De Manahaht¨¢anung a Nueva York: la historia olvidada de los habitantes originarios de Manhattan
Los ind¨ªgenas que poblaban la zona antes de la llegada de los holandeses protagonizan una exposici¨®n en ?msterdam y buscan una disculpa de los Pa¨ªses Bajos por la colonizaci¨®n
Hace 400 a?os, un grupo de emigrantes llegados de los actuales Pa¨ªses Bajos se instalaron en el extremo sur de la isla de Manhattan, en Am¨¦rica del Norte. Se propon¨ªan establecerse all¨ª y fundaron Nueva ?msterdam. En 1664, los ingleses tomaron posesi¨®n del asentamiento, que creci¨® hasta convertirse en la ciudad de Nueva York. Para el pueblo lenape, los habitantes originarios, la colonizaci¨®n supuso la p¨¦rdida de sus tierras y casi su desaparici¨®n porque hoy en d¨ªa quedan solo unos 20.000 descendientes. Ahora piden unas disculpas y una compensaci¨®n al Gobierno neerland¨¦s, apoyados en una exposici¨®n del Museo de ?msterdam que ilustra una etapa colonial menos resaltada que la de Surinam (Sudam¨¦rica), el Caribe o Indonesia.
El Museo de ?msterdam y el Museo de la Ciudad de Nueva York, junto con representantes de los jefes de las cuatro Naciones lenape, han unido fuerzas para organizar la muestra, que lleva en su t¨ªtulo el nombre originario de Manhattan: ?Manahaht¨¢anung o Nueva ?msterdam? La historia ind¨ªgena detr¨¢s de Nueva York. A trav¨¦s de objetos, vestidos, documentos hist¨®ricos y v¨ªdeos testimoniales se recupera la voz de una comunidad ¡°que regresa 400 a?os despu¨¦s para entablar un di¨¢logo porque con la colonizaci¨®n perdimos la conexi¨®n con nuestra tierra y sufri¨® nuestra cultura y lengua¡±, explica Brent Stonefish, miembro de la Naci¨®n Delaware, una de las cuatro de los lenape.
Stonefish ha viajado a Pa¨ªses Bajos en busca de unas disculpas oficiales y una forma de reparaci¨®n, y apunta que ¡°las compensaciones pueden traducirse en un apoyo a la conservaci¨®n de la lengua y el desarrollo social¡±. Las otras tres ramas de su pueblo son la Naci¨®n Tribal Nanticoke Lenni-Lenape, la Naci¨®n India Ramapough Lenape y la Naci¨®n Munsee-Delaware. Los efectos de aquel proceso llegan hasta hoy y han generado, entre otros problemas, la pobreza y falta de autoestima. Las cuatro naciones lenape est¨¢n reconocidas a escala federal por el Gobierno de Estados Unidos.
La muestra es, en cierto modo, el modelo inverso de la diplomacia cultural usada por los pa¨ªses para promocionarse en el exterior. Los lenape subrayan que han resistido y que el canal muse¨ªstico facilita hablar del pasado. La diferencia, y tambi¨¦n la dificultad de este ejercicio, estriba en que hay dos protagonistas desiguales. Por un lado, el Estado neerland¨¦s, y por otro, cuatro naciones que se consideran soberanas pero carecen de una representaci¨®n en las instituciones internacionales que as¨ª lo refrende. ¡°Vamos paso a paso. Las disculpas de Pa¨ªses Bajos deber¨ªan traducirse en hechos. En poder sanar a una comunidad por las injusticias sufridas por nuestros antepasados¡±.
Los lenape viv¨ªan en la costa atl¨¢ntica, al noreste de los hoy Estados Unidos. Los hombres pescaban y cazaban y las mujeres se dedicaban a la agricultura. Sus casas, en forma de c¨²pula, estaban cubiertas de corteza de ¨¢rbol y tambi¨¦n constru¨ªan grandes estructuras de madera. En 1609, la Compa?¨ªa Neerlandesa de las Indias Orientales (VOC) encarg¨® al explorador y navegante ingl¨¦s Henry Hudson que buscara un posible paso del noreste hacia Asia. Ya hab¨ªa intentado hallar esa ruta en dos ocasiones anteriores a petici¨®n de mercaderes ingleses, as¨ª que se embarc¨® en el buque Media Luna, del que hay una r¨¦plica en la muestra. Cuando tuvo que abandonar la traves¨ªa debido a las tormentas, cambi¨® de rumbo a pesar de que hab¨ªa acordado con ?msterdam que regresar¨ªa en caso de tener problemas. Busc¨® otro paso, esta vez del noroeste, y lo que acab¨® encontrando fue el r¨ªo, la bah¨ªa y el estrecho que llevan hoy su nombre. Explor¨® adem¨¢s la costa de Nueva Jersey y fonde¨® frente a la isla de Manhattan. Tambi¨¦n cartografi¨® la regi¨®n ¨¢rtica, facilitando las expediciones polares de los siglos XVIII y XIX.
