18 novelas gr¨¢ficas para celebrar el D¨ªa del C¨®mic y el Tebeo
Recomendamos una selecci¨®n de historietas de todo tipo para disfrutar a lo largo de la jornada oficial dedicada al noveno arte
Hasta el a?o pasado, ni siquiera ten¨ªa un d¨ªa para celebrar. Ahora, le han dedicado una semana entera, con su propia p¨¢gina web. La evoluci¨®n de la jornada oficial del C¨®mic y el Tebeo, que cumple su segunda edici¨®n este domingo, sirve de resumen del momento creativo que vive la historieta, con obras de todo tipo, g¨¦nero y color, sencill¨ªsimas o tremendamente complejas, tradicionales o rompedoras. Y, tambi¨¦n, del creciente reconocimiento, que al fin est¨¢ arrinconando los prejuicios sobre la novela gr¨¢fica. Entre los eventos coordinados por el Ministerio de Cultura desde el pasado lunes, hubo un homenaje p¨®stumo al dibujante Carlos Pacheco en C¨¢diz o un ciclo de conferencias sobre comiqueras en Madrid. Pero tambi¨¦n la segunda reuni¨®n del Grupo de Trabajo sobre el sector: por m¨¢s que el talento brille, la precariedad ensombrece la cotidianeidad de casi todos los autores. A la espera de que mejoren sus condiciones laborales, se pude disfrutar de sus obras. Adem¨¢s, el cartel oficial de este a?o reivindica ¡°una lectura pausada y comprensiva¡±, seg¨²n su autor, el ¨²ltimo Premio Nacional, Borja Gonz¨¢lez. Para ello, aqu¨ª va una lista de recomendaciones.
Dispararon al pianista, de Fernando Trueba y Javier Mariscal (Salamandra Graphic). La historia de la desaparici¨®n del m¨²sico brasile?o Tenorio Cerqueira J¨²nior despu¨¦s de actuar junto con Vinicius de Moraes y Toquinho. Un c¨®mic estupendamente facturado a nivel gr¨¢fico, con una atm¨®sfera c¨¢lida y envolvente en cada vi?eta y un guion con ritmo de documental. Por Jacobo Rivero.
Lo sabes aunque no te lo he dicho, de Candela Sierra (Astiberri). No escuchamos, no nos miramos, nos olvidamos los unos a los otros, leemos en diagonal, fingimos, rehuimos el contacto, nos encerramos en el m¨®vil. Puede que cada ¨¦poca tenga sus defectos. Los nuestros, desde luego, quedan estupendamente narrados en un libro ideal para pararse a mirar en qu¨¦ nos hemos convertido. Y, a la vez, para asombrarse ante el poder del lenguaje del c¨®mic. Por Tommaso Koch.
Un pulpo en la garganta, de Zerocalcare (Reservoir Books). Una historia autobiogr¨¢fica, como todas las del italiano, que se desarrolla durante la infancia. El segundo de sus libros, que ahora se publica en nuestro pa¨ªs, ya ten¨ªa todas las caracter¨ªsticas de su obra. Una aventura con dos compa?eros de escuela, con esa mezcla de iron¨ªa, humor y amargura social tan caracter¨ªstica de su mirada. Por Jacobo Rivero.
Calavera Lunar, de Albert Monteys (Astiberri). Mucho antes de que la directora Greta Gerwig convirtiera una mu?eca en un personaje de pel¨ªcula, Albert Monteys ya hab¨ªa convertido un ayrgam boys en un superh¨¦roe de c¨®mic. El fen¨®meno no alcanz¨® las mismas proporciones b¨ªblicas que Barbie, pero Calavera Lunar se gan¨® el coraz¨®n de los friquis nacionales, gracias a una ¨¦pica cochambrosa y un ritmo fren¨¦tico que convierte cada una de sus aventuras en una delicia. Han pasado ya m¨¢s de 25 a?os de la publicaci¨®n de sus divertidas historias (los primeros trabajos en solitario de Monteys tras su glorioso paso por el colectivo La Pe?ya), y Astiberri lo celebr¨® con un recopilatorio especial que ofrece, adem¨¢s, una nueva historieta de esta descacharrante calavera gal¨¢ctica. Por Aitor Mar¨ªn.
