Fiebre por Goya en California: la ciudad de Pasadena compra un valioso cuadro y acoge una exposici¨®n del pintor espa?ol
El museo Huntington ha adquirido un retrato de 1807, mientras que el Norton Simon estrena una exhibici¨®n con m¨¢s de 280 grabados
Los ferrocarriles eran la vida de Henry Huntington, pero no su pasi¨®n. Due?o de la Pacific Electric Railway, a principios del siglo XX sus famosos tranv¨ªas rojos daban servicio p¨²blico al sur de California, pero ¨¦l era m¨¢s bien un amante de los libros y el arte, y les dio todo lo que ten¨ªa: su tiempo, su casa, su magn¨ªfica fortuna. Su legado fue un inmenso museo con su nombre en Pasadena, una pintoresca ciudad a media hora al norte de Los ?ngeles (t¨¦cnicamente en la vecina y diminuta San Marino), que sigue incorporando fondos con su patrimonio y el de sus donantes. Ahora ha logrado hacerse con una pieza excepcional: una pintura de Francisco de Goya de 1807. Retrato de Jos¨¦ Antonio Caballero, segundo marqu¨¦s de Caballero, secretario de Gracia y Justicia cuelga en solitario en el que fue el despacho de m¨ªster Huntington.
Tanto la adquisici¨®n, a finales de 2023, como las expectativas puestas sobre la capacidad de atracci¨®n del goya sorprenden. Aun m¨¢s si se une que otro museo de la misma ciudad, el Norton Simon, conocido por tener una de las principales colecciones privadas de arte del mundo, inaugura este viernes una exposici¨®n con 200 grabados del pintor espa?ol. La pasi¨®n por Goya es evidente en California.
El Huntington es un gigante en la regi¨®n que recibe un mill¨®n de visitantes al a?o; tiene una biblioteca con 12 millones de objetos, entre ellos una de las 12 biblias de Gutenberg originales que quedan, unos Cuentos de Canterbury del siglo XV y documentos de presidentes como Lincoln, Washington y Jefferson; una colecci¨®n de arte con 45.000 objetos, entre ellos cuadros de Turner y Constable; unos jardines de m¨¢s de 52 hect¨¢reas... y ahora un cuadro de Goya, del que no aclaran cu¨¢nto ha costado. Solo se sabe que ha sido financiado por la fundaci¨®n Ahmanson, creada a mediados del siglo XX por el rico due?o de una aseguradora. Algunos portales especializados lo estiman en al menos seis millones de d¨®lares, y consideran que es un precio bajo.
Frente a las paredes paneladas de madera sobre las que reposa el cuadro, en el Huntington explican que un goya era un anhelo de d¨¦cadas que se remonta a la tradici¨®n familiar del museo. Henry se cas¨® con Arabella Huntington, que era la esposa de su t¨ªo y que ten¨ªa un hijo de otro matrimonio anterior, un joven llamado Archer. Y precisamente Archer fue un amante de la cultura espa?ola, de su arte. ¡°Lleg¨® a hablar espa?ol, viaj¨® hasta all¨ª y se hizo amigo del rey Alfonso XIII¡±; incluso se compr¨® una casa en Valladolid donde hab¨ªa vivido Miguel de Cervantes, explica Sabina Zonno, conservadora del Huntington y encargada de la puesta al d¨ªa de la obra. Archer am¨® tanto Espa?a que quiso que sus conciudadanos apreciaran ese desconocido pa¨ªs. Tanto lo respetaba que decidi¨® no comprar obras en Espa?a porque quer¨ªa conservar lo que hab¨ªa y no importarlo, aunque no dud¨® en compr¨¢rselas a otros coleccionistas del mundo entero. Con el tiempo, fund¨® la Hispanic Society en 1904 en Nueva York. ¡°Comprar es reconectar con esa ra¨ªz¡±, reflexiona Zonno.