En 1624, los colonos neerlandeses, llamados por los lenape ¡°el pueblo de la sal¡± porque surgieron del oc¨¦ano, desembarcaron llevados por otra firma neerlandesa: la Compa?¨ªa de las Indias Occidentales (WIC). Deb¨ªan habitar la colonia. Era una treintena de familias protestantes de Francia y de lo que ahora es B¨¦lgica, perseguidos por sus creencias religiosas calvinistas. Con el tiempo, entre los colonos hubo otros europeos, adem¨¢s de personas esclavizadas o en r¨¦gimen de servidumbre. Un a?o despu¨¦s se construy¨® el Fuerte de ?msterdam, cerca de la isla de Manhattan, convertido m¨¢s tarde en la ciudad de Nueva ?msterdam.
En el Archivo Nacional de Pa¨ªses Bajos hay una carta, fechada el 5 de noviembre de 1626 por Pieter Schaghen, que informaba de la compra de la isla de Manhattan a los nativos. ¡°La compraron mercaderes neerlandeses por 60 florines¡±, reza la nota. Al cambio actual ser¨ªan unos 24 d¨®lares, seg¨²n fuentes del archivo, y ah¨ª surgi¨® la leyenda de que Manhattan se compr¨® a ese precio. Los lenape desconoc¨ªan el comercio de tierras, y lo que para un europeo supon¨ªa poseerlas, para la comunidad ind¨ªgena no debi¨® de ser m¨¢s que la concesi¨®n de un permiso temporal de uso. Ellos no renunciaron a vivir en su territorio ancestral, pero fueron apartados a la fuerza de su hogar.
¡°Nos masacraron. Pensar que nuestros antepasados vendieron as¨ª nuestra tierra por baratijas es una manera de decir que eran primitivos, incivilizados y poco inteligentes. Reconocer que aquello fue un error [por parte de Pa¨ªses Bajos] permitir¨ªa descansar a nuestros ancestros¡±, asegura Stonefish. Dice tambi¨¦n que si hubiera habido un acuerdo claro de venta se habr¨ªa compuesto un wampum. Es un cordel de cuentas que representa un tratado. En una de las vitrinas se han depositado dos cintas con la intenci¨®n de completarlo como s¨ªmbolo de un nuevo entendimiento.
Alrededor de Nueva ?msterdam se levant¨® un muro para mantener alejados a los nativos y tambi¨¦n a los ingleses. Con el tiempo, el muro se convirti¨® en Wall Street, y Manahaht¨¢anung en Manhattan. Parte de la senda comercial de los lenape (Wickquasgeck) pas¨® a ser Brede weg (calle ancha, en neerland¨¦s) y m¨¢s tarde Broadway, en ingl¨¦s, seg¨²n el Museo Nacional de los Indios Americanos, perteneciente al Instituto Smithsoniano.
La situaci¨®n colonial dio un vuelco en marzo de 1664 al ceder el rey Carlos II de Inglaterra las tierras a su hermano, el duque de York, en un momento en que reinaba la paz entre los dos pa¨ªses. S¨ª hab¨ªan estado en guerra antes y volver¨ªan a enfrentarse despu¨¦s. Cuando varios barcos ingleses llegaron ese mismo a?o al puerto de Nueva ?msterdam, Peter Stuyvesant, el director general de la colonia, se rindi¨® y la entreg¨®. En 1667, y en virtud del Tratado de Breda, los neerlandeses renunciaron a ella a cambio de Surinam, que estaba en manos inglesas. A partir de entonces, Nueva ?msterdam pas¨® a llamarse Nueva York.
El Museo de la Ciudad de Nueva York presentar¨¢ una exposici¨®n de seguimiento en 2025. Seg¨²n Monxo L¨®pez, uno de sus conservadores, ¡°hab¨ªa una vertiente cultural y otra pol¨ªtica porque los lenape nos dijeron que buscaban establecer relaciones diplom¨¢ticas con Pa¨ªses Bajos¡±. Aunque una parte de los lenape nunca dejaron Nueva York, el museo dio constancia de ello solo hace dos a?os.
Babelia
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