El gran libro de Cuttlas, de Calpurnio (Reservoir Books). Un fabuloso compendio de la obra del aragon¨¦s Eduardo Pelegr¨ªn. Un librazo (m¨¢s de 700 p¨¢ginas) para tener en la mesilla, consultar en los tiempos muertos y dejarse atrapar por las historietas del vaquero Cuttlas que no han perdido actualidad y brillantez. Por Jacobo Rivero.
Gertrude Stein y la generaci¨®n perdida, de Valentina Grande y Eva Rosetti (Liana, traducci¨®n de In¨¦s Mesonero). Hubo en el siglo XX un Par¨ªs rutilante cuyo brillo a¨²n contin¨²a deslumbrando. Fue la ciudad que inspir¨® a Picasso, Braque, Matisse. El escenario donde compusieron algunos de sus escritos Hemingway, Scott Fitzgerald, Sherwood Anderson. Una galaxia del arte y la cultura que gravitaba en torno a una figura que, al contrario que sus coet¨¢neos, todos nombres para la posteridad, ha quedado desdibujada en el recuento de la historia: la escritora y mecenas estadounidense Gertrude Stein. Mujer, lesbiana y altamente compleja ¡ªa veces admirable y otras a todas luces reprobable¡ª, Stein es la protagonista de un c¨®mic titulado con su nombre y reci¨¦n publicado por Liana. Escrito por Valentina Grande y dibujado por Eva Rosetti, ambas autoras de otro t¨ªtulo en la misma editorial dedicado a las pioneras del arte feminista (Feminist Art), el libro busca resituar el nombre de Stein ensalzando sus logros sin dejar de lado sus contradicciones. Por Silvia Hernando.
Zeca Afonso. Balada do desterro, de Teresa Moure y Maria Jo?o Worm (aCentral Folque), disponible solo en portugu¨¦s. La historia del m¨ªtico m¨²sico luso inspirador de la Revoluci¨®n de los Claveles a trav¨¦s de la particular mirada de dos autoras. Una sucesi¨®n de estampas po¨¦ticas sobre su destierro en ?frica y Galicia de enorme belleza conceptual. Por Jacobo Rivero.
Biblioteca Marvel: Los cuatro fant¨¢sticos, de Jack Kirby y Stan Lee (Panini). El d¨ªa de San Valent¨ªn por fin se hizo oficial con un bonito pin-up sesentero: Los cuatro fant¨¢sticos, sus primeros superh¨¦roes, por fin iban a saltar al universo Marvel cinematogr¨¢fico, gracias a una cuarta adaptaci¨®n capitaneada por Pedro Pascal y Vanessa Kirby que estar¨¢ ambientada en unos coloristas a?os sesenta. Porque, aunque ninguna pel¨ªcula haya sabido capturarlo, este equipo no solo es pionero en lo suyo, sino que es el retrato m¨¢s colorista, grandilocuente e imaginativo que jam¨¢s se ha hecho en el tebeo. Un cient¨ªfico, su novia, su cu?ado y su mejor amigo. No son m¨¢s (ni menos) que una familia disfuncional que se enfrenta a los sucesos m¨¢s gigantescos: desde un devorador de mundos con su heraldo plateado (vigilados por un ser barbilampi?o que no puede inmiscuirse en los problemas terr¨¢queos) hasta el dictador megal¨®mano de un pa¨ªs de los Balcanes pasando por los complejos sociales de ser un hombre de piedra. La etapa de Stan Lee y Jack Kirby, ahora recopilada como naci¨®, con su correo original incluido, es para lectores ¨¢vidos de arqueolog¨ªa (atentos a los ramalazos machistas que se escapan en la ¨¦poca), pero rompe tanto los esquemas de la imaginaci¨®n, que sin ellos es imposible entender lo que vino despu¨¦s en el g¨¦nero. Son puros sesenta, y a veces su simpleza (acompa?ado de un dibujo nada simple) te da todo lo que necesitas. Por Eneko Ruiz Jim¨¦nez.
Krazy Kat, de George Herriman (La C¨²pula). Pocas obras pueden producir tanto consenso sobre su maestr¨ªa e influencia. Durante tres d¨¦cadas, el trabajo de Herriman se convirti¨® en un laboratorio de experimentaci¨®n continuada con el lenguaje del c¨®mic, que se avanzaba a su tiempo para admiraci¨®n de artistas e intelectuales, abriendo caminos todav¨ªa por explotar. Pero pocas ediciones han hecho tanta justicia a esta inmensa obra como la que publica La C¨²pula, que supura cari?o por esta creaci¨®n con una exquisita restauraci¨®n y una extraordinaria labor de traducci¨®n de Rub¨¦n Lard¨ªn, una tarea que parec¨ªa imposible. Por ?lvaro Pons.
