Garc¨ªa de Paredes, el legado del arquitecto que traz¨® los grandes auditorios espa?oles
Una retrospectiva conmemora en el Museo ICO el centenario de un proyectista que fue clave en la segunda mitad del siglo XX y reivindica a una generaci¨®n que trabaj¨® la escasez en equipo
?Por qu¨¦ Jos¨¦ Mar¨ªa Garc¨ªa de Paredes (Sevilla, 1924 - Madrid, 1990) fue el encargado de dise?ar la urna en la que el Guernica regres¨® a Espa?a? Porque era un hombre discreto. Es su hija, la arquitecta ?ngela Garc¨ªa de Paredes de Falla, quien contesta. Lo hace a partir de la informaci¨®n q...
?Por qu¨¦ Jos¨¦ Mar¨ªa Garc¨ªa de Paredes (Sevilla, 1924 - Madrid, 1990) fue el encargado de dise?ar la urna en la que el Guernica regres¨® a Espa?a? Porque era un hombre discreto. Es su hija, la arquitecta ?ngela Garc¨ªa de Paredes de Falla, quien contesta. Lo hace a partir de la informaci¨®n que su padre dej¨® perfectamente ordenada. La confianza en la delicadeza y la solvencia del arquitecto figuran en una carta firmada por Javier Tusell, el catedr¨¢tico de historia contempor¨¢nea que, desde la Direcci¨®n General de Bellas Artes, llev¨® las negociaciones con la familia Picasso.
Los recortes de prensa de ese viaje, que cop¨® las portadas de los peri¨®dicos espa?oles, ahora ¡ªhasta el 12 de enero¡ª ocupan todo un pasillo entre las salas del Museo ICO, que celebra con una retrospectiva el centenario del nacimiento del arquitecto sevillano afincado en Madrid. No es desproporcionado. El regreso de un cuadro que denunci¨® el horror de la Guerra Civil espa?ola en el pabell¨®n de la Rep¨²blica Espa?ola en la exposici¨®n universal de Par¨ªs de 1937 ¨Dlevantado por Josep Llu¨ªs Sert y Luis Lacasa¨D y su posterior ubicaci¨®n fueron asunto de Estado en 1981, una dolorosa advertencia a la nueva Espa?a democr¨¢tica.
Por entonces Garc¨ªa de Paredes era un arquitecto con enorme experiencia. No solo hab¨ªa firmado facultades y escuelas como la de Telecomunicaciones de Madrid o la de Artes Aplicadas de ?vila; iglesias como Nuestra Se?ora de los ?ngeles en Vitoria o Nuestra Se?ora de la Fuencisla en Almendrales (Madrid); tambi¨¦n era autor de montajes de exposiciones, de la m¨ªtica estanter¨ªa extensible ES-EX (que lleva 60 a?os en producci¨®n) del Pante¨®n de los Espa?oles en Roma y de la vivienda y el estudio del pintor Jos¨¦ Beulas, al que conoci¨®, precisamente en Roma, cuando ambos eran becarios de la Academia de Espa?a en esa ciudad.
La relaci¨®n con Beulas y con otros creadores de la ¨¦poca ¡ªlos arquitectos Rafael de La-Hoz, Ram¨®n V¨¢zquez Molez¨²n, Jos¨¦ A. Corrales, Alejandro de la Sota, Vaquero Turcios o Javier Carvajal; los pintores Lucio Mu?oz y Eusebio Sempere, o el m¨²sico Manuel de Falla, que era t¨ªo de su mujer¡ª define tanto la trayectoria como la vida de este arquitecto. Por eso, la muestra que lo conmemora y resume lleva por t¨ªtulo Espacios de encuentro. Visitarla aclara que la arquitectura es un trabajo en equipo. Y que eso proporciona una mejor vida, seguramente tambi¨¦n.
