De codearse con Woody Allen a pr¨®fugo de la justicia: la peripecia de Natalio Grueso, el hombre que se invent¨® el Centro Niemeyer
Auge y ca¨ªda del promotor cultural, c¨¦lebre por su agenda de famosos, en busca internacional para cumplir ocho a?os de c¨¢rcel por su gesti¨®n al frente del gran espacio de las artes de Avil¨¦s
¡°No hay nadie que sepa m¨¢s de la soledad que yo¡±. La primera frase, la ¨²nica autobiogr¨¢fica, seg¨²n su autor, Natalio Grueso, de su novela de debut, La soledad, result¨® premonitoria. Grueso, que cumple este a?o los 54, est¨¢ desaparecido, huido de la justicia. La Audiencia Provincial de Oviedo dict¨® orden internacional de detenci¨®n, el 15 de febrero, para que el exdirector general del Centro Niemeyer, en Avil¨¦s, cumpla ocho a?os de prisi¨®n. La soledad se public¨® en 2014, cuando su vida de gestor cultural se hab¨ªa precipitado a un agujero del que a¨²n no sabe si saldr¨¢, ni c¨®mo. Pas¨® en pocos a?os de codearse con amigos como Woody Allen o Kevin Spacey, de poder presumir que en la faja promocional de su libro lo alabaran el premio Nobel Mario Vargas Llosa y el superventas Paulo Coelho, a ver c¨®mo se destrozaba su prestigio profesional y su vida personal. El motivo, unas facturas no justificadas seg¨²n la sentencia cuando dirig¨ªa el Niemeyer por una cuant¨ªa de 78.819 euros, dinero que ya devolvi¨®. ?Qui¨¦n es Natalio Grueso? ?Por qu¨¦ sucedi¨® aquello?
Para intentar responder a estas cuestiones hay que dar marcha atr¨¢s hasta el momento en que Grueso, natural de Moreda, un pueblo de la cuenca minera asturiana, de extracci¨®n humilde y hablar calmo, inteligente, que hab¨ªa estudiado Derecho y opositado, adquiere experiencia y contactos trabajando en organismos internacionales (la ONU, en Nueva York, y una consultora para la UE, en Bruselas). Biling¨¹e de ingl¨¦s y ruso, y se defiende en italiano y franc¨¦s.
Un excolaborador suyo en el Niemeyer lo define como ¡°h¨¢bil negociador que consegu¨ªa lo que se propon¨ªa, sin embargo, se le pod¨ªa ver en la barra de una sidrer¨ªa leyendo el peri¨®dico, sin hacer ninguna ostentaci¨®n¡±. Su agente literaria y amiga, Palmira M¨¢rquez, lo describe como alguien ¡°brillante, generoso con quien lo necesitaba y siempre con ganas de hacer cosas a lo grande¡±. Una persona que hizo trabajos espor¨¢dicos para el Niemeyer y estuvo m¨¢s adelante entre los afectados en el concurso de acreedores, confirma su capacidad de encantamiento: ¡°Buen comunicador y con habilidad para captar la atenci¨®n de su interlocutor¡±.
Fichado por la Fundaci¨®n Pr¨ªncipe de Asturias a principios de los dos mil; en 2005, cuando se cumpl¨ªan 25 a?os de los prestigiosos galardones que concede esta instituci¨®n, se le encomienda que recorra el mundo, visitando a personalidades que hab¨ªan sido distinguidas para que colaboren en la celebraci¨®n.
En R¨ªo de Janeiro contacta con uno de los grandes arquitectos del siglo XX, el brasile?o Oscar Niemeyer, premio Pr¨ªncipe de Asturias de las Artes en 1989, quien le dice que lo suyo no son las palabras, sino los edificios, y por eso decide ceder gratuitamente el proyecto del que ser¨¢ su ¨²nica obra en Espa?a, el Centro Niemeyer. Seg¨²n Grueso, aquel instante se dibuj¨® en una servilleta, aunque una fuente que trabaj¨® con ¨¦l en esa ¨¦poca habla de que era poco m¨¢s que un garabato. ¡°A Natalio le gustaban esos golpes de efecto¡±.
