El Museo del Ej¨¦rcito franc¨¦s afronta el pasado colonial para ¡°apaciguar las memorias¡±
Las restituciones de obras a ?frica, limitadas en su n¨²mero, se complementan con planes para tratar el colonialismo ¡°sin glorificaci¨®n ni arrepentimiento¡±
Es un monumento a la gloria militar de la naci¨®n: sus tesoros, sus s¨ªmbolos, sus h¨¦roes. Tambi¨¦n un lugar insospechado en el que Francia ensaya el examen de su pasado colonial. Sus excesos y sus cr¨ªmenes: el reverso de la gloria.
En el complejo de los Inv¨¢lidos, en Par¨ªs, hay un hospital y un asilo para excombatientes, una catedral, la tumba de Napole¨®n. Y el Museo del Ej¨¦rcito, embarcado en la revisi¨®n de sus fondos para conocer su procedencia exacta y restituir los objetos que hayan llegado a Francia como resultado de saqueos o transacciones abusivas durante el colonialismo. Se trata de ¡°apaciguar las memorias¡± ¡ªlas memorias divergentes entre antiguos colonizadores y colonizados y las heridas a¨²n abiertas¡ª y de contar el pasado ¡°sin glorificaci¨®n ni arrepentimiento¡±.
Lo explica el director del museo, Henry de Medlege, un general con una nutrida carrera y experiencia en Chad, Afganist¨¢n o los Balcanes. Lo dice el responsable de un establecimiento en el que hoy el colonialismo pr¨¢cticamente parece inexistente, salvo un par exposiciones en a?os pasados y las menciones a la guerra de Argelia en las salas dedicadas al general De Gaulle. En su despacho en uno de los interminables pasillos de los Inv¨¢lidos ¡ªmezcla del ambiente de un viejo hospital y de un ministerio de la III Rep¨²blica¡ª, y acompa?ado de la directora de la conservaci¨®n, Sylvie Leluc, el general De Medlege cuenta c¨®mo todo va a cambiar. Y ya est¨¢ cambiando.
¡°No abordamos esta cuesti¨®n como algo impuesto o como una presi¨®n, sino como una oportunidad y una obligaci¨®n dentro del principio de apaciguar las memorias¡±, declara De Medlege, reticente al t¨¦rmino ¡°descolonizaci¨®n de los museos¡±. ¡°Si la palabra descolonizaci¨®n de los museos significa devolver todo lo que no es del pa¨ªs, sean cuales sean las circunstancias, hay que usar otro t¨¦rmino¡±, afirma. ¡°Descolonizar los museos ser¨ªa hacer museos nacionalistas. De acuerdo, hag¨¢moslo. Entonces yo recupero todo lo que es franc¨¦s y doy lo de otros pa¨ªses. Y acabamos con museos que cuentan la guerra pero solo con los objetos propios¡±.
Todo empieza el 28 de noviembre de 2017 en Uagadug¨², la capital de Burkina Faso, antigua colonia francesa. El presidente franc¨¦s Emmanuel Macron proclama: ¡°Quiero que dentro de cinco a?os se re¨²nan las condiciones para que haya restituciones temporales o definitivas del patrimonio africano en ?frica¡±. A?ade: ¡°El patrimonio africano no pude estar ¨²nicamente en colecciones privadas y en museos europeos¡±.
Las palabras de Macron suenan como una orden. Le seguir¨¢ el informe encargado a la historiadora francesa B¨¦n¨¦dicte Savoy y el economista senegal¨¦s Felwine Sarr. Y movilizar¨¢ a museos franceses y del resto de Europa. Desde entonces, ¡°se ha desencadenado una especie de competici¨®n entre estados como Francia, Alemania o B¨¦lgica¡±, explicaba en 2023 Savoy al semanario L¡¯Obs. ¡°?Casi parece que asistamos a los Juegos ol¨ªmpicos de la restituci¨®n! A ver qui¨¦n devuelve las obra a ?frica, y lo m¨¢s r¨¢pido posible¡±.
El trabajo es considerable. Hay que establecer c¨®mo salieron de ?frica. Y si alguien reclama su restituci¨®n. Y si esta reclamaci¨®n es leg¨ªtima.
