Borja Jim¨¦nez, un pincha¨²vas
El torero sevillano emborron¨® con el estoque una emocionante faena al ¨²nico toro v¨¢lido en la muleta de una corrida justa de presencia, mansa y desfondada de Garcigrande
Borja Jim¨¦nez ha demostrado esta tarde que es un torer¨ªsimo pincha¨²vas al fallar hasta en tres ocasiones en la suerte suprema a su segundo toro al que le hizo una faena emocionante y emotiva que qui¨¦n sabe si hubiera tenido el premio de las dos orejas. Pero despu¨¦s de una actuaci¨®n de figura del toreo, todo lo ech¨® por tierra con el estoque. Pero eso no fue todo: se atrevi¨® a dar la vuelta al ruedo ?en la Maestranza! despu¨¦s de tres pinchazos sin soltar. Inaudito. Ese gesto no es de torero, y por iniciativa propia o mal aconsejado, desluci¨® su art¨ªstica labor.
El primer destello luminoso de la tarde lo protagoniz¨® ¨¦l mismo. Tras el tercio de varas del primer toro, se plant¨® en el centro del ruedo y dibuj¨® un elegant¨ªsimo quite por chicuelinas templadas, despaciosas, con las manos muy bajas, gust¨¢ndose en cada lance, y las cerr¨® con una preciosa media de cartel. A sus dos toros los recibi¨® de rodillas en los medios, m¨¢s cerca de la boca de riego que de toriles, con sendas vistosas largas cambiadas, que precedieron a un buen toreo de capa en ambas por ver¨®nicas y delantales.
Despu¨¦s, su primero no le permiti¨® lucimiento porque lleg¨® agotado al tercio final, amuermado y sin vida. Pero el quinto, muy cuidado en varas, de modo que no lo picaron, ¡®colabor¨®¡¯ con su lidiador con una noble movilidad que fue el mejor ingrediente para un torero en saz¨®n, en ascendencia, que hace gala de una art¨ªstica valent¨ªa y conecta con rapidez con los tendidos. De rodillas comenz¨® su labor con la muleta y los cuatro derechazos que dibuj¨® surgieron largos, sentidos y emocionantes. Los derechazos, limpios; los naturales, hondos, y todo ello mezclado con detalles de torer¨ªa a?eja. Con ayudados por bajo quiso culminar su obra antes de la r¨²brica final, pero¡ Borja Jim¨¦nez no tiene perd¨®n. Una faena de calado en La Maestranza se puede pinchar una vez, pero no tres. Y lo que est¨¢ permitido es atreverse a dar la vuelta al ruedo despu¨¦s de tama?o error.
La corrida de Garcigrande no respondi¨® a las expectativas; toros justos de presencia, mansos, descastados y desfondados, de bonitas hechuras, pero de cart¨®n, criados y elegidos con mimo para los que pueden exigir, bonancibles en exceso, si fiereza ni casta, sin un ¨¢pice de fortaleza en las entra?as.
Por tal raz¨®n, la corrida se desdibuj¨® muy pronto. A ello contribuy¨® tambi¨¦n Manzanares, desdibujado en s¨ª mismo, en su zona de confort, sin aparente compromiso, despegado, por debajo de los oponentes que tuvo delante. Noble, blando y sin casta fue su primero, y el torero anduvo por all¨ª, elegante siempre, pero con frialdad. Fue una labor cogida con alfileres. Y el cuarto no le ofreci¨® opci¨®n alguna, parado como la mayor¨ªa de sus hermanos.
Roca Rey pech¨® con el lote menos lucido, pero el torero ofreci¨® una buena imagen de solvencia t¨¦cnica, de modo que impidi¨® que su inv¨¢lido primero, protestado por una minor¨ªa, se mantuviera en pie, lo que no es poco. Adem¨¢s, se permiti¨® el lujo de trazar varias tandas por ambas manos que resultaron muy meritorias. Se invent¨® una faena, esa es la verdad, algo propio de un torero con experiencia y verg¨¹enza. Tambi¨¦n lo intent¨® ante el sexto, otro inv¨¢lido, pero ah¨ª solo hubo compromiso por encima del lucimiento.
Garcigrande/Manzanares, Jim¨¦nez, Roca
Toros de Garcigrande, justos de presentación, mansurrones, nobles, descastados y desfondados; destacó el quinto, que no fue picado, por su movilidad en el tercio final.
José María Manzanares: tres pinchazos y estocada corta (silencio); pinchazo y estocada (silencio).
Borja Jiménez: pinchazo y media (silencio); tres pinchazos y estocada (vuelta al ruedo.
Roca Rey: media tendida (ovación); estocada (silencio)
Plaza de La Maestranza. Segunda corrida de la Feria de San Miguel. 28 de septiembre. Lleno de ‘no hay billetes’.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.