La mirada turbadora a la Uni¨®n Sovi¨¦tica del fot¨®grafo ucranio Boris Savelev
La primera retrospectiva en Espa?a de un gran dominador del color muestra un centenar de inquietantes im¨¢genes de textura pict¨®rica
Personas que parecen desorientadas, que no se sabe si van o si vienen, a veces con aspecto fantasmag¨®rico tras un cristal, situadas junto a paradas de autobuses, o a la entrada del metro. Son estampas callejeras con textura pict¨®rica y tono oscuro en el que contrasta la fuerza de los rojos. Ese mundo inquietante, misterioso, es el que ha retratado durante seis d¨¦cadas el desconocido fot¨®grafo ucranio Boris Savelev, nacido en 1947 en la ciudad de Chernivtsi (¡±a¨²n viv¨ªa Stalin¡±, dice en ruso, con la pertinente traduccion). Hoy, Savelev es un refugiado instalado en Vigo, con pasaporte ruso y sin demasiadas ganas de hablar de la guerra en su pa¨ªs. Est¨¢ en Madrid para presentar su primera retrospectiva en Espa?a, un centenar de im¨¢genes que pueden verse, gratuitamente, hasta el 14 de julio en el Espacio Cultural Serrer¨ªa Belga, dependiente del Ayuntamiento de la capital.
Cabeza rapada, perilla blanca, Savelev, de formaci¨®n cient¨ªfico de astron¨¢utica, sonr¨ªe, es c¨¢lido con el interlocutor y tras la presentaci¨®n a la prensa el lunes habla de su obra con una cerveza (sin alcohol) en la mano. Lleva dos a?os en Espa?a, primero estuvo en Madrid (¡±me fui de aqu¨ª porque hace mucho calor¡±) y ahora reside en Vigo. Aunque habla poco espa?ol, la palabra ¡°albari?o¡± la pronuncia perfectamente. Le gusta el clima gallego y est¨¢ trabajando en una serie que se llama Diario de Galicia, de la que hay un par de im¨¢genes en la exposici¨®n, titulada Viewfinder. Una forma de mirar, incluida en la seccion oficial del festival PHotoEspa?a. El certamen, adem¨¢s, le ha concedido en esta 27? edici¨®n el premio que entrega cada a?o a un fot¨®grafo en reconocimiento a su trayectoria.
El comisario de la muestra, su amigo Adam Lowe, con el que trabaja desde 1995, compara las im¨¢genes de Savelev con los ¨®leos de Edward Hopper, quiz¨¢s porque las personas que vemos transmiten esa sensaci¨®n desasosegante, en im¨¢genes tituladas Holograma al cielo, Ma?ana nublada o Mampara rota.
Savelev comenz¨® en el oficio en 1976, cuando se uni¨® a uno de los clubes fotogr¨¢ficos de Mosc¨² que quer¨ªan diferenciarse de la propaganda oficial. Este ¡°heredero del constructivismo ruso¡±, a?ade Lowe, ¡°de im¨¢genes melanc¨®licas¡± fue el primer fot¨®grafo no oficial residente en la URSS que vio publicada una obra suya en Occidente, Secret City (1988), en Londres. Un libro sobre la sociedad sovi¨¦tica durante la perestroika (el proceso de apertura iniciado por el mandatario Mija¨ªl Gorbachov). A todo esto, Savelev responde: ¡°Yo no busco nada especial en mis im¨¢genes, lo que siento, lo fotograf¨ªo, no planifico ninguna narrativa ni encuadre en particular¡±.
