La nueva censura digital de Meta ataca el arte del Leopold Museum de Viena
El centro denuncia la persecuci¨®n y el bloqueo en Instagram y Facebook de las obras de artistas consagrados como Egon Schiele y Christian Schad que retratan la homosexualidad y el desnudo femenino
La campa?a de 2021 de los museos de Viena contra la censura de obras de arte en redes sociales fue c¨®mica y con un marchamo de elegante sutileza: abrieron una cuenta en OnlyFans, la plataforma de pago que monetiza el contenido er¨®tico expl¨ªcito. Ese a?o un v¨ªdeo corto con la pintura de 1914 Liebespaar, de Kolomon Moser, realizado para conmemorar el vig¨¦simo aniversario de la fundaci¨®n del Leopold Museum, fue rechazado por Facebook e Instagram como ¡°potencialmente pornogr¨¢fico¡±. Tres a?os despu¨¦s, la ¨²ltima campa?a del Leopold Museum contra Meta, matriz de Instagram y Facebook, es contundente, obvia la fineza y se lanza al cuello de la mojigater¨ªa. ¡°?Crees que esta obra de arte deber¨ªa ser censurada?¡±, pregunta el museo junto a im¨¢genes de obras de Egon Schiele y Christian Schad. Y responde: ¡°?Meta s¨ª!¡±.
La obra Liebespaar, el abrazo luminoso de unos amantes semidesnudos, tiene incluso su propio sello postal conmemorativo. La presencia de Schiele en las calles de Viena es ya casi tan poderosa como la de Klimt. Y Schad es uno de los protagonistas indiscutidos de Esplendor y Miseria, la ¨²ltima exposici¨®n del Leopold Museum consagrada a la Nueva Objetividad en Alemania, el movimiento est¨¦tico de entreguerras que el ascenso del nazismo llev¨® a la hoguera.
El museo aprovecha sus propias cuentas en la plataforma digital de Meta para lanzar su cruzada contra la censura. ¡°Nuestras im¨¢genes reciben repetidas denuncias por contenido sexual expl¨ªcito¡±, dice la responsable de redes sociales del museo, Pia Semorad. Y explica en detalle qu¨¦ sucede a continuaci¨®n: ¡°La mayor¨ªa de las veces se denuncian obras de arte con desnudos femeninos y contenido homosexual, no con desnudos masculinos, y se someten a un periodo de revisi¨®n de unas 24 horas. En el proceso las im¨¢genes se ¡®bloquean¡¯ temporalmente. No se distribuyen a los no seguidores ni se muestran en la p¨¢gina de exploraci¨®n. Adem¨¢s, nuestra cuenta se muestra m¨¢s abajo en el feed (el canal) a los seguidores. En las grandes reclamaciones nuestra cuenta queda restringida: su contenido no se muestra a los usuarios que no est¨¦n familiarizados con ella y la cuenta no se puede encontrar escribiendo nuestro nombre en la barra de b¨²squeda. Hemos comprobado que las revisiones se pueden multiplicar en una misma entrada, por lo que parece no haber l¨ªmite¡±.
Preguntada por la campa?a del Leopold Museum, Meta se remite a sus normas comunitarias, donde establece que ¡°se aceptan desnudos en fotos de cuadros y esculturas¡±. Sin embargo, el ¨ªndice de artistas y obras del Leopold Museum censurados por la tecnol¨®gica no para de crecer. Junto con Christian Schad y Egon Schiele, aparecen Oskar Kokoschka, Max Oppenheimer, Ernst Ludwig Kirchner, Anton Kolig, Max Kurzweil y Richard Gerstl. En 2021, el a?o que cay¨® Moser, Instagram prohibi¨® el cartel de la pel¨ªcula de Pedro Almod¨®var Madres Paralelas por considerarlo ¡°contenido er¨®tico o pornogr¨¢fico¡±. Dise?ado por Javier Ja¨¦n, el afiche muestra un pez¨®n con una l¨¢grima de leche materna.
¡°El problema radica en el sistema automatizado utilizado para detectar y revisar el contenido¡±, dice Pia Semorad. ¡°La tecnolog¨ªa no logra distinguir entre desnudez art¨ªstica y fotograf¨ªas reales, y las im¨¢genes se bloquean constantemente, lo que hace que nuestra cuenta no se pueda buscar. Esto equivale a censura en el ¨¢mbito de las redes sociales, aunque no estemos violando las normas¡±.
Meta ya ha censurado dos reels o v¨ªdeos cortos de la ¨²ltima exposici¨®n del Leopold Museum, adem¨¢s de las obras Chicos enamorados y Autorretrato con modelo de Christian Schad. Resulta parad¨®jico que uno de los museos m¨¢s prestigiosos de Europa proponga una muestra como Esplendor y Miseria, que explora la b¨²squeda de la liberaci¨®n sexual, la legitimaci¨®n de las relaciones homosexuales, la ruptura de tab¨²es y la ¡°nueva mujer¡± que surgieron en la convulsa sociedad berlinesa de la d¨¦cada de 1920, hace m¨¢s de cien a?os, y sufra la censura de una corporaci¨®n tecnol¨®gica del siglo XXI.
