¨ªa negro, debe trabajar junto al racista sheriff Bill Gillespie (Rod Steiger) en un hostil pueblo del sur para resolver un asesinato. La pel¨ªcula fue un ¨¦xito de p¨²blico y de cr¨ªtica y arras¨® en los Oscar.

La relaci¨®n con el protagonista de ese filme, Sidney Poitier, no fue la ¨²nica que lo marc¨® en su trayectoria. A principios de los ochenta vio a un joven y entonces pr¨¢cticamente desconocido actor protagonizar el drama teatral Historia de un soldado, de Charles Fuller. Jewison adapt¨® la obra para la pantalla grande en 1984 e incluy¨® en la producci¨®n a ese int¨¦rprete, llamado Denzel Washington.

No fue la ¨²ltima vez que trabajaron juntos. Ambos volvieron a colaborar varios a?os despu¨¦s, en Hurac¨¢n Carter (2000), la versi¨®n cinematogr¨¢fica que Jewison rindi¨® a Rubin Carter, el boxeador que fue sentenciado en 1967 por el asesinato de tres personas en un bar de Nueva Jersey. Fue un caso emblem¨¢tico en la era de los derechos civiles y provoc¨® una serie de protestas en los a?os ochenta, que incluy¨® una canci¨®n de Bob Dylan.

¡°Norman sabe lo que quiere. Su forma de dirigir es muy simple. Cuando trabaj¨¦ con ¨¦l por primera vez yo era muy joven y no me di cuenta de lo bueno que era. Es un verdadero director de actores¡±, dijo Washington sobre ¨¦l. Hurac¨¢n Carter le vali¨® a Washington su cuarta nominaci¨®n al Oscar, pero perdi¨® frente a Kevin Spacey por American Beauty.

¡°Cada vez que una pel¨ªcula trata sobre el racismo, muchos estadounidenses se sienten inc¨®modos¡±, escribi¨® Jewison en su autobiograf¨ªa This Terrible Business Has Been Good to Me (Este terrible negocio ha sido bueno para m¨ª). En el libro admiti¨® que el racismo y la injusticia se convirtieron en sus temas m¨¢s comunes. De hecho, el cineasta particip¨® en las marchas por los derechos humanos y conoci¨® a Robert Kennedy y Martin Luther King. ¡°Hay que afrontarlo. Tenemos que lidiar con los prejuicios y la injusticia, o nunca entenderemos qu¨¦ es el bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto; Necesitamos sentir c¨®mo se siente el otro¡±.

Jewison combin¨® entretenimiento ligero con pel¨ªculas de actualidad, que mezcl¨® tambi¨¦n con un sentimiento profundamente personal. El turbulento cierre de la d¨¦cada de los sesenta hizo que se replanteara su vida en EE UU. Parec¨ªa el fin de una era. La guerra de Vietnam y los asesinatos de sus h¨¦roes pol¨ªticos evaporaron su sue?o americano, as¨ª que renunci¨® a su permiso de residencia y se mud¨® a Londres.

En Europa, donde estuvo ocho a?os, dirigi¨® la versi¨®n cinematogr¨¢fica del ¨¦xito de Broadway El violinista en el tejado, un musical que le permiti¨® resaltar el sentido del humor de pueblo jud¨ªo en Ucrania. En aquellos a?os hizo tambi¨¦n la ¨®pera rock Jesucristo Superstar y la futur¨ªstica Rollerball (1975). En 1981 fue condecorado como Oficial de la Orden de Canad¨¢.

A pesar de haber triunfado en Hollywood, Jewison puso mucha tierra entre ¨¦l y el epicentro de la industria del entretenimiento. Desde hace m¨¢s de 20 a?os se hab¨ªa mudado con su esposa Dixie a un enorme rancho a las afueras de Toronto, donde ten¨ªan unas 100 cabezas de ganado. El director hizo de esta ciudad un centro de operaciones e incluso la utiliz¨® para varias de sus pel¨ªculas tard¨ªas, como Hurac¨¢n. Aunque mantuvo una casa en Los ?ngeles, vivir en Canad¨¢ lo mantuvo al margen de las presiones de los estudios.

Las pel¨ªculas de Jewison sumaron 45 nominaciones y se llevaron 12 estatuillas. ?l sum¨® tres nominaciones al Oscar como mejor director y otras cuatro a la mejor pel¨ªcula, en calidad de productor. No gan¨® en ninguna de esas ocasiones, pero la Academia le galardon¨® en 1999 con el premio Irving Thalberg, en reconocimiento a su trayectoria.. ¡°Lo ¨²nico que realmente lamento de haber ganado este premio es que no es como el Nobel o el Pulitzer. No incluye dinero¡±, brome¨® en su discurso de agradecimiento.