El entonces presidente de Asturias, el socialista Vicente ?lvarez Areces, ¡°le encarga por su experiencia y contactos la direcci¨®n del que se espera sea icono de Asturias en el mundo, y que ha decidido que se levante en Avil¨¦s¡±, dice en una cafeter¨ªa de la ciudad asturiana Jos¨¦ Mar¨ªa Urbano, periodista que sigui¨® el caso Niemeyer. Visto el ¨¦xito del Guggenheim Bilbao, Asturias, como otras comunidades, suspiraban por tener un poderoso bander¨ªn de enganche. Avil¨¦s, la tercera ciudad asturiana (79.000 habitantes), ten¨ªa un pasado ligado a la contaminaci¨®n de la planta sider¨²rgica donde hoy se levanta, junto a la r¨ªa, el Niemeyer.
¡°Mientras se desarrollan las obras, Areces manda a Grueso por el mundo para dar a conocer el proyecto¡±, a?ade Urbano, que en aquel momento era jefe de Redacci¨®n de La Voz de Avil¨¦s-El Comercio y hoy es director de AsturiasInnova+, un proyecto de divulgaci¨®n de tecnolog¨ªa. El resultado fue una isla urbana con c¨²pulas y una torre, todo en hormig¨®n blanco y curvil¨ªneo. ¡°Conoc¨ª a Natalio en el acto de la colocaci¨®n de la primera piedra, congeni¨¦ con ¨¦l desde el principio¡±, agrega Urbano. Un excolaborador recuerda que la equipaci¨®n de la oficina se compr¨® en Ikea y que la mesa de Grueso hab¨ªa costado 90 euros.
Sin embargo, que el Niemeyer no estuviera en Oviedo despert¨® recelos en la capital asturiana. ¡°El entonces alcalde, Gabino de Lorenzo, del PP, sac¨® a la calle mesas para pedir firmas en contra de que el proyecto fuera en Avil¨¦s¡±, apunta Urbano.
Pese a esto, el Nieyemer es un ¨¦xito antes de abrir. La agenda de Grueso logra que Brad Pitt, apasionado de la arquitectura, visite las obras en verano de 2009. ?Cu¨¢nto habr¨¢ cobrado por venir?, se rumiaba en Avil¨¦s. ¡°?T¨² crees que viene por dinero? Le pagaremos el hotel y le invitaremos a cenar¡±, le dijo Grueso a Urbano. Se le pag¨® tambi¨¦n el traslado en avi¨®n privado desde Francia. Como recuerda uno de sus colaboradores: ¡°Natalio dec¨ªa que ten¨ªamos que hacer el mejor centro cultural del mundo. ?l se invent¨® el Niemeyer¡±. Antes de la apertura actuaron en Avil¨¦s Paco de Luc¨ªa, Enrique Morente, la soprano Barbara Hendricks, Kevin Spacey haciendo su Ricardo III, o Woody Allen por el preestreno de una de sus pel¨ªculas.
Por fin se inaugura en marzo de 2011. Sin embargo, solo dos meses despu¨¦s, en las elecciones auton¨®micas, se produce la victoria de Foro Asturias, partido regionalista nacido pocos meses atr¨¢s como escisi¨®n del PP, comandado por Francisco ?lvarez-Cascos, ex vicepresidente segundo del Gobierno con Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. ¡°Ah¨ª empiezan los problemas¡±, asegura Urbano, quien pudo comprobar c¨®mo en el primer acto de Cascos como presidente este ignora a Grueso. Al fin y al cabo, el director del Niemeyer hab¨ªa sido aupado por su rival pol¨ªtico, Areces. Aquel d¨ªa, Urbano apunta que Grueso le confiesa a la entonces alcaldesa, Pilar Varela, del PSOE: ¡°Vienen a por nosotros¡±.