Autorretrato con modelo es una alegor¨ªa del narcisismo. Lo pint¨® Schad en Viena en 1927. El pasado domingo una pareja de japoneses se deleitaba con la obra mientras sus chiquillos correteaban por la sala entre lienzos de George Grosz, Otto Dix, Karl Hofer y Karl Hubbuch, especialista en el retrato homoer¨®tico. La pareja se fijaba en la cicatriz facial de la modelo desnuda. Schad la a?adi¨® tras su experiencia napolitana, donde los hombres marcaban el rostro de sus amantes con un signo b¨¢rbaro de propiedad y de advertencia a potenciales rivales.
Christian Schad retrat¨® en numerosas ocasiones a la nueva mujer autosuficiente de los a?os veinte que luego fue borrada de la escena p¨²blica por el nazismo. Ah¨ª est¨¢n sus Marcella (1926), Lola (1928) y Maika (1929). Junto a ellas, el museo ha grabado en la pared una cita de Stefan Zweig publicada en la colecci¨®n de ensayos La mujer del ma?ana tal y como la queremos (1929): ¡°Estar¨¢ junto a su marido y ya no subordinada a ¨¦l. Disfrutar¨¢ de la misma educaci¨®n, ser¨¢ independiente gracias a su propio trabajo, ya no estar¨¢ inhibida por el miedo a una estricta moral burguesa, entrar¨¢ por voluntad propia en una alianza permanente o no con un hombre [¡]¡±. Tambi¨¦n desfilan las sofisticadas ilustraciones de Jeanne Mammen y el arte degenerado, como lo censur¨® la propaganda nazi, de las pintoras vanguardistas Lotte Laserstein y Kate Diehn-Bitt.
?Por qu¨¦ censura el arte Instagram? ?Por qu¨¦ Meta no ha desarrollado una tecnolog¨ªa para evitarla? Delia Rodr¨ªguez, periodista y escritora especializada en la relaci¨®n entre tecnolog¨ªa, medios y sociedad, responde: ¡°Porque las grandes empresas de redes sociales son estadounidenses y est¨¢n sujetas a su legislaci¨®n, pero tambi¨¦n a sus normas morales, m¨¢s puritanas que las europeas. Como adem¨¢s su negocio es global y pesan muchos pa¨ªses a¨²n m¨¢s conservadores, siempre se va a tender a un m¨ªnimo com¨²n denominador restrictivo. Las pol¨¦micas son regulares porque es dif¨ªcil moderar bien tanto contenido, hay que aplicar sensatez y revisar cada caso en detalle, y eso es caro¡±.
La censura digital ha perseguido a otros museos en Viena. En 2019, Instagram defendi¨® que Helena Fourment saliendo del ba?o, el ¨®leo barroco de Rubens que se exhibe en el Museo de Historia del Arte, violaba las normas de la comunidad. Un a?o antes una fotograf¨ªa de la Venus de Willendorf, escultura paleol¨ªtica de m¨¢s de 29.500 a?os de antig¨¹edad, s¨ªmbolo de fertilidad y emblema del Museo de Historia Natural (¡°el objeto m¨¢s importante de toda la colecci¨®n y uno de los hallazgos arqueol¨®gicos m¨¢s famosos del mundo¡±, proclaman en el museo), fue bloqueada por Facebook. El ataque al Museo Albertina vino de TikTok: la plataforma suspendi¨® su cuenta por mostrar una obra del fot¨®grafo japon¨¦s Nobuyoshi Araki en la que se ve¨ªa un pecho femenino.
A la inconsistencia de las redes sociales hay que sumarle la opacidad del cuarto oscuro del censor. Dice Pia Semorad: ¡°Debi¨® haber un cambio reciente en la implementaci¨®n. No tuvimos estos problemas persistentes hasta finales de 2023, pero no queremos eliminar nuestras obras ni ceder a las restricciones de Meta. Tampoco sabemos si nuestra cuenta est¨¢ siendo clasificada de otras formas negativas de las que no tenemos conocimiento¡±. Delia Rodr¨ªguez apunta que ¡°¨²ltimamente las tecnol¨®gicas est¨¢n desinvirtiendo en moderaci¨®n humana para centrarse en la inteligencia artificial, que no es muy eficaz sopesando normas morales y culturales. Los sistemas autom¨¢ticos de moderaci¨®n cometen muchos errores distinguiendo matices como qu¨¦ es arte y qu¨¦ es porno¡±.
De momento, las pol¨ªticas de censura de Meta est¨¢n dejando cicatrices digitales en las obras de arte del Leopold Museum.
Babelia
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