Anna Netrebko entusiasma al p¨²blico con Puccini en la ¡®rentr¨¦e¡¯ l¨ªrica del Teatro Real
La soprano ruso-austr¨ªaca lidera junto al tenor Yusif Eyvazov una gala con solistas, coro y orquesta, en conmemoraci¨®n del centenario del fallecimiento del compositor
Tres minutos de enfervorecidos v¨ªtores y aplausos cosech¨® Anna Netrebko, la noche del jueves, 5 de septiembre, en el Teatro Real, tras su extraordinaria interpretaci¨®n de Vissi d¡¯arte. Fue casi la misma duraci¨®n de la famosa aria de Tosca, de Giacomo Puccini, que la soprano ruso-austr¨ªaca convirti¨® en un ideal momento de suspensi¨®n con su inconfundible voz y carisma esc¨¦nico. La coron¨® subrayando el molto allargando con un exquisito filato en pian¨ªsimo para concluir con toda la cremosidad de su registro medio, en el singhiozzando final, sin utilizar ning¨²n pat¨¦tico portamento.
No lo tuvo f¨¢cil, a continuaci¨®n, el tenor Yusif Eyvazov, su partenaire ahora tan s¨®lo art¨ªstico, pues ambos anunciaron su divorcio en junio pasado. El cantante azerbaiyano convirti¨® Recondita armonia, de la misma ¨®pera pucciniana, en un espectacular alarde de brillo met¨¢lico pero no de musicalidad. Y los bravos y aplausos duraron ahora poco m¨¢s de treinta segundos.
Esa distancia art¨ªstica fue el resumen de la Gala Puccini programada por el Teatro Real como rentr¨¦e l¨ªrica y conmemoraci¨®n del centenario del fallecimiento del operista italiano. La brecha entre una de las grandes sopranos l¨ªricas del presente, cuya versatilidad le ha permitido ampliar su repertorio hasta los papeles m¨¢s dram¨¢ticos de Puccini, y un buen tenor spinto sometido constantemente a la presi¨®n de acercarse a la altura art¨ªstica de su ex, a pesar de que no pueda competir con ella ni en musicalidad, color, potencia o carisma.
Qued¨® bien claro en los fragmentos de Turandot que abrieron la velada. Netrebko afront¨®, en su primera aparici¨®n, la temible aria de salida de la protagonista, In questa reggia, donde defini¨® su personalidad vengativa con admirable poder¨ªo vocal y musicalidad. Lo comprobamos tanto en sus afilados ataques al agudo en ¡°quel grido¡± (aquel grito) como en la forma casi m¨ªstica con que desliz¨® la bell¨ªsima Principessa Lo-u-Ling en que evoca la tragedia de su abuela. Eyvazov intervino, a continuaci¨®n, pero en el breve dueto con coro apenas se escuchaba su voz al lado de Netrebko. Prosigui¨® con ¨ªmpetu, en Non piangere, Li¨´, que nos retrotrae hasta al inicio de la ¨®pera, aunque la interpretaci¨®n continu¨® con todos los dem¨¢s personajes y el coro hasta cerrar su primer acto.
Sin duda, uno de los principales aciertos de esta Gala Puccini fue no limitarse a las arias m¨¢s conocidas de sus ¨®peras, sino esbozar escenas manteniendo la l¨®gica dram¨¢tica. Eso le habr¨ªa gustado mucho al compositor de Lucca, que abogaba por integrar las arias en concierto dentro de la profundidad emocional y la continuidad narrativa de una escena. Pero sol¨ªa exigir, adem¨¢s, que los cantantes interiorizasen el personaje. Y esto tambi¨¦n se tuvo en cuenta en el Teatro Real, donde no vimos a ning¨²n cantante con partitura y todos trataron de actuar dentro de las limitaciones de un escenario copado por la orquesta y el coro. Netrebko, por ejemplo, trat¨® de individualizar la caracterizaci¨®n de cada uno de sus cinco personajes puccinianos (Mim¨¬ de La Boh¨¨me junto a los papeles protagonistas de Manon Lescaut, Madama Butterfly, Tosca y Turandot), que ha interpretado mayoritariamente en escena y dot¨® en Madrid de diferente gestualidad, peinado y vestuario.
