Marta S¨¢nchez: primero tomaremos Norteam¨¦rica, despu¨¦s el resto del mundo
La madrile?a, una de las pianistas m¨¢s relevantes de la escena internacional del jazz, acaba de publicar su mejor disco hasta la fecha y ofreci¨® un exclusivo concierto en solitario en la 59? edici¨®n del Donostiako Jazzaldia
?ltimamente, su apellido pierde la tilde. La pianista madrile?a Marta S¨¢nchez lleva m¨¢s de una d¨¦cada afincada en Nueva York, y su carrera es eminentemente internacional: all¨ª es una de las pianistas de jazz con m¨¢s proyecci¨®n de la escena estadounidense ¡ªes decir, la m¨¢s relevante del mundo¡ª; aqu¨ª, una prometedora jazzista que se fue a hacer las Am¨¦ricas y no volvi¨®.
S¨ª que vuelve, claro est¨¢, para actuar en Espa?a cada cierto tiempo, aunque su actividad aqu¨ª no es la que cabr¨ªa esperar de una artista que est¨¢ despuntando internacionalmente de semejante forma. De hecho, este ser¨ªa un buen a?o para apostar por ella, aprovechando los festivales de verano, ya que la pasada primavera public¨® dos ¨¢lbumes en la respetada disquera suiza Intakt: uno con el legendario David Murray (uno de los m¨¢s importantes saxofonistas vivos), a quien lleva tiempo acompa?ando regularmente; el otro, liderando su propio tr¨ªo, junto a dos de los m¨¢s potentes instrumentistas del momento, Chris Tordini y Savannah Harris. Primera l¨ªnea del jazz internacional, vaya.
Sin embargo, S¨¢nchez solo tiene dos conciertos en Espa?a este verano: el pr¨®ximo 20 de agosto en el Festival de Jazz de Mallorca, con su tr¨ªo, y el pasado domingo en el Donostiako Jazzaldia, con un exclusivo recital a piano solo. Cuesta entender la ausencia de m¨¢s fechas, salvo por aquello de que uno nunca es profeta en su tierra, o porque quiz¨¢ sea cierto que algunas cosas llegan a este pa¨ªs con cierto retraso. Y tal vez esa p¨¦rdida de la tilde en su apellido, a cuenta de la anglificaci¨®n del mismo, es la representaci¨®n de la trayectoria de una artista que ya es m¨¢s estadounidense que espa?ola, al menos en lo que a su perfil musical se refiere.
Ese perfil tan deslumbrante no se ha desarrollado de la noche a la ma?ana: S¨¢nchez lleva a?os forjando incansablemente una carrera s¨®lida, tanto en clubes y salas de concierto como mediante una discograf¨ªa que, escuchada en retrospectiva, es un buen reflejo de su crecimiento musical. La joven pianista que public¨® su destacable debut hace 16 a?os tiene poco que ver con la que acaba de alumbrar Perpetual Void, un fascinante trabajo que sobresale entre la gran mayor¨ªa de referencias que ha dado el jazz en lo que va de a?o. En ¨¦l, y acompa?ada magn¨ªficamente por Tordini y Harris, el lenguaje de la pianista se presenta m¨¢s rico y complejo que nunca, albergando al mismo tiempo un gran lirismo y profundidad.
La m¨²sica contiene tambi¨¦n cierta pesadumbre, transmitida a trav¨¦s de la ansiedad y el insomnio que asolaron a S¨¢nchez en la ¨¦poca en que escribi¨® las composiciones del ¨¢lbum. Su madre hab¨ªa fallecido en 2020, durante el confinamiento (aunque no a causa de la Covid-19), y la pianista no pudo viajar para despedirse ni acompa?arla en sus ¨²ltimos momentos, abriendo un largo periodo de angustia y desaz¨®n que cristaliz¨® primero en su excelente SAAM (Spanish American Art Museum), publicado por el sello brit¨¢nico Whirlwind en 2022, y ahora en este registro que podemos considerar su mejor disco hasta la fecha. Esa sensaci¨®n opresiva y desasosegante se filtra en algunos pasajes del disco ¡ªque no por ello dejan de ser vibrantes¡ª, tal y como auguran tambi¨¦n algunos de los t¨ªtulos de las composiciones, como I Don¡¯t Wanna Live The Wrong Life And Then Die, The Love Unable To Give, This Is The Last One About You o dos preciosas piezas a piano solo, Prelude To Grief y Prelude To Heartbreak.