En una reuni¨®n del Patronato del Niemeyer, formado por la administraci¨®n local y regional, empresas privadas y el propio centro, se revisan las cuentas del a?o anterior y se comprueba que ¡°hay un presupuesto importante en viajes¡± sin justificar, como se filtra a la prensa.
Las fuentes coinciden en que Grueso era efectivamente ¡°un desastre en la contabilidad¡±. ¡°Tendr¨ªa que haber dispuesto de un segundo que llevase las cuentas, pero no se meti¨® dinero del Niemeyer en el bolsillo¡±, asevera Urbano. ?lvarez-Cascos ordena devolver las subvenciones recibidas por el centro, una pu?alada mortal que justifica por unas p¨¦rdidas que seg¨²n ¨¦l son de casi dos millones. Un inciso: Cascos est¨¢ ahora a la espera de juicio en el que la Fiscal¨ªa le pide tres a?os y medio de c¨¢rcel por presunta apropiaci¨®n de fondos de Foro Asturias.
El caso Niemeyer llega al juzgado y Grueso, sin financiaci¨®n, ejecuta un Expediente de Regulaci¨®n de Empleo, los proveedores no cobran y a mediados de enero de 2012 acaba entregando las llaves a los nuevos gestores. El sue?o hab¨ªa durado 10 meses, el tiempo en que Avil¨¦s estuvo en la primera l¨ªnea mundial de las ciudades culturales. En septiembre de 2014 fue nombrado nuevo director del Niemeyer Carlos Cuadros.
Grueso reaparece de inmediato en Madrid, como fichaje estrella del Ayuntamiento del PP, con Ana Botella como alcaldesa, para llevar la programaci¨®n de los teatros municipales. En la capital hay a quien le choca ¡°su estilo de gesti¨®n cultural, basado en la espectacularidad¡±, recuerda uno de ellos. Est¨¢ casi dos a?os, hasta que su valedor, el concejal de Las Artes, cae del Gobierno municipal. Grueso se reinventa: ¡°A partir de ahora, inicio un ambicioso e ilusionante proyecto profesional dedicado a la creaci¨®n y producci¨®n art¨ªstica y literaria¡±.
Entonces se vuelca en la literatura, una de sus pasiones. Tras La soledad, publicar¨¢ una biograf¨ªa de Woody Allen, novelas, la primera biograf¨ªa autorizada del cineasta Carlos Saura... Palmira M¨¢rquez recuerda las ¡°interminables conversaciones sobre libros y pel¨ªculas con ¨¦l¡±. ¡°Luego, durante el juicio le vi sufrir lo indecible¡±.
La cuerda se hab¨ªa empezado a romper cuando no acudi¨® a la primera citaci¨®n de la Audiencia Provincial de Oviedo. Est¨¢ en Madrid y por su casa asturiana no pasa, le dice el portero a quienes lo buscan. Un amigo asegura que no le llamaron al tel¨¦fono que ten¨ªan de ¨¦l. La Audiencia concluye que hay riesgo de fuga. ¡°?Natalio, est¨¢s en busca y captura!, ?vete a Asturias!¡±, le dice por tel¨¦fono un amigo cuando ve la noticia en la prensa.
Grueso comparece al lunes siguiente y ese d¨ªa sale esposado: prisi¨®n provisional y sin fianza. Su mundo se derrumba. La Fiscal¨ªa solicita, en septiembre de 2018, 11 a?os de c¨¢rcel por ejecutar ¡°unos gastos totalmente ajenos al fin de la Fundaci¨®n y por hacer otros de dudosa vinculaci¨®n que carg¨® a la Fundaci¨®n¡±. Su entorno habla de ¡°ensa?amiento¡±. ¡°?Once a?os por 79.000 euros?¡±. ¡°Solo soy consciente de haber trabajado para poner a Avil¨¦s en el mapa de la cultura mundial¡±, dice ¨¦l.
