Cayetana Guill¨¦n Cuervo: ¡°No pongas mis a?os: muerte al edadismo¡±
La actriz y comunicadora, presidenta de la Academia de las Artes Esc¨¦nicas, se define como ¡°activista cultural¡±. Estos d¨ªas, entrega las medallas de la instituci¨®n a Antonio Banderas y Maribel Verd¨², entre otros, y representa la obra ¡®Pandataria¡¯ por Espa?a.
Llueve a manta sobre Madrid, la autov¨ªa M-40 es un caos de nervios y tr¨¢fico, pero, en el local de Majadahonda, localidad residencial a las afueras de la ciudad donde cita la entrevistada, reina la calma. Es uno de esos bares-cafeter¨ªas-restaurantes-pubs de centro comercial, que sirven a la vez de punto de abastecimiento y club social de los vecinos de las acomodadas urbanizaciones que los rodean. Cuando llegamos, Cayetana Guill¨¦n ya est¨¢ esperando jugando con un sombrero entre fedora y borsalino que ha tra¨ªdo con ella, confiesa, mitad para protegerse ¡°el melen¨®n¡± rubio de la lluvia, mitad para salir con ¡°rollo¡± en las fotos. Est¨¢ claro que controla el medio y el mensaje. Para algo es periodista de carrera, que no de oficio. O s¨ª. Que lo cuente ella.
?La puedo llamar colega? De profesi¨®n, digo.
Claro, y me siento honrada. Pero yo a ti no te lo llamar¨ªa. Precisamente por respeto a vosotros, los periodistas, periodistas, yo me coloco en otro lugar. M¨¢s que periodismo, mi carrera ha sido la del activismo cultural. Un activismo dignificado por mi licenciatura en Periodismo.
Pero meter¨¢ mano en las entrevistas que hace a cineastas en ¡®Versi¨®n espa?ola¡¯, ?no?
La meto, la meto. Por eso no me gusta que me llamen presentadora, sino comunicadora, porque la presentadora puede no tener ni voz ni voto, y yo no podr¨ªa trabajar as¨ª. Tengo un equipo maravilloso, pero creo que puedo aportar el hecho de que yo formo parte del otro lado. Hay un cord¨®n umbilical muy potente con el entrevistado. S¨¦ lo que es estar delante de una c¨¢mara, encima de un escenario, s¨¦ de su vulnerabilidad, sus miedos, sus inseguridades, y s¨¦ cu¨¢l es su ikigai, el sue?o de su vida, que es el m¨ªo.
?A saber?
Pues ese: el activismo cultural. Eso engloba la interpretaci¨®n, el servicio p¨²blico de tantos a?os en Televisi¨®n Espa?ola al servicio de la cultura y, por supuesto, la presidencia de la Academia de las Artes Esc¨¦nicas de Espa?a. Es activismo porque la cultura es prioritaria, necesaria, completa al ser humano. Es el ox¨ªgeno del alma y la vida. No puede ser que la vida sea solo comer y pagar un alquiler Tiene que tener otro vuelo: el de la belleza de la palabra, la m¨²sica, la danza, el cine, el arte.
Y qu¨¦ piensa de quienes dicen que la gente de la cultura son unos ¡°subvencionados¡±.
Me duele, me dan ganas de ir a casa de esa persona y darle informaci¨®n, porque creo de verdad que es desconocimiento. Me dan ganas de llev¨¢rmela conmigo al teatro para que le sacuda el alma. La cultura es el 4% del PIB de este pa¨ªs, alimenta a millones de familias. Una subvenci¨®n no es una propina, sino una ayuda para generar empleo. El hecho art¨ªstico nos dignifica. Y mi activismo cultural tambi¨¦n pasa por cambiar ese tipo de opiniones, sin dar la chapa, con mi mejor sonrisa, mi mejor verso, desde el amor y la bondad, porque la bondad y el amor me parecen revolucionarios.
En Pandataria, la obra con la que est¨¢ girando por Espa?a, se sostiene que el teatro salva vidas. ?c¨®mo?
El simple hecho de poner palabras a tus heridas, a tus emociones, a tu confusi¨®n, a tus duelos, el hecho esc¨¦nico, la liturgia de un teatro, de un cine, la reflexi¨®n que te da herramientas para entenderte y entender al otro en su diferencia, que no te asuste, que te complemente. Todo eso salva vidas. Literalmente.
?Nunca tuvo choque generacional con sus padres, los actores Fernando Guill¨¦n y Gema Cuervo?
Intelectual, jam¨¢s. Pero, claro, tambi¨¦n tuve mi rebeld¨ªa. F¨ªjate que me hicieron legalmente mayor de edad a los 16 a?os ante notario. Yo devoraba libros, viajaba a la India, y me dijeron: ¡°Eres tan libre y tan independiente que te vamos a hacer mayor de edad y ya te apa?as t¨², as¨ª eres responsable penal de tus cosas y a partir de ahora te lo pagas t¨² todo tambi¨¦n¡± [r¨ªe].
O sea, que lo suyo no es ser ¡°hija de¡±.
Cero. Eso es puro desconocimiento. Lo que me pasa es que la gente piensa que soy de una manera que no soy. Todo el mundo lleva su guerra encima y hay que intentar ser amable con todo el mundo porque t¨² no tienes ni idea de contra qu¨¦ est¨¢ luchando.
?Se ha sentido prejuzgada?
En general me siento muy querida y muy afortunada de que la gente se acerque a felicitarme por mi trabajo. Al que est¨¢ 15 horas delante de ordenador nadie le felