Cinco discos para recordar a Toumani Diabat¨¦, maestro de la kora y h¨¦roe musical de Mal¨ª
Los grandes artistas africanos lloran al hombre que se ali¨® con Ketama en ¡®Songhai¡¯ y fue admirado por Bj?rk o Damon Albarn
La repentina muerte del m¨²sico maliense Toumani Diabat¨¦, el pasado viernes 19 de julio en un hospital de Bamako, ha supuesto una conmoci¨®n mundial en los circuitos de los sonidos ¨¦tnicos o world music, en los que se consideraba a este maestro de la kora como uno de los artistas africanos m¨¢s relevantes de la historia. ¡°Mi querido pap¨¢ se ha ido para siempre¡±, anunci¨® en Facebook su hijo Sidiki Diabat¨¦, tambi¨¦n m¨²sico y continuador del magisterio paterno. Toumani, que en agosto habr¨ªa cumplido 59 a?os, sufri¨® complicaciones en la enfermedad renal que padec¨ªa y que le llevaba a someterse a di¨¢lisis.
Las reacciones se han sucedido de manera intermitente a lo largo de estas ¨²ltimas horas, con un goteo de mensajes de condolencia que fueron emitiendo otros grandes referentes musicales africanos, desde Youssou N¡¯Dour a Oumou Sangare o Salif Keita. Muchos de los participantes en la 29? edici¨®n del festival La Mar de M¨²sicas de Cartagena (Murcia), donde Diabat¨¦ hab¨ªa participado hasta en cinco ocasiones, dedicaron sus actuaciones al artista fallecido. Particularmente sentido fue el homenaje que le brind¨® el cantante brasile?o Arnaldo Antunes, que actu¨® el s¨¢bado en la Universidad Polit¨¦cnica cartagenera y que en 2011 hab¨ªa compartido con Toumani y con el guitarrista Edgard Scandurra un precioso ¨¢lbum, A Curva da Cintura.
Renovador de la m¨²sica ancestral de su pa¨ªs, virtuoso incomparable en el manejo de la kora ¡ªesa especie de arpa o la¨²d de 21 cuerdas sobre un cuerpo de calabaza¡ª y continuador de la tradici¨®n de los griots, los narradores y guardianes de las historias de tradici¨®n oral, Diabat¨¦ deja un inmenso legado ajeno a las fronteras geogr¨¢ficas y estil¨ªsticas. Entre sus admiradores y colaboradores ocasionales figuran Damon Albarn (Blur, Gorillaz), la cantante islandesa Bj?rk, el guitarrista de blues Taj Mahal, el pianista de jazz Herbie Hancock, el mago del banyo B¨¦la Fleck o el trombonista Roswell Rudd, una n¨®mina sencillamente imponente. Desde su debut con Kaira (1988), mencionado como el primer ¨¢lbum solista de kora de la historia, Toumani acredita una discograf¨ªa dispersa, ecl¨¦ctica y sobresaliente, integrada las m¨¢s de las veces por trabajos colaborativos. Estos pudieran ser los cinco m¨¢s relevantes:
Songhai (1988). Con Ketama y Danny Thompson
Pura alquimia sonora, una idea prodigiosa y m¨¢gica que fragu¨® el productor madrile?o Mario Pacheco, fundador del sello Nuevos Medios e impulsor del llamado ¡°nuevo flamenco¡±, un visionario fallecido en 2010 al que el Ayuntamiento de la capital sigue sin conceder una calle. Pacheco, que ya hab¨ªa grabado los dos ¨¢lbumes iniciales de la familia Carmona (Ketama, de 1985, y La pipa de kif, dos a?os m¨¢s tarde), intuy¨® la simbiosis entre el flamenco y la m¨²sica africana y propici¨® el encuentro en una fiesta que organizaba en Londres la etnomusic¨®loga y eminencia de la BBC Lucy Dur¨¢n, hija de Gustavo Dur¨¢n (el ¡°comandante Dur¨¢n¡± que encabez¨® la defensa de Madrid por parte del ej¨¦rcito republicano). Cuando Toumani desenfund¨® la kora, Antonio Carmona sinti¨® un calambrazo: ¡°?Eso es una sole¨¢ en africano!¡±. Para redondear la alianza se incorpor¨® a la alineaci¨®n, a modo de aglutinante, el brit¨¢nico Danny Thompson, bajista de la m¨ªtica formaci¨®n de jazz-folk Pentangle. El resultado, con piezas como Caramelo, Jarabi o Mani mani koru, forma ya parte de la historia. Habr¨ªa una secuela excelente en 1994, Songhai II, con el navarro Javier Colina ocupando el puesto de Thompson en el contrabajo.