Tibur¨®n blanco, de Genie Espinosa (Sapristi). Maude nunca conoci¨® a su padre. Pero, cuando este fallece, tiene que acudir a la isla donde resid¨ªa, para arreglar el papeleo y recoger sus cosas. As¨ª, el ¨²ltimo adi¨®s se mezcla con el primer descubrimiento: a la vez que aprende cosas sobre su progenitor, se va despidiendo de ¨¦l. Una historia sobre soledad y duelo, que aprovecha a fondo el lenguaje del c¨®mic. Por Tommaso Koch.
Alvar Mayor Vol. 01, de Carlos Trillo y Enrique Breccia (Dolmen). En estos tiempos en los que se reabre la memoria colonial y se entra al complejo terreno de si hubo etnocidio, si es necesaria una descolonizaci¨®n o no, Alvar Mayor propone una alternativa sin moralismo. Las leyendas del tebeo argentino Carlos Trillo y Enrique Breccia cuentan una historia de salvajes aventuras que no tiene nada que envidiar a Corto Malt¨¦s. Los autores se preocupan m¨¢s de retratar de manera fiel a la sociedad de la Nueva Espa?a del siglo XVIII que en tomar posturas ideol¨®gicas. Dolmen recupera en formato integral las historietas que fueron publicadas originalmente en la revista Skorpio entre 1977 y 1983. El c¨®mic se titula como el protagonista, uno de los primeros blancos nacidos en el nuevo continente que guiar¨¢ a los conquistadores y piratas en un mundo de mestizos, ind¨ªgenas, chamanes y nuevos y antiguos dioses. Por Caio Ruvenal.
M¨®nica, de Daniel Clowes (Fulgencio Pimentel). Imposible, a estas alturas, descubrir a Daniel Clowes. Hace a?os que se le considera uno de los mejores creadores de c¨®mics del mundo. Muchas de las razones est¨¢n condensadas en su ¨²ltima obra editada en Espa?a, un dec¨¢logo de complejidad, melancol¨ªa, surrealismo y misterios, a trav¨¦s de muchos g¨¦neros y a¨²n m¨¢s capas narrativas. Se mezclan sectas, duelos, b¨²squeda de or¨ªgenes y decepciones. El autor tard¨® cinco a?os en terminar la obra. Vali¨® la pena. Por Tommaso Koch.
Lois Lane: enemiga del pueblo, de Greg Rucka y Mike Perkins (ECC). Lois Lane es ese personaje al que todo el mundo reconoce, pero que en realidad pocos conocen, sobre todo ante adaptaciones recientes como la de Amy Adams. La novia de Superman es una periodista tenaz y contestataria, que no se amilana ante un se?or con capa roja y que siempre va a querer investigar hasta el fondo. Por algo nadie m¨¢s que ella podr¨ªa haber descubierto la identidad secreta de Clark Kent. En esta colecci¨®n, el experto en noir Greg Rucka, y el rasgado trazo de Mike Perkins le dan otra capa a su personalidad. Ahora es la investigadora de su propio suceso, de su propia serie. No ser¨¢ la mejor en gram¨¢tica, pero tiene todas las caracter¨ªsticas de esos idealizados periodistas del cine que pod¨ªan destapar cualquier complot internacional. Una mezcla entre Los tres d¨ªas del C¨®ndor y Marvels. Para todos esos amantes de la mitolog¨ªa del mundo de superh¨¦roes que se aburren cuando los superh¨¦roes se ponen a dar mamporrazos. Por Eneko Ruiz Jim¨¦nez.
El cuerpo de Cristo, de Bea Lema (Astiberri). La enfermedad mental ha entrado en las tem¨¢ticas habituales del c¨®mic a trav¨¦s de la medicina gr¨¢fica, pero Bea Lema ha conseguido ir un paso m¨¢s all¨¢ mostrando el impacto que tienen en el ¨¢mbito personal y familiar estos problemas, jugando de una forma original¨ªsima con el estilo para crear a trav¨¦s del bordado un v¨ªnculo org¨¢nico, que conecta el sentimiento m¨¢s ¨ªntimo con la realidad, con las emociones enfrentadas que se generan a cada paso. Por ?lvaro Pons.