Son los hijos, yerno y nietos quienes firman el comisariado y el dise?o de esta exposici¨®n, en la que el orden de los dibujos expuestos es reverencial: flotan en el centro del espacio sujetos con voladizos de metacrilato transparente. Y tambi¨¦n despreocupado: los retratos de sus amigos se exponen sobre las baldas de la estanter¨ªa EX/ES. Es as¨ª el resumen de un trabajo que sintetiza una vida no contada solo por la arquitectura. ?O s¨ª?
El encuentro al que alude el t¨ªtulo, la conexi¨®n, no se dio solo con otros creadores cuando era habitual hacer y deshacer equipos, colaborar por encima de competir. Se dio adem¨¢s con una ideolog¨ªa que buscaba actualizar el pa¨ªs, poner al d¨ªa las tradiciones, dignificar viviendas y escuelas. Si a principios de los cincuenta en Roma, durante tres a?os, Garc¨ªa de Paredes descubri¨® la humildad de lo solemne, ?c¨®mo aprendi¨® Garc¨ªa de Paredes a trabajar con poco? ¡°Viajando por el norte de Europa¡±. De nuevo es su hija ?ngela quien lo cuenta. El padre de Jos¨¦ Mar¨ªa era militar. Pero para mantener a sus 10 hijos vend¨ªa vino de Jerez por Europa. Era el gerente de la bodega Real Tesoro. Y el futuro arquitecto lo acompa?aba. Fue as¨ª como aprendi¨® ingl¨¦s. Tambi¨¦n como entendi¨® que el objetivo de la arquitectura moderna era m¨¢s conseguir viviendas y colegios para todos que limpiar cualquier fachada de ornamentos.
Las viviendas-almac¨¦n que ide¨® con Rafael de la Hoz para Sevilla y C¨®rdoba en 1954 lo atestiguan. Tambi¨¦n el centro de ense?anza media Juan XXIII de Zaid¨ªn, en Granada (1967), levantado ¡ªdurante las vacaciones escolares de verano con elementos prefabricados¡ª para fomentar la alfabetizaci¨®n. All¨ª estudi¨® Antonio Mu?oz, que lleg¨® a ser alcalde de Sevilla con el PSOE, seg¨²n cuenta de nuevo ?ngela. Con Granada ¡ªsu ciudad de adopci¨®n¡ª desarroll¨® el arquitecto un v¨ªnculo que lo llev¨® a firmar la ampliaci¨®n del Carmen de la Fundaci¨®n Rodr¨ªguez Acosta, las oficinas del Banco de Granada en Madrid o el Auditorio Manuel de Falla en la Alhambra.
La muestra, que arranca con una escultura cin¨¦tica de Eusebio Sempere, dialogando con las l¨¢mparas del auditorio de Granada, se inicia con la magn¨ªfica Oficina de Comercio de C¨®rdoba ¡ªperfectamente conservada¡ª, el primer proyecto de Garc¨ªa de Paredes, para el que tuvo la osad¨ªa de pedirle una escultura a Oteiza, que el artista vasco atendi¨®. Esa escultura dialoga con una escalera que tambi¨¦n le habla a la que asciende en la iglesia de Almendrales, magn¨ªficamente retratada por Alberto Schommer. Todo ese encuentro entre creadores y renovadores es historia de Espa?a que hoy forma parte del archivo que pertenece al Reina Sof¨ªa.
Todo menos lo que no se puede ver. La exposici¨®n se cierra con una instalaci¨®n en v¨ªdeo que firma Luis As¨ªn, a trav¨¦s de la cual el visitante puede entrar en los auditorios de Madrid, Valencia, Murcia y Cuenca para ver c¨®mo afina la orquesta, presenciar los ensayos en las salas de c¨¢mara o contemplar la llegada del p¨²blico a la platea y los palcos. Los auditorios firmados por Garc¨ªa de Paredes en Espa?a son hoy, quiz¨¢, su gran legado. El m¨¢s visible. Esta exposici¨®n rinde homenaje tambi¨¦n a ese otro legado que cuesta m¨¢s ver, pero es igualmente transformador.