Pierrot Lunaire extiende su canto sin prejuicios de g¨¦nero
El contratenor Xavier Sabata se embarca en una escenificaci¨®n que puede tener tanto de aroma de cabaret como de escena de pel¨ªcula de ciencia ficci¨®n
Hace d¨ªas coment¨¢bamos el inicio del aniversario del nacimiento de Arnold Schoenberg (1874-1951) a ra¨ªz de un concierto en el Auditorio 400 de Madrid que inclu¨ªa el Tr¨ªo de cuerda op. 45. En la misma semana nos llega una segunda cita del compositor vien¨¦s, su mucho m¨¢s popular ciclo de canciones Pierrot Lunaire op. 21, que ha presentado el Teatro de la Abad¨ªa en coproducci¨®n con el Teatro Real.
Coment¨¢bamos en la citada cr¨ªtica el general rechazo secular que ha sufrido este gran creador musical, pero todo tiene su excepci¨®n y esta no es otra que este atractivo y candente ciclo de piezas semicantadas sobre la figura de Pierrot.
Podr¨ªamos inundar de ejemplos esta feliz excepci¨®n, pero me quedo con uno que resume lo que hemos cambiado en un par de d¨¦cadas. En verano de 2003, el Teatro Real acog¨ªa una representaci¨®n inolvidable de Pierrot Lunaire a cargo de Daniel Barenboim, con miembros de la Staatskapelle y con la voz de la soprano Anat Efraty, todo ello formando parte de un taller a cargo del director esc¨¦nico Peter Mussbach. Eran unas jornadas, denominadas Festivales de verano, a mayor gloria de Barenboim que promov¨ªa y financiaba la Comunidad de Madrid, a¨²n regida por Alberto Ruiz-Gallard¨®n. Era claramente un derroche, pero algunos pudimos disfrutar de unas sesiones musicales que a¨²n vibran en nuestra memoria, incluyendo la pieza de Schoenberg. Y, al hilo de este recuerdo, cae en mis manos un librito, Pierrot Lunar, que contiene los poemas originales de Albert Giraud traducidos al espa?ol por Luis Alberto de Cuenca, incluyendo como ap¨¦ndice la versi¨®n al alem¨¢n de Otto Erich Hartleben que utiliz¨® Schoenberg. En la breve introducci¨®n de esta publicaci¨®n, De Cuenca dice: ¡°Mi amigo Alberto Ruiz-Gallard¨®n es un entusiasta de la famosa obra atonal [sic] Pierrot lunaire [¡]. Recuerdo haber asistido en la Puerta del Sol, cuando ¨¦l era presidente de la Comunidad de Madrid, a una performance de esa obra que se qued¨® a vivir en mi memoria [¡]. En aquella ocasi¨®n, Alberto me anim¨® a traducir el libreto al castellano, para que pudiese cantarse en la lengua de Cervantes.¡± Aquel disparate no se consum¨®, pero la magna obra musical lleg¨® al Real en una versi¨®n antol¨®gica que se sit¨²a como referente de esta que el mismo Teatro Real patrocina con una producci¨®n que llega del Gran Teatre del Liceu de Barcelona y acaba de ser escuchada en el XV Ciclo de M¨²sica Actual de Badajoz.
Es una producci¨®n que lleva la firma y el sello del contratenor Xavier Sabata, cantante y responsable esc¨¦nico de la experiencia.
Es bien sabido que Pierrot Lunaire admite diversos grados de abstracci¨®n, a partir de su concepci¨®n vocal, el c¨¦lebre canto recitado, Sprechgesang, convertido en virtud a partir de la necesidad de amoldar la l¨ªnea de canto a las exigencias y caracter¨ªsticas de la actriz comandataria de la obra, Albertine Zehme. La obra, estrenada en 1912 lleg¨® a tiempo de influir en Alban Berg para convertir el personaje principal de su Wozzeck en soporte del mismo tipo de canto recitado. El propio Schoenberg se coron¨® en su Moses und Aron con otro formidable personaje, el propio Moses, en este complejo soporte del Sprenchgesang.
Pero Pierrot Lunaire tiene muchos m¨¢s elementos de abstracci¨®n, como lo son los inefables poemas de Giraud en la versi¨®n de Hartleben, as¨ª como un implacable recorrido de piezas breves, hasta 21, que elevan la tensi¨®n expresiva sin apenas enunciar ning¨²n argumento que no fuera la po¨¦tica violencia de esta cumbre del decadentismo expresionista al que Schoenberg a?adi¨® el picante justo de un aroma de cabaret berlin¨¦s.
Es posible que esta carga abstracta prefigure la posibilidad de incrustarle sujetos expresivos de diversa ¨ªndole. As¨ª parece nacer la propuesta de Xavier Sabata, un contratenor inquieto en lo art¨ªstico, que, adem¨¢s de cantar con solvencia su versi¨®n de la pieza, se embarca en una escenificaci¨®n que puede tener tanto de aroma de cabaret como de escena de pel¨ªcula de ciencia ficci¨®n. Pero la propuesta de Sabata, al menos en Madrid, se ampl¨ªa para incluir un pr¨®logo que narra el drama de Narciso, v¨ªa Ovidio, que quiere funcionar como contra modelo del desbarajuste mental del Pierrot de Giraud. Es una idea que tiene tanto de hallazgo como de ocurrencia y que cumple el papel de que la sesi¨®n alcance la hora de duraci¨®n. A m¨ª, al menos, no me gust¨®.
Al margen de lo que se ve en escena, Pierrot Lunaire es una partitura magistral, cinco int¨¦rpretes con m¨²sica de alta especializaci¨®n, con tres de ellos doblando su instrumento, flauta y flaut¨ªn, clarinete y clarinete bajo, viol¨ªn y viola, y la necesidad de un concertador de primer nivel; recordemos la presencia ya citada de Barenboim en ese papel. Y esa parte ha estado cubierta con brillantez m¨¢s que suficiente por un quinteto que toca estas cosas como si llevara toda la vida con ello. Y el concertador que aglutina con mano sabia este grupo es Jordi Franc¨¦s, un joven director, ya asociado al Teatro Real, que no deja de ganar enteros con cada presencia. Su versi¨®n ha sido limpia y magn¨ªficamente encajada, si acaso yo pedir¨ªa algo m¨¢s de br¨ªo en los tempi para hablar de versi¨®n de referencia, pero escucharlo es un gusto. Adem¨¢s de la versi¨®n en espa?ol de esta pieza que ped¨ªa Gallard¨®n insensatamente, nos alegramos de una excelente versi¨®n en manos espa?olas cuando los que peinamos canas hemos sufrido esperando que la m¨²sica de Schoenberg, incluso esta pieza de m¨¢xima popularidad en su producci¨®n, se normalizara en nuestras fronteras.
Ficha t¨¦cnica
Pierrot Lunaire. Música de Arnold Schoenberg. Textos de Albert Giraud y Ovidio. Dirección de escena, Xavier Sabata. Dirección musical, Jordi Francés. Pilar Constancio, flautas; Ildefonso Moreno, clarinetes; Sonia Klikiewicz, violín y viola; Natalia Margulis, violonchelo; Karina Azizova, piano. Producción: Teatro de la Abadía y Teatro Real. 22 al 25 de febrero. Teatro de a Abadía, Madrid.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.