¡°Tenemos muchos documentos de Espa?a, mapas, documentos del imperio y del mundo hispanoparlante...¡±, explica. Poseen 80 de Caprichos de Goya y 10 de la serie Tauromaquia. Tambi¨¦n, de los a?os cuarenta y cincuenta, hay series de Los desastres de la guerra y tres Disparates: ¡°Pero no ten¨ªamos ninguna pintura¡±. Y no han parado hasta dar con este cuadro, de calidad excepcional y con Jos¨¦ Antonio Caballero como protagonista, poderoso ministro que realiz¨® una gran reforma universitaria y gestion¨® la primera gran campa?a global de vacunaci¨®n de la viruela. ¡°Es la primera de cuatro copias¡±, aclara Zonno de la obra, que viene de un coleccionista privado de Miami. ¡°Hay una segunda en Budapest, la m¨¢s parecida, del mismo 1807. Una tercera en Houston, inacabada, y parece que de su taller. Y una cuarta en Madrid, posterior a Goya, en el L¨¢zaro Galdiano¡±, pero m¨¢s peque?a y menos detallada. El pintor tambi¨¦n retrat¨® a la esposa de Caballero, Mar¨ªa Soledad Rocha y Fern¨¢ndez de la Pe?a. ?Les gustar¨ªa juntarles? ¡°Ser¨ªa extraordinario¡±, reconoce emocionada.
Los cuadros de Goya en EE UU no ser¨¢n los m¨¢s valiosos del zaragozano, pero no dejan de mostrar que el gusto por su pincel sigue llegando lejos y moviendo millones. Como explica un reconocido conservador espa?ol, la obra de Goya resulta ¡°muy extensa y muy cotizada desde hace muchos a?os¡±. En concreto, el retrato de Caballero data de los meses previos a la invasi¨®n napole¨®nica, que seg¨²n este conservador ¡ªque prefiere mantener el anonimato: su gremio es ¡°muy reticente a expresarse sobre obras concretas, porque sus palabras pueden usarse para revalorizar o devaluarla¡±¡ª supuso un ¡°desbarajuste¡± del patrimonio. ¡°Buena parte se pudo recuperar con el tiempo. Sobre todo lo m¨¢s oficial, cuadros llevados a Francia para Napole¨®n o los que se llevaba el rey Jos¨¦ I en su equipaje cuando hu¨ªa, rescatados por Wellington tras la batalla de Vitoria. Pero hubo mucha rapi?a de militares franceses, as¨ª como de marchantes que iban detr¨¢s de obras de pintores espa?oles conocidos, como Murillo, de los m¨¢s cotizados¡±, se?ala.
¡°Esas salidas, y las ventas realizadas antes de la redacci¨®n de la ley de patrimonio, explican por qu¨¦ hay obras de autores espa?oles en museos internacionales¡ Una vez ah¨ª ya tienen, por as¨ª decirlo, vida propia, y sus avatares dependen de sus due?os¡±. Ahora las leyes son mucho m¨¢s estrictas que hace 200 a?os, cuando el retrato de Goya empez¨® su viaje y sali¨® de Espa?a para, seg¨²n se cree, ir a Francia y en alg¨²n momento cruzar el charco y llegar hasta Miami, donde se expuso por ¨²ltima vez, calculan en el Huntington, hace 50 a?os.
El Norton Simon de Pasadena tambi¨¦n est¨¢ volcado con Goya. El 19 de abril se inaugura I Saw It: Francisco de Goya, Printmaker (Yo lo vi: Francisco de Goya, impresor), una exhibici¨®n con m¨¢s de 230 obras, entre ellas 80 de la serie los Caprichos, 82 de Desastres de la Guerra, 33 de La Tauromaquia y 22 Disparates, todos propiedad del museo, que en tiene obras de Zurbar¨¢n, Picasso, Degas, Van Gogh, Renoir, Monet, C¨¦zanne, Ingres, Kandinsky, Warhol... Gloria Williams Sander, la conservadora encargada del proyecto, explica que llevan ¡°a?o y medio trabajando en la exposici¨®n¡±, que estar¨¢ dispuesta en dos alas del centro.
El Norton Simon, que recibe alrededor de 160.000 visitantes al a?o, conf¨ªa en que esta exposici¨®n va a gustar ¡°a una audiencia muy amplia, incluyendo a aquellos que conocen el trabajo de Goya (artistas, impresores y coleccionistas) y a gente interesada en la historia, en particular en los temas de sus grabados, que siguen generando ruido¡±. ¡°Creo que hay algo con lo que casi todo el mundo conectar¨¢ en la muestra¡±, reflexiona Sander. Hace un siglo, Archie Huntington ya lo vio venir.
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