Volver a escuchar a S¨¢nchez en tr¨ªo despu¨¦s de numerosos discos consagrada al formato quinteto, con dos saxos en la l¨ªnea frontal del grupo, hace que la enorme evoluci¨®n de su estilo como pianista adquiera un papel principal, convirti¨¦ndose en catalizador y veh¨ªculo principal para dar vida sus inspiradas composiciones. S¨¢nchez ha dejado atr¨¢s influencias evidentes y est¨¢ consiguiendo forjar una personalidad propia, a¨²n esquiva en algunos momentos, pero que parece en plena ebullici¨®n y no muestra atisbo de vacilaci¨®n.
En su concierto a piano solo el pasado domingo, enmarcado en el bello claustro del Museo San Telmo de San Sebasti¨¢n, S¨¢nchez hizo alarde de la estrecha relaci¨®n entre su piano y esas alambicadas composiciones que le sirven para desarrollar y tejer paisajes sonoros. En un concierto tan ¨¢rido y afilado, dicho en el mejor de los sentidos, como lleno de giros sorprendentes y pasajes repletos de est¨ªmulos, la pianista present¨® su m¨²sica de forma cruda y natural, confirmando lo que manifiesta Perpetual Void: que es una creadora completa que domina varios lenguajes, y que su universo, a¨²n en construcci¨®n, parece tener a¨²n mucho por explorar.
El ¨¢lbum junto a Murray, Francesca, nos muestra otra de las facetas de S¨¢nchez, la de pianista al servicio de la m¨²sica de un veterano de la talla de este saxofonista, que ha tenido a gigantes como Dave Burrell o John Hicks, y otras luminarias del piano como D.D. Jackson o Lafayette Gilchrist entre los predecesores que ocuparon el puesto que ahora regenta la madrile?a. Esto es la Champions League de los cuartetos cl¨¢sicos de saxo, piano, contrabajo y bater¨ªa: no es lo mismo tocar en uno cualquiera que en el de David Murray, pero S¨¢nchez, que lleva ya cierto tiempo girando con el grupo, domina el instrumento y complementa perfectamente el estilo del l¨ªder, enraizado en la tradici¨®n, pero con espacio para volar libre cuando la m¨²sica lo requiere. As¨ª suena precisamente Francesca, cl¨¢sico y vigente, y no es casualidad que Murray se apoye en jovenes como S¨¢nchez, el baterista Russell Carter o la estrella en ciernes del contrabajo Luke Stewart (miembro del colectivo Irreversible Entanglements y uno de los m¨¢s activos agitadores musicales de la escena actual) para afrontar este momento de su extensa carrera.
As¨ª es el presente que se ha labrado S¨¢nchez a base de trabajo y talento: un d¨ªa actuando en el m¨ªtico Village Vanguard de Nueva York con Murray, otro siendo la autora de uno de los temas que grab¨® Terri Lyne Carrington en el disco con que gan¨® el Grammy a mejor ¨¢lbum instrumental de jazz el a?o pasado, otro siendo destacada con la tercera posici¨®n en la categor¨ªa de pianista revelaci¨®n de la prestigiosa revista Downbeat¡ La tilde de su apellido se ha perdido en los cr¨¦ditos de sus ¨²ltimos discos, pero parece un precio peque?o a pagar para estar en el epicentro del jazz contempor¨¢neo. Con suerte, dentro de un tiempo, cuando sea m¨¢s grande a¨²n, tendr¨¢ en su pa¨ªs la misma repercusi¨®n que en otros.
Babelia
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