Este planteamiento oblig¨® a disponer de varios solistas y un coro, adem¨¢s de la orquesta. Destacaron dos debutantes en el Teatro Real, la soprano suiza Daria Rybak y el bar¨ªtono franc¨¦s J¨¦r?me Boutillier. Rybak tuvo su momento estelar como Li¨´, en Turandot, donde cant¨® con tono firme y credibilidad la triste Tu che di gel sei cinta, aunque tambi¨¦n intervino como Musetta en La Boh¨¨me. Y Boutillier exhibi¨® un timbre compacto y muy bello ya desde el arranque de la gala, como El Mandar¨ªn y Ping de Turandot, pero tambi¨¦n, en la segunda parte, como un brillante Marcello de La Boh¨¨me. No obstante, tuvo su momento estelar en el aria Questo amor, vergogna mia, de la temprana Edgar, donde frase¨® con gusto. Tambi¨¦n participaron con solvencia tres cantantes espa?oles para completar el reparto de Turandot: el bajo Cristian D¨ªaz como Timur y los tenores Mikeldi Atxalandabaso y Pablo Garc¨ªa-L¨®pez como Pang y Pong.
El Coro Titular del Teatro Real uni¨® sus fuerzas para la ocasi¨®n con el Coro RTVE. Juntos aseguraron excelentes finales para los actos primero y tercero de Turandot, pero destacaron musicalmente en el coro a boca cerrada que cierra el segundo acto de Madama Butterfly, al igual que en la ¨²ltima producci¨®n de la pasada temporada. Por su parte, el director ruso Denis Vlasenko fue un excelente concertador e incluso hizo sus pinitos como cantante, dando una r¨¦plica a Netrebko como Sargento, en La Boh¨¨me. La Orquesta Titular del Teatro Real mantuvo un alt¨ªsimo nivel durante toda la gala y tuvo destellos camer¨ªsticos en el Intermezzo, de Manon Lescaut, que fue la ¨²nica pieza instrumental de la velada.
Pero dos de los mejores momentos de la noche coincidieron con sendos duetos, de Manon Lescaut y Madama Butterfly, que cerraron cada una de las dos partes de la gala. La qu¨ªmica esc¨¦nica entre Netrebko y Eyvazov se mantiene, a pesar de su ruptura sentimental, y el tenor azerbaiyano brill¨® especialmente como Des Grieux y Pinkerton. En la discusi¨®n de Tu, tu, amore, del segundo acto de Manon Lescaut, consiguieron elevar la temperatura. Pero en el m¨¢gico y amoroso Vogliatemi bene, que cierra el primer acto de Madama Butterfly, exhibieron una admirable complicidad musical que ambos coronaron con un restallante do sobreagudo al final.
La intensidad de los aplausos provoc¨® dos atinadas propinas como colof¨®n de la gala. Frente a un p¨²blico entregado, que le gritaba ¡°?brav¨ªsima!¡±, Netrebko recuper¨® su registro m¨¢s l¨ªrico para cantar O mio babbino caro, la famosa aria de Lauretta de Gianni Schicchi, donde a?adi¨® un filato interminable en pian¨ªsimo sobre la primera s¨ªlaba de ¡°pieta¡±. Y la historia se repiti¨®, como en Tosca, con Eyvazov teniendo que cerrar la gala con la propina obvia: Nessun dorma, de Turandot, donde tuvo el puntual apoyo del coro y volvi¨® a exhibir una admirable entrega, aunque sin ning¨²n destello de musicalidad.
Gala Puccini de Anna Netrebko y Yusif Eyvazov. Fragmentos y arias de Turandot, Manon Lescaut, La Boh¨¨me, Edgar, Tosca y Madama Butterfly, de Giacomo Puccini. Anna Netrebko, soprano. Yusif Eyvazov, tenor. Daria Rybak, soprano. J¨¦r?me Boutillier, bar¨ªtono. Cristian D¨ªaz, bajo. Mikeldi Atxalandabaso, tenor. Pablo Garc¨ªa-L¨®pez, tenor. Coro RTVE. Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real. Direcci¨®n musical: Denis Vlasenko. Teatro Real, 5 de septiembre.
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