¡°En 2010 me compr¨¦ una casa en mi ciudad natal¡±, apunta sobre Chernivtsi, llamada ¡°la peque?a Viena¡±, junto a la frontera con Rumania. Chernivtsi es un multicultural cruce de caminos. Perteneci¨® al imperio austroh¨²ngaro hasta el final de la I Guerra Mundial, luego fue parte de Rumania y en 1944 pas¨® a la Uni¨®n Sovi¨¦tica, hasta la independencia de Ucrania, en 1991. ¡°Me di cuenta de que en Rusia ya nadie me necesitaba¡±, se?ala con iron¨ªa para referirse a ¡°la situaci¨®n pol¨ªtica, que iba a peor, no pod¨ªa seguir en Mosc¨²¡±, donde hab¨ªa vivido medio siglo.
¡°En mi ciudad pod¨ªa estar m¨¢s tranquilo¡±, donde se fue a vivir en 2014, tras la guerra de Crimea (la anexi¨®n unilateral y por las bravas de esa pen¨ªnsula por parte de la Rusia de Vlad¨ªmir Putin). La siguiente invasi¨®n ordenada por Putin, la de Ucrania (a finales de febrero de 2022), le oblig¨® a marcharse junto a su esposa, Natalia, due?a de una galer¨ªa de arte en la que expon¨ªa en Chernivtsi. Fue Lowe, director de Factum Arte (empresa que produce obras de arte contempor¨¢neo, ubicada en Madrid), quien le anim¨® a venir a Espa?a.
Sus fotograf¨ªas nacen de un complicado sistema de impresi¨®n. ¡°Hace 30 a?os los sistemas habituales de impresi¨®n no me convenc¨ªan, as¨ª que empec¨¦ a probar t¨¦cnicas alternativas. El que uso en Factum Arte es largo y complejo, pero creo que por fin he llegado a conseguir las mejores posibilidades¡±. La imagen se imprime en m¨²ltiples capas sobre un soporte de aluminio que tiene una base de gesso (una sustancia blanca como la que se aplica en la pintura para preparar el lienzo). El resultado es que la fotograf¨ªa parece tener un ligero relieve y hace que los objetos se solapen.
Savelev trabaj¨® para agencias y medios rusos y aunque casi la totalidad de las fotos mostradas en la Serrer¨ªa Belga son de lugares y personas en ciudades como Mosc¨², San Petersburgo, Chernivtsi, Londres, Madrid o Vigo, la fotograf¨ªa callejera es solo parte de su obra, en la que tambi¨¦n hay interiores y retratos. Hoy hay obra suya en el MoMA neoyorquino, el Art Institute de Chicago o el Museo de Bellas Artes de Nuevo M¨¦xico, de Santa Fe.
Preguntado por la situaci¨®n en su pa¨ªs, precisamente el d¨ªa en que el presidente ucranio, Volod¨ªmir Zelenski, ha visitado Espa?a y se ha reunido con el rey, Felipe VI, y con el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, Savelev cuenta que los dos hijos de su esposa viven en Kiev, pero no entra en detalles. ¡°Vamos a ver qu¨¦ nos depara el futuro, por supuesto no tengo intenci¨®n de volver a Mosc¨² mientras sigan as¨ª las cosas, pero tampoco a Ucrania¡±. A continuaci¨®n recita algunos de los mandatarios de la extinta URSS bajo los que ha vivido, como si fueran los libros del Antiguo Testamento: Jruschov, Br¨¦zhnev, Andropov, Chernenko, Gorbachov... ¡°Con Putin y con Zelenski no quiero nada. Lo importante es que tengo buena salud y que estamos aqu¨ª, en Espa?a¡±.
Entonces, ?hay algo que eche de menos de Ucrania? ¡°Nothing!¡± (nada), exclama en una de sus pocas frases en ingl¨¦s durante la entrevista. Y para concluir, cita a un fot¨®grafo que fue amigo suyo, el estadounidense Saul Leiter, ¡°que dec¨ªa que no ten¨ªa ninguna filosof¨ªa como fot¨®grafo, que solo necesitaba la c¨¢mara¡±. ¡°Yo necesito una c¨¢mara y hacer fotos. Nada m¨¢s¡±.
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