El primer d¨ªa del juicio, Grueso sufre el viacrucis de aparecer esposado por la entrada principal de un juzgado atestado de curiosos, en vez de introducirlo por alguna puerta trasera. De all¨ª vuelve a la c¨¢rcel, donde pasar¨¢ 40 d¨ªas. ¡°Sali¨® destrozado¡±, dice Urbano. Un infierno que contar¨¢ en un libro no publicado, Gorriones de cristal, que circula entre sus ¨ªntimos, quienes describen el texto como ¡°tremendo¡±, ¡°dram¨¢tico¡± por las experiencias que cuenta de esas semanas. Mientras espera la sentencia, ingresa en un hospital. Cuando sale, confiesa a sus amigos: ¡°He estado m¨¢s all¨¢ que ac¨¢¡±.
Su entorno insiste en que ¡°se equivoc¨® en la estrategia durante el juicio¡±. Grueso proclama que todo quedar¨¢ en nada, con un punto de soberbia: ¡°?C¨®mo me van a condenar por no justificar unos gin tonics y unas cenas. Eso solo puede pasar si me toca un juez loco¡±. Cuando comienza el juicio, alguien que trabaj¨® con ¨¦l lo recuerda en una sesi¨®n en actitud desafiante, ¡°leyendo una novela¡±. ¡°Natalio, b¨²scate un buen abogado que te acusan de cosas graves¡±, le dicen sus amigos. Uno de ellos a?ade: ¡°Se comportaba como si no fuera con ¨¦l el caso y por otro lado se le ve¨ªa muy pesimista¡±. El proceso afecta a su vida personal y acaba separ¨¢ndose de su mujer.
Finalmente, Grueso es condenado, en junio de 2020, a ocho a?os de prisi¨®n: cinco por un delito continuado de malversaci¨®n de caudales p¨²blicos y tres por falsedad en documento mercantil y societario. Los magistrados consideran principalmente que viaj¨® con su esposa por Espa?a y el extranjero a costa del Niemeyer, alterando y manipulando las facturas para encubrir que ellas carec¨ªan de vinculaci¨®n laboral con el centro. Sobre esto pivot¨® el caso Niemeyer, los gastos por su esposa, que aunque realiz¨® trabajos para el Centro (int¨¦rprete, gu¨ªa...) no estaba en n¨®mina. Ocho a?os por 78.819 euros, que devuelve.
Recurre al Tribunal Supremo, que ratifica la sentencia en abril de 2023. La modificaci¨®n, pocos meses antes, del delito de malversaci¨®n en la legislaci¨®n penal no le beneficia. ¡°Incluso se present¨® un escrito m¨¦dico en el que se advert¨ªa de los riesgos para su salud si volv¨ªa a prisi¨®n¡±, explica Urbano. ¡°Hasta la Fiscal¨ªa estuvo de acuerdo, pero el juez de la Audiencia Provincial se opuso¡±, a?ade un amigo.
La ¨²ltima esperanza para Grueso fue una petici¨®n de indulto al Ministerio de Justicia el pasado mayo, firmado por personalidades de la cultura como Joan Manuel Serrat, Woody Allen, Ana Bel¨¦n, V¨ªctor Manuel, Aitana S¨¢nchez-Gij¨®n o el exministro de Trabajo Manuel Pimentel, editor de algunos de sus libros.
Sin embargo, las elecciones del pasado 23 de julio y el comp¨¢s de espera hasta que Pedro S¨¢nchez es reelegido presidente, en noviembre, dejan el asunto en barbecho. Grueso tiene que entrar en prisi¨®n y le transmite a sus allegados: ¡°Me voy. Si vuelvo a la c¨¢rcel, en 24 horas estoy listo¡±. ?D¨®nde est¨¢ hoy Grueso? Como dijo hace tiempo en otra frase premonitoria: ¡°Soy un marino que navega por el mundo un poco sin rumbo¡±.
Babelia
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