¡®Ferrari¡¯: Michael Mann no recupera su antiguo arte
Algo no funciona en esta pel¨ªcula sobre Enzo Ferrari, ni en la descripci¨®n de la vida ¨ªntima de se?or tan antip¨¢tico, ni en el retrato de su siempre tensa carrera profesional
Michael Mann se dedic¨® desde sus comienzos a rodar cine de acci¨®n, ese g¨¦nero que ni los m¨¢s lerdos y los pretendidamente ilustrados se atreven ya a menospreciar. A ¨¦l dedicaron la mayor parte de su obra maestros como Hawks y Walsh. En Ladr¨®n y en Hunter (la primera aparici¨®n en el cine del brillante y turbador can¨ªbal Hannibal Lecter), Mann demostr¨® talento narrativo y un poderoso estilo visual para contar historias en las que ocurr¨ªan muchas cosas. Y despu¨¦s pari¨® tres obras maestras del cine aventuras, del cine negro, del cine de intriga. Del cine a secas. Son El ¨²ltimo mohicano, Heat y El dilema. Collateral y Enemigos p¨²blicos no alcanzaban ese nivel, pero eran muy atractivas. El cine de Mann entraba con naturalidad en la categor¨ªa de los cl¨¢sicos. El arte que demostr¨® en esas pel¨ªculas es perdurable, aunque lleva bastantes a?os haciendo cosas decepcionantes, en los que cuesta reconocer su poderosa firma.
En Ferrari, Mann se traslada a la Italia de finales de los a?os cincuenta para bucear en la atormentada existencia de un hombre que toc¨® el cielo como piloto de carreras, empresario automovil¨ªstico, director de una escuder¨ªa legendaria, competidor de la todopoderosa familia Agnelli y no s¨¦ cuantas cosas m¨¢s.
Y probablemente ese se?or pertenece a las leyendas con causa, pero el retrato que hace Mann de ¨¦l y de su universo es ¨¢spero, con escaso poder de fascinaci¨®n, intentando mostrar el volc¨¢n interno de alguien aparentemente resolutivo, perfeccionista, gestor de un gran negocio con problemas de quiebra, tan parco en gestos como en palabras (el aqu¨ª convenientemente envejecido actor Adam Driver, que interpreta a Ferrari, no exhibe ni una sonrisa en todo el metraje), sabiendo que el triunfo es fundamental para su supervivencia y obsesionado consecuentemente con ¨¦l, intentando compaginar a lo largo de mucho tiempo la relaci¨®n con su esposa, su amante y el hijo que tuvo con esta, arrastrando una pena inconsolable por la muerte del hijo que tuvo en su matrimonio.
Pero algo no funciona ni describiendo la vida ¨ªntima de se?or tan antip¨¢tico ni en el retrato de su siempre tensa carrera profesional. Como soy un completo ignorante en materia de coches, tampoco disfruto de las apasionantes carreras en las que las empresas y los pilotos se juegan tantas cosas, incluida la vida en el caso de los que compiten. Estoy distanciado durante toda la pel¨ªcula del sufriente mundo ¨ªntimo de este complejo se?or, pero los problemas y haza?as que se suceden en su mudo profesional tampoco consiguen apasionarme.
Percibes la sabidur¨ªa de Michael Mann utilizando la c¨¢mara, pero lo que narra me deja fr¨ªo. Adam Driver, actor que debe de figurar actualmente en todos los proyectos importantes del cine que se rueda actualmente en Estados Unidos, est¨¢ convenientemente maquillado para aparentar veinte a?os m¨¢s de los que tiene. Su personaje debe de tener el coraz¨®n roto y sobrevivir con permanente angustia, pero siempre le observo con distancia. Su esposa, interpretada con personalidad por Pen¨¦lope Cruz, tambi¨¦n lo pasa fatal, pero me resulta m¨¢s cercana que el adusto e introvertido Ferrari. Siempre hay que seguirle los pasos a un director tan inteligente como Michael Mann. Pero ojal¨¢ que recupere pronto su antigua magia. La espera se est¨¢ haciendo larga.
Ferrari
Dirección: Michael Mann.
Intérpretes: Adam Driver, Penélope Cruz, Shailene Woodley, Jack O'Connell, Patrick Dempsey.
Género: drama. Estados Unidos, 2023.
Duración: 130 minutos.
Estreno: 9 de febrero.
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