La orquesta del Teatro Real cuelga el cartel de no hay billetes en su tercera visita a Nueva York
El plan de expansi¨®n internacional del coliseo l¨ªrico espa?ol da un paso m¨¢s con un concierto en el Carnegie Hall, con un programa doble de Vivaldi y Piazzolla
La tercera visita de la orquesta del Teatro Real a Nueva York, con un concierto este mi¨¦rcoles en el Carnegie Hall titulado Las ocho estaciones de Vivaldi y Piazzolla, corrobora el avance del plan estrat¨¦gico de internacionalizaci¨®n del coliseo l¨ªrico espa?ol, que arranc¨® en septiembre de 2022 con su debut en este mismo auditorio. China, Canad¨¢ ¡ªuna grata sorpresa en t¨¦rminos de audiencia, seg¨²n los responsables de la instituci¨®n¡ª y EE UU, entre otros pa¨ªses, forman ya parte de la expansi¨®n internacional, que en el caso de EE UU ha dado un paso m¨¢s con la creaci¨®n de la primera comunidad de amigos del Teatro Real fuera de Espa?a, los American Fellows, con unos 300 miembros, en su mayor¨ªa expatriados espa?oles. La visita del Real a la Gran Manzana incluy¨® tambi¨¦n sendos cuartetos de cuerda en The University Club y en la sede de la Americas Society.
A diferencia de otras instituciones internacionales que intentaron penetrar en EE UU, explicaba este mi¨¦rcoles en un desayuno con la prensa Ignacio Garc¨ªa-Belenguer, director general del Real, y que vieron frustradas sus expectativas, ¡°el Teatro Real lo hizo con bajas expectativas, pero aspirando a tener una presencia estable, continuada; que el concierto sea la cita anual de la cultura espa?ola¡± en la Gran Manzana. Los datos de taquilla del concierto de hoy en el Carnegie le dan la raz¨®n: todo vendido, en un aforo de 600 butacas.
El programa del concierto, bajo la direcci¨®n art¨ªstica de la violinista Leticia Moreno, que es tambi¨¦n la solista principal, es una apuesta doble: el di¨¢logo entre el barroco Vivaldi y el contempor¨¢neo Piazzolla; un cara a cara de ¨¦pocas, continentes e interpretaciones del ciclo natural de la vida; ¡°m¨¢s hacia afuera en el caso de Vivaldi, y con una invitaci¨®n a profundizar por parte de Piazzolla, explorando los l¨ªmites del sonido¡±, explicaba Moreno horas antes del concierto. Un di¨¢logo entre el barroco y el tango y el jazz, con un arreglo que juega con la inversi¨®n clim¨¢tica entre hemisferios insertando fragmentos de la c¨¦lebre composici¨®n de Vivaldi en las Porte?as de Piazzolla. Moreno es tambi¨¦n un espejo de la oferta musical, como representante de dos mundos: hija de peruano y espa?ola.
La orquesta que ha viajado este a?o a Nueva York tiene un formato medio ¡ªuna veintena de m¨²sicos¡ª porque la ¡°densa programaci¨®n¡± del Real, en palabras de su director art¨ªstico, Joan Matabosch, hace dif¨ªcil encontrar fechas libres. Como en las dos ocasiones anteriores, es una oportunidad para que m¨²sicos habitualmente confinados al foso toquen bajo los focos: ¡°Yo estar¨¦ muy ocupada como solista, pero a diferencia de otros repertorios, en los que no hay ocasi¨®n de lucimiento, los otros m¨²sicos [de Las ocho estaciones de Vivaldi y Piazzolla] alternar¨¢n el rol del liderazgo conmigo durante el concierto¡±, explicaba la directora musical. Musicalmente, la propuesta del Real en el Carnegie ¡°es tambi¨¦n un camino de b¨²squeda, siguiendo las indicaciones del arreglista de Vivaldi en la partitura sobre los sonidos de la naturaleza y, en el caso de Piazzolla, explorando el mundo sonoro del tango, que tiene otras reglas de gravedad y donde el verdadero solista es el contrabajo¡±.
La orquesta del Real vuelve a salir pues de su zona de confort, ¡°para una orquesta que hace mucha ¨®pera, es muy estimulante hacer conciertos sinf¨®nicos, y asumir responsabilidades que no tiene cuando est¨¢ en el foso. Son dos actividades complementarias¡±, subrayaba Matabosch. Sobre la continuidad que el proyecto internacional del Real ha logrado en EE UU, los responsables de la instituci¨®n, el primer teatro mundial que abri¨® en la pandemia, subrayan que el ¨¦xito de su desembarco en EE UU, como punta de lanza del plan internacional, se debe a ¡°venir en el momento adecuado, y siempre con una oferta distintiva, bien con un solista muy relevante o la partitura original de El amor brujo de Manuel de Falla, con una cantaora [Esperanza Fern¨¢ndez, en el segundo concierto del Real en Nueva York, en octubre pasado], bien con piezas y autores que no sean tan habituales¡±, explica el director art¨ªstico. Ofrecer un repertorio habitual en una ciudad que cuenta con otro templo de la ¨®pera, ¡°una Adriana Lecouvreur, por ejemplo, no tendr¨ªa sentido¡±.
Desde que arranc¨® el plan de internacionalizaci¨®n del Real, se han ofrecido m¨¢s de 200 actuaciones de un programa paralelo, Authentic Flamenco, en las ciudades m¨¢s importantes de EE UU. ¡°Si la excelencia la pone la cl¨¢sica, la apuesta por el flamenco es otra estrategia, m¨¢s sencilla, con un menor coste ¡ªnada que ver con trasladar el montaje de una ¨®pera¡ª y alto impacto. El hecho de que el a?o pasado vendi¨¦ramos 135.000 entradas [para los espect¨¢culos flamencos] demuestra el ¨¦xito: la marca Teatro Real empodera a los flamencos, y estos le dan otra dimensi¨®n¡±, explic¨® por su parte Borja Ezcurra, director general adjunto del Real y responsable de Authentic Flamenco.
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