Savoy y Sarr calcularon que en las colecciones p¨²blicas francesas hay al menos 88.000 objetos del ?frica subsahariana. De estos, cerca de 70.000 est¨¢n en el Museo del Quai Branly-Jacques Chirac, inaugurado en 2006 y dedicado a las artes y civilizaciones de ?frica, Asia, Ocean¨ªa y las Am¨¦ricas. El debate sobre las restituciones y la herencia colonial se ha centrado l¨®gicamente en este museo vecino de la Torre Eiffel. A un kil¨®metro y medio de all¨ª, en el m¨¢s modesto ¡ªy un siglo m¨¢s antiguo¡ª Museo del Ej¨¦rcito, las implicaciones son distintas, por lo que significa su car¨¢cter militar en el relato nacional.
¡°Yo tengo objetos que, por su naturaleza, son algo diferentes de los objetos de otros museos de bellas artes o del patrimonio¡±, explica el general De Medlege. ¡°El discurso de Uagadug¨², teniendo en cuenta lo que somos y el tipo de objetos que tenemos, nos obliga a ponernos en orden de marcha para ver qu¨¦ tenemos en la mesa y de d¨®nde procede.¡± Recuerda Leluc, la directora de conservaci¨®n, que en 2019 se cre¨® un cargo permanente con una especialista exclusivamente encargada de investigar la procedencia de los objetos. ¡°Lo primero que hicimos¡±, explica, ¡°fue ver qu¨¦ objetos africanos ten¨ªamos: unos 2.200. Y de estos hab¨ªa un corpus de 500 que no conoc¨ªamos menos bien, una cuarta parte cuya procedencia no estaba obligatoriamente trazada de principio a fin, hab¨ªa peque?os agujeros¡±.
Solo seis demandas
Es un trabajo de a?os, pero hasta ahora en el Museo del Ej¨¦rcito las demandas de restituci¨®n han sido contadas. La primera fue la restituci¨®n a las autoridades senegalesas del sable atribuido a El Hadj Omar, avalada en 2020 por una ley del Parlamento franc¨¦s. ¡°Se ha borrado de nuestros inventarios¡±, comenta Leluc, ¡°y ya no es propiedad del Museo del Ej¨¦rcito¡±. La segunda demanda proced¨ªa de Madagascar y se trataba de la corona del palio de la reina Ranavalona III. Se encuentra en dep¨®sito en Madagascar. Su entrega definitiva est¨¢ pendiente de la adopci¨®n de una ley que enmarque en Francia las restituciones y haga innecesario legislar para cada restituci¨®n espec¨ªfica.
Puede sorprender la escasez de demandas y restituciones. Sucede lo mismo en el Museo del Quai Branly-Jacques Chirac, que albergaba las 26 piezas saqueadas en 1892 por las tropas francesas en el palacio real de Abomey y que Francia devolvi¨® a Ben¨ªn en 2021. El impacto de la devoluci¨®n fue significativo, pero estas obras representan una parte m¨ªnima de los fondos africanos en Francia. ¡°Desde el discurso de Emmanuel Macron, solo hemos recibido seis demandas oficiales de restituci¨®n¡±, dijo Emmanuel Kasarh¨¦rou, presidente del Quai Branly hace un a?o a National Geographic. ¡°La idea de que los demandas fuesen a ser plet¨®ricas responden en parte a una fantas¨ªa¡±.
No es solo un debate sobre las restituciones. En el Museo del Ej¨¦rcito, el examen de los fondos permitir¨¢ poner en marcha, en los pr¨®ximos a?os, un ¡°recorrido¡± centrado en la etapa colonial. Bajo el concepto Colonizaci¨®n-descolonizaci¨®n: una historia compartida, y elaborado en cooperaci¨®n con historiadores y especialistas de los pa¨ªses colonizados, debe explicarse la historia com¨²n e incorporar todas las perspectivas.
¡°Porque se cuenta nuestra historia y tambi¨¦n su historia¡±, resume el general De Medlege. El objetivo es asimismo contar la historia en la que puedan reconocerse todos los franceses, incluida ¡°una juventud que procede de ultramar y las antiguas colonias, varias generaciones que necesitan saber de d¨®nde viene¡±. En este pa¨ªs en permanente alarma por la fractura entre comunidades, entender el colonialismo y sus conflictos, pasados y presentes, toca al coraz¨®n de la cohesi¨®n social y nacional.
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