¡®Salve Mar¨ªa¡¯: Mar Coll compone un escalofriante cuadro sobre las tinieblas de la maternidad

En su primer poemario, Al manicomio y casi de vuelta, Anne Sexton confes¨® el tormento que supuso para ella la maternidad, la depresi¨®n que sufri¨® por el nacimiento de su primera hija y la tortuosa gesti¨®n de una culpa que jam¨¢s la abandonar¨ªa. Catorce a?os despu¨¦s, en Los cuadernos de la muerte (1974), ¨²ltimo libro que public¨® en vida la escritora estadounidense, Sexton imagin¨® la muerte con la forma de un beb¨¦ que ella acunaba sin descanso. ¡°Dame al ni?o muerto / y lo acunar¨¦ / por ¨²ltima vez¡±, escribi¨®.

Sexton se quit¨® la vida a los 45 a?os, tras varios intentos de suicidio y despu¨¦s de su amiga Sylvia Plath. Ambas dejaron una inc¨®moda y febril obra que le restaba romanticismo a la idea de la maternidad. Eran, por encima de lo dem¨¢s, poetas.

M¨¢s all¨¢ del mito de Medea, la madre que devora a sus hijos, hablar de las tinieblas de dar a luz, de la depresi¨®n y del sufrimiento que experimentan muchas mujeres al ser madres sigue siendo un tab¨² y una contradicci¨®n, a ojos de la sociedad, insalvable.

Salve Mar¨ªa es el tercer largometraje de Mar Coll, quiz¨¢ la m¨¢s precoz de la actual generaci¨®n de nuevas directoras espa?olas: en 2009 sorprend¨ªa con su debut, Tres d¨ªas con la familia, y cuatro a?os despu¨¦s confirm¨® su pulso narrativo con Todos queremos lo mejor para ella. M¨¢s de una d¨¦cada despu¨¦s, Salve Mar¨ªa ¡ªbasada en el libro Las madres no (2019), de Katixa Agirre, y escrita junto a su guionista habitual, Valentina Viso¡ª compone un escalofriante cuadro alrededor de una joven novelista que acaba de ser madre. Esta joven escritora lidia con el cuidado de su beb¨¦ mientras se obsesiona con un suceso: el infanticidio de dos gemelos de 10 meses, ahogados por su madre.

Desde el arranque, Coll nos sumerge en la pesadilla. Lo hace de una manera tan sutil como descarnada, mostrando a trav¨¦s de la rutina de cualquier primeriza hasta qu¨¦ punto una mujer puede sentirse perdida, sola y sin fuerzas con su reci¨¦n nacido en brazos. En esos primeros compases, un elemento del hogar, el cierre averiado de una ventana, marca el fr¨¢gil estado y el declive del personaje principal, interpretado con hondura por la actriz Laura Weissmahr, premiada en la ¨²ltima Seminci de Valladolid por su sobrecogedor trabajo.

Ahogada en una experiencia que la supera, su personaje, Mar¨ªa, se sit¨²a en un lugar l¨ªmite, en una frontera mental inconfesable en la que el rechazo al beb¨¦ lo ocupa todo. Un beb¨¦ que ella cree siempre enfermo, espejo de su propia culpa. Coll plantea esta tragedia con elementos del suspense y un gui?o incluido a Los p¨¢jaros de Hitchcock en una secuencia impactante que condensa todos los fantasmas y toda la angustia de una mujer que transita por un t¨²nel cuya negrura nadie quiere admitir.

La pel¨ªcula no se?ala culpables; evita la tentaci¨®n aleccionadora, aunque el testigo del desmoronamiento, ese padre demasiado ocupado que interpreta Oriol Pla, ejemplifica con su ligereza inicial una manera de observar la crianza desde la barrera que acent¨²a a¨²n m¨¢s la soledad de la madre.

Salve Mar¨ªa enfrenta al espectador a la tragedia de una mujer arrastrada a la repulsi¨®n de su propia carne, ese beb¨¦ cuyos lloros y v¨®mitos destemplan al espectador y cuya extrema indefensi¨®n Coll no pierde nunca de vista. Es una pel¨ªcula trist¨ªsima, que consigue meternos en la piel de una situaci¨®n l¨ªmite, con un intenso crescendo a trav¨¦s de cap¨ªtulos encabezados por citas literarias. As¨ª, entre las palabras de Plath y Eur¨ªpides, resuenan con especial crudeza estas de Simone de Beauvoir: ¡°Se suele decir que las mujeres tienen ¡®enfermedades del vientre¡¯ y es cierto que encierran en ellas un elemento hostil: la especie, que las roe¡±.