¡®Domitila¡¯, amor y abandono en el nacimiento de Brasil
El m¨¦rito de esta producci¨®n es mayor por contar la historia desde una reducci¨®n dr¨¢stica de medios art¨ªsticos: una cantante y tres instrumentistas, piano, clarinete y violonchelo
Domitila es una lectura de la correspondencia entre dos amantes. Una lectura asim¨¦trica, ya que las cartas de Domitila de Castro Santo, marquesa de Santos, al emperador Pedro I desaparecieron o se destruyeron a su muerte; no as¨ª a la inversa, las cartas que la marquesa recibiera y que guard¨® celosamente. Esa lectura la lleva a cabo la soprano que da vida a Domitila; es, por tanto, una lectura a una sola voz que tiene su origen en una publicaci¨®n de 1896 de la que ha partido su compositor, Joa?o Guilherme Ripper (1959).
El monodrama se estren¨® en el a?o 2000 en R¨ªo de Janeiro como encargo para las celebraciones del quinto centenario del Descubrimiento y ha sido, al decir de su autor, quiz¨¢ la m¨¢s representada de una producci¨®n de ocho ¨®peras, destacando la representaci¨®n que tuvo lugar en Lisboa en 2022, con motivo del bicentenario de la independencia de Brasil y que permiti¨® al autor orquestar por completo la partitura. Su presencia en la Fundaci¨®n March es su estreno en Espa?a.
Uno de los aspectos destacables de esta Domitila es el de haber conseguido reducir a met¨¢fora poderosa el nacimiento de una naci¨®n, ese Brasil enorme que tantos cortesanos tem¨ªan que naciera troceado, como ocurri¨® con gran parte de Centroam¨¦rica, y que forz¨® la separaci¨®n de la pareja de amantes que dan vida a esta historia, el emperador y la marquesa. El m¨¦rito de esta producci¨®n es mayor por contar la historia desde una reducci¨®n dr¨¢stica de medios art¨ªsticos, una cantante y tres instrumentistas, piano, clarinete y violonchelo.
Si esta ¨®pera de formato reducido, o monodrama, tiene una factura excelente es debido a una rara alquimia: la de sugerir un rasgo caracter¨ªsticamente brasile?o, la pasi¨®n amorosa entre un rey quiz¨¢ poco indicado para capitanear la independencia de su pa¨ªs y una amante que, durante siete a?os lidiar¨ªa con la delicada condici¨®n de ad¨²ltera, la ¡°otra¡±. En suma: pasi¨®n en estado puro. No es dif¨ªcil percibir que es una historia mucho m¨¢s sugerente que los habituales amor¨ªos entre reyes y favoritas de cualquier sitio; es casi parte de la historia de Brasil, una naci¨®n volcada a la mezcla y, en cierta medida, al eros que lo funde todo.
Es tambi¨¦n una sorpresa muy agradable encontrar a un excelente compositor poco conocido en nuestro pa¨ªs. La m¨²sica de Domitila parte de un eclecticismo estil¨ªstico muy atractivo, aires populares locales se dan la mano con fragmentos de la tradici¨®n cl¨¢sica europea, sin hacer ascos a momentos puntuales de cierta experimentaci¨®n. Pero el m¨¦rito no est¨¢ solo en los ingredientes, hay un manejo dram¨¢tico muy acertado que conduce la narrativa hasta llegar a un final tenso, la despedida de Domitila que obedece la orden de emperador de abandonar Rio de Janeiro para facilitar su nueva boda con Amelia de Leuchtenberg, de sangre real.
El montaje que se presenta en la Fundaci¨®n March tiene otro de sus puntos fuertes en una potente puesta en escena de Nicola Beller Carbone, que propone un espacio cercado por cuerdas que parecen simbolizar tanto el complejo de relaciones que rodean a la pareja como su propia jaula. Carbone juega muy bien con los m¨²sicos, excelentes en su doble funci¨®n de instrumentistas y actores ocasionales, que dinamizan los movimientos y los cambios esc¨¦nicos.
Pero el punto esencial del montaje es la prestaci¨®n magistral de la soprano portuguesa Ana Quintans, que se adue?a de la escena y brinda una Domitila vibrante, vers¨¢til teatralmente y extremadamente convincente en lo vocal. Quintans tiene un magn¨ªfico cuerpo vocal, pero lo sabe modular desde colores veristas hasta momentos tersos ligados a una experta, como es Quintans, en m¨²sica antigua. ?xito completo el de esta soprano a la que todav¨ªa le sobraron aplausos para reconocer el buen hacer del pianista y director musical Borja Mari?o, la clarinetista Irene Mart¨ªnez Navarro y el violonchelista Esteban Jim¨¦nez.
Domitila
Música y texto de Joa?o Guilherme Ripper (1959). Dirección musical y piano: Borja Mariño. Dirección de escena: Nicola Beller Carbone. Reparto: Domitila, marquesa de Santos, Ana Quintans, soprano; Irene Martínez Navarro, clarinete; Esteban Jiménez, violonchelo. Nueva producción de la Fundación Juan March, el Teatro de la Zarzuela y el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo de Bogotá?. Estreno en España. Representaciones: 22, 25, 28, y 29 de septiembre. La función del día 25 se transmite por streaming en Canal March, MarchVivo en YouTube y RTVE Play, y por Radio Clásica de RNE.
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