Question Vol. 1 : Zen y violencia, de Denny O¡¯Neil y Denys Cowan (ECC). A los tebeos de s¨²perhereos les va mejor cuando un autor de renombre se encarga de un personaje que estaba enterrado en el olvido. Lo demostr¨® Alan Moore con La cosa del pantano, Grant Morrison con Animal Man o Denny O¡¯Neil con The Question. Este ¨²ltimo, despu¨¦s de rescatar a Batman en los setenta, revivir¨ªa al periodista Vic Sage con el mismo tono serio y, de preferencia, nocturno. La espectacularidad propia de los enmascarados se cambia por un relato que combina g¨¦nero policial, realismo social y filosof¨ªa. Es particularmente escalofriante el n¨²mero 5, Cityscape. Por Caio Ruvenal.
Los Picapiedra, de Mark Russell, Steve Pugh y Rick Leonardi (ECC). Este c¨®mic destapa uno de los secretos mejor guardados de la cultura popular. En una curiosa secuencia, descubrimos que Yabadabad¨² es una frase de autoayuda para tratar en terapia a los veteranos de las guerras del paleol¨ªtico que lidian con estr¨¦s postraum¨¢tico. Pronto, la escena se convierte en una cr¨ªtica a c¨®mo EE UU trata a sus militares. Unas p¨¢ginas despu¨¦s, veremos c¨®mo esta sociedad con dinosaurios que friegan y cortan el c¨¦sped est¨¢ lidiando con un nuevo invento que pone en peligro sus valores. P¨®ngase el casco: llega el matrimonio. En la televisi¨®n se oye: ¡°Es un ataque inmoral a nuestra forma de vida¡±. Muchas veces nos olvidamos de que la antigua serie de Los Picapiedra no era m¨¢s que un vuelco a la cl¨¢sica sitcom, el g¨¦nero que mejor ha mostrado en televisi¨®n los cambios sociales ante un p¨²blico generalista, desde la m¨¢s pura rutina familiar. Cab¨ªa desde el embarazo (que apareci¨® primero en Yo amo a Lucy) hasta el matrimonio homosexual (en Will y Grace). Su maravillosa y rompedora adaptaci¨®n al c¨®mic simplemente traslada el conflicto al siglo XXI, en un g¨¦nero con muchos menos tapujos, censuras y donde la verosimilitud est¨¢ muchos pasos por encima. Una cosa tan sencilla, y a la vez rompedora. Desde su rutina, y locura, este tebeo es uno de los m¨¢s mordaces y cr¨ªticos del panorama. Por Eneko Ruiz Jim¨¦nez.
El abismo del olvido, de Paco Roca y Rodrigo Terrasa (Astiberri). La memoria es un tema recurrente en la obra de Paco Roca, quien esta vez se ha aliado con el periodista Rodrigo Terrasa para reconstruir con detalle y emoci¨®n los trabajos de exhumaci¨®n de una fosa com¨²n de la Guerra Civil en el cementerio de Paterna (Valencia). A partir de la historia de Pepita Celda, una mujer de 81 a?os cuyo padre, fusilado por la Guardia Civil al t¨¦rmino de la contienda, yace en esa tumba sin nombre, los autores elaboran una profunda reflexi¨®n sobre la necesidad de recuperar la memoria. El trabajo gr¨¢fico y narrativo de Roca es, como de costumbre, una lecci¨®n magistral, a la que en esta ocasi¨®n se a?aden el rigor y la exhaustiva labor de investigaci¨®n de Terrasa para completar otra obra imprescindible del c¨®mic espa?ol. Por Aitor Mar¨ªn.
Limpieza en seco, de Joris Mertens (Planeta C¨®mic). Poqu¨ªsimas palabras, muchos silencios y unos dibujos prodigiosos se juntan para narrar la extra?a historia de Fran?ois. Tampoco es que haya mucho que contar: una existencia anodina, repetitiva, sin apenas chispa. El mismo trabajo decepcionante, la misma cerveza, el mismo intento fallido a la loter¨ªa. D¨ªa tras d¨ªa, mientras fuera no para de diluviar. Hasta que el hombre encuentra una bolsa. Y, quiz¨¢s, una esperanza de cambio. ?A mejor? Por Tommaso Koch.
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