New Ancient Strings (1999). Con Ballak¨¦ Sissoko
Un mano a mano memorable entre los dos mayores genios de la kora que ha conocido Mal¨ª y un trabajo de enorme significado hist¨®rico. Los padres de ambos, Sidiki Diabat¨¦ y Djelimadi Sissoko, hab¨ªan grabado a d¨²o en 1970 un ¨¢lbum revolucionario para la ¨¦poca, Ancient Strings, que marc¨® el despertar del inter¨¦s por la kora entre m¨²sicos ajenos a la tradici¨®n africana. Los herederos de ambos quisieron repetir la jugada, actualizada en cuanto a estilos y t¨¦cnicas de grabaci¨®n, por iniciativa de la antes mencionada Lucy Dur¨¢n. La grabaci¨®n tuvo lugar en el Palacio de Congresos de Bamako, en directo y en una sola toma, el 22 de septiembre de 1997, d¨ªa nacional de la independencia en este pa¨ªs del occidente africano. De la parte t¨¦cnica se encarg¨® el ingeniero brit¨¢nico Nick Parker, que se qued¨® ¡°conmovido¡± con la ¡°ac¨²stica herm¨¦tica¡± del lugar. Toumani firma las ocho piezas, de las que dos son adaptaciones de las que hab¨ªan creado los padres de ambos m¨²sicos casi tres d¨¦cadas antes. Fue una alianza ef¨ªmera: Sissoko y Diabat¨¦ se distanciaron por estas cosas de los celos y las rivalidades, aunque supieron mantener una tensa cordialidad entre ambos. ¡°Lo considero un gran m¨²sico que ha hecho mucho por difundir este instrumento. Y nunca puedo estar en contra de alguien que difunde la kora¡±, le manifest¨® Ballak¨¦ a este periodista en agosto de 2023, a su paso por el festival M¨²sica no Claustro de Tui (Pontevedra).
In the Heart of the Moon (2005). Con Ali Farka Tour¨¦
Sencillamente, uno de los discos m¨¢s relevantes en la historia de la world music, m¨¢s all¨¢ de que obtuviera al a?o siguiente el Grammy al mejor trabajo de m¨²sica tradicional. La alianza la propici¨® el productor brit¨¢nico Nick Gold, responsable del sello World Circuit y padre de proyectos como Buena Vista Social Club, convencido de que tendr¨ªa que surgir una qu¨ªmica inconmensurable entre los dos m¨²sicos m¨¢s relevantes del pa¨ªs. Tour¨¦, cantante y guitarrista, era el gran padre del blues del desierto africano y acababa de ser designado alcalde de Niafunk¨¦, su villa natal, a orillas del r¨ªo N¨ªger. Los dos artistas, que apenas se conoc¨ªan de antes, se citaron en el Hotel Mand¨¦ de Bamako y decidieron improvisar sin ensayos previos, ¡°para propiciar que la m¨²sica fluya¡±. La idea era inspirarse en las melod¨ªas de los pueblos songhai y bambara, con alguna incursi¨®n en la m¨²sica de la vecina Rep¨²blica de Guinea. Para redondear el hechizo, Gold convoc¨® a algunos de sus m¨²sicos de m¨¢s estrecha confianza, en particular el guitarrista Ry Cooder; su hijo, el percusionista Joachim Cooder, y el bajista cubano Orlando Cacha¨ªto L¨®pez. Ali Farka nunca pudo fotografiarse con el trofeo del Grammy: fallecer¨ªa poco despu¨¦s, el 6 de marzo de 2006, justo despu¨¦s de completar su canto del cisne, el disco Savane.
Boulevard de l¡¯ind¨¦pendance (2006). Toumani Diabat¨¦'s Symmetric Orchestra
El proyecto m¨¢s ambicioso y seguramente m¨¢s impactante y accesible para los o¨ªdos occidentales en toda la obra de Toumani. Y, una vez m¨¢s, una intersecci¨®n propiciada por el mago Nick Gold y con el Hotel Mand¨¦ como escenario de este abrumador sortilegio sonoro. Diabat¨¦ toca aqu¨ª la kora, pero sobre todo ejerce de director musical al frente de la Symmetric Orchestra, una instituci¨®n legendaria en Mal¨ª con la que llevaba una d¨¦cada tocando todos los viernes en el Hogon, uno de los clubes m¨¢s reputados de la ciudad. ¡°La Symmetric representa el esp¨ªritu de la igualdad y la creatividad en este Mal¨ª al que lleg¨® la democracia en 1992¡å, escrib¨ªa Diabat¨¦ hace 18 a?os, ¡°y juntos podemos inspirarnos en el esp¨ªritu de los griots pero liberados de las obligaciones que marca la tradici¨®n¡±. As¨ª, desde la perspectiva del eclecticismo y con casi medio centenar de m¨²sicos bajo su batuta, naci¨® un trabajo rotundo, hermoso, plural y fascinante por el que incluso asoma Pee Wee Ellis, director musical de James Brown, a cargo del saxo y de los arreglos de metales. El disco se abr¨ªa con una pieza titulada Toumani, homenaje de la cantante Soumaila Kanoute a todo el legado musical de la familia Diabat¨¦.
Toumani & Sidiki (2014). Con Sidiki Diabat¨¦
El cierre perfecto para el c¨ªrculo. Toumani hab¨ªa so?ado con grabar un disco as¨ª junto a su padre, Sidiki senior, pero este falleci¨® antes de poder materializar aquella idea. Casi dos d¨¦cadas despu¨¦s, las piezas acabaron de encajar con la aportaci¨®n de la siguiente generaci¨®n de los Diabat¨¦: Sidiki junior era entonces un veintea?ero desacomplejado que ya dominaba los entresijos de la kora (un instrumento t¨¦cnicamente dificil¨ªsimo) pero familiarizado tambi¨¦n con el lenguaje contempor¨¢neo del hip hop. El trabajo se circunscribe en cualquier caso al repertorio tradicional, con recreaciones improvisadas a partir de piezas cl¨¢sicas y muy conocidas en el entorno familiar. La gran novedad la constituye la composici¨®n Lampedusa, que padre e hijo concibieron como una eleg¨ªa a los cerca de 300 migrantes que fallecieron frente a las costas italianas a finales de 2013 cuando se hundi¨® la barcaza en la que intentaban llegar a suelo europeo. Producen Nick Gold y Lucy Dur¨¢n, nuevamente, con Toumani sonando por el canal izquierdo y Sidiki por el derecho.
Babelia
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