Arantxa Aguirre, cineasta: ¡°El documental te ense?a y te obliga a escuchar, algo tan necesario hoy¡±
La directora estrena en el Festival de Cine de San Sebasti¨¢n ¡®Ciento volando¡¯, un trabajo sobre el universo personal y art¨ªstico de Chillida
¡°Lo llevar¨¦ a cabo sin marcar fechas. He comenzado a guardar obra, pero este maravilloso caser¨ªo no ser¨¢ un museo, sino la se?al de que soy de all¨ª¡±. As¨ª se refer¨ªa Eduardo Chillida (San Sebasti¨¢n, 1924-2002) a Zabalaga, el caser¨ªo en Hernani (Gipuzkoa), que alberga el Chillida Leku y en cuyos jardines transcurre el documental Ciento volando, dirigido por la cineasta Arantxa Aguirre y que se estrena el domingo pr¨®ximo en el Festival de Cine de San Sebasti¨¢n, en la secci¨®n Zinemira. Andando y pensando, como el t¨ªtulo de la obra de Azor¨ªn, uno de los libros de cabecera del artista vasco, as¨ª transcurre Ciento volando, en el que, a trav¨¦s del testimonio de 14 personas, familiares, trabajadores y expertos en arte, uno va descubriendo el universo personal y art¨ªstico de Chillida, del que este a?o se ha cumplido el centenario de su nacimiento, con el mar, el tiempo y la m¨²sica de Bach siempre tan presentes. Aguirre (Madrid, 59 a?os), hija de la actriz Enriqueta Carballeira y del director de cine Javier Aguirre, con una carrera centrada en el documental y las artes (es miembro de la Academia de Bellas Artes de San Fernando) se ha quedado con el aroma de un hombre herm¨¦tico y perseverante que arroj¨® al mundo una mirada seria, inquisitiva y curiosa.
Pregunta. ?Qu¨¦ se aprende en un hogar con una madre actriz y un padre cineasta?
Respuesta. Se aprende a ser abierto en la vida, a arriesgarte, porque son trabajos que son muy irregulares, en los que no hay una certeza de sueldo todos los fines de mes. Se aprende a ser m¨¢s ¨¢gil, a estar pendiente de las oportunidades. Agradezco mucho haber nacido en una familia que me llev¨® mucho al teatro y al cine, tambi¨¦n a conciertos porque mis dos t¨ªas son m¨²sicas.
P. ?Nunca pens¨® dedicarse a la actuaci¨®n?
R. De siempre tuve la doble vertiente de estar delante y detr¨¢s. Me gustaba el ballet, pero tambi¨¦n escrib¨ªa y dirig¨ªa obras de teatro ya en el colegio. As¨ª que cuando decid¨ª dejar el ballet, la vida me llev¨® a la direcci¨®n.
P. O sea, que tuvo una vocaci¨®n temprana
R. Cuando dej¨¦ el ballet, estudi¨¦ direcci¨®n de teatro y no de cine. Entr¨¦ en el laboratorio de Jos¨¦ Carlos Plaza, donde di algunas clases de interpretaci¨®n, pero me di cuenta de que a m¨ª lo que no me gusta de la interpretaci¨®n es estar pendiente de que te suene el tel¨¦fono, de tener que gustar a un director y estar esperando su llamada. Me parec¨ªa que no lo iba a llevar bien. Soy muy mandona y me gusta mucho organizar.
P. ?Y el paso del teatro al cine?
R. Tuve la oportunidad de ir de meritoria de direcci¨®n a La casa de Bernarda Alba, que dirig¨ªa Mario Camus y en la que mi madre hac¨ªa un papel. A pesar de que mi padre era director de cine, nunca nos hab¨ªa llevado mucho a los rodajes, y cuando llegu¨¦ el primer d¨ªa de trabajo a La casa de Bernarda Alba fue todo un flechazo. Supe que quer¨ªa estar ah¨ª siempre. Ver c¨®mo todos los equipos de una pel¨ªcula se confabulan para hacer la mentira perfecta me pareci¨® deslumbrante. Desde entonces no lo he dejado.
P. Su vida es el documental. ?Qu¨¦ le atrae de la realidad frente a la ficci¨®n?
R. El documental tambi¨¦n es ficci¨®n. Al final, uno acaba construyendo una historia en la que manipulas de alguna manera la realidad. El documental me permite ser m¨¢s independiente, porque es un g¨¦nero que necesita menos presupuesto y puedes. Levantar el presupuesto de una pel¨ªcula de ficci¨®n me obligar¨ªa a trabajar una vez cada tres a?os y eso me resulta insufrible. Amo el documental porque es un g¨¦nero en el que tienes que escuchar mucho a los dem¨¢s y eso es muy enriquecedor, algo que la sociedad necesita. El documental te ense?a a escuchar, te obliga a escuchar. Yo estuve muchos a?os como ayudante de direcci¨®n en pel¨ªculas de ficci¨®n y todo lo que aprend¨ª trato de verterlo en el documental. Busco hacer trabajos con una factura impecable. El cine naci¨® siendo documental. Es un g¨¦nero absolutamente cinematogr¨¢fico que lo lleva en sus ra¨ªces.
P. ?Pero cree que el g¨¦nero documental sigue sin tener el mismo reconocimiento art¨ªstico que el cine de ficci¨®n?
R. S¨ª, es verdad. En cierta forma creo que es culpa de los que hacemos el documental porque no los hacemos con el cuidado necesario. El p¨²blico tiene cierta confusi¨®n, al identificar el documental con el reportaje, que es un g¨¦nero que no es cinematogr¨¢fico, sino period¨ªstico que se hace con menos tiempo.
P. Entrando ya en el trabajo sobre Chillida. A trav¨¦s de 14 personajes ligados de una manera o de otra con el artista, uno va descubriendo su mundo y su arte. ?C¨®mo fue la elecci¨®n de estas personas?
R. Part¨ªa de un desaf¨ªo que era el de llegar a una persona que ya no est¨¢. Quise dinamitar esa falta de cercan¨ªa a trav¨¦s de las personas que s¨ª estuvieron cerca de ¨¦l. He buscado un caleidoscopio de personas diferentes, algunos familiares, trabajadores, expertos en arte, para que entre todos cre¨¢ramos el puzle de Eduardo y entender c¨®mo era como persona y artista. Tambi¨¦n gente que trabaja ahora en Zabalaga, en el caser¨ªo de Chillida Leku.
P. Y escuchando a todas estas personas, ?tiene alguna conclusi¨®n sobre Chillida?
R. Me parece que fue una persona muy entera, coherente, como de una sola pieza, que trabaj¨® de una manera muy intensa, escuch¨¢ndose a s¨ª mismo. No solo he hablado con estas personas, sino que he le¨ªdo mucho los apuntes y reflexiones escritos por ¨¦l mismo que son de una prosa po¨¦tica muy elevada. ?l dec¨ªa que sus maestros eran el mar y Juan Sebasti¨¢n Bach. Creo que por las descripciones que hace del mar y de Bach se est¨¢ describiendo a s¨ª mismo. Dice que el mar es insistente y perseverante, igual que ¨¦l y su obra.
P. ?Queda algo por descubrir de un artista como Chillida?
R. Siempre. Un artista es como el horizonte, cuanto m¨¢s se acerca uno, m¨¢s se va alejando ¨¦l. Nunca acabaremos de atraparlo del todo. Chillida hablaba del horizonte como la patria de todos y creo que esa imagen del horizonte tiene mucho que ver con los grandes artistas a los que nunca conseguiremos atrapar del todo. Despu¨¦s de dedicarle tiempo y tiempo, lo que conseguimos es quedarnos con aromas, como el t¨ªtulo que dio a uno de sus escritos.
P. ?Y con qu¨¦ aroma se ha quedado?
R. Con el aroma de un pensador, que nunca dej¨® de hacer preguntas al mundo y a s¨ª mismo. Fue un hombre herm¨¦tico y perseverante que arroj¨® al mundo una mirada seria, inquisitiva y curiosa.
P. La danza y la m¨²sica han sido los elementos principales en su carrera como cineasta. ?Qu¨¦ hay de com¨²n con un artista como Chillida?
R. Las artes tienen la misma ra¨ªz, son maneras diferentes de expresarse y de hacerse preguntas. Las esculturas de Chillida, al ser en tres dimensiones, me acercan mucho al mundo de la danza. Les falta movimiento, pero ese movimiento se lo pones t¨², girando a su alrededor, acarici¨¢ndolas. Me di cuenta volviendo una y otra vez a los jardines de Chillida Leku, de que en las esculturas se plasmaba el movimiento de las hojas de los ¨¢rboles, que las sombras y las gotas de la lluvia se mov¨ªan sobre ellas. Era como asistir a un ballet. Fui buscando ese movimiento.
P. Chillida dijo en una ocasi¨®n que hab¨ªa que estar abierto al error y a las casualidades. ?Tambi¨¦n en el cine?
R. Siempre, en el cine y en la vida. Hay que tratar de que el error y el azar te lleve a algo positivo y, muy especialmente, en el documental, un g¨¦nero que se hace en la sala de montaje. Tienes que estar absolutamente atento al azar, que en muchas ocasiones te proporciona los momentos m¨¢s bonitos y relevantes en un trabajo. Nunca puedes dejar de escuchar porque el momento de belleza o de emoci¨®n nunca sabes por d¨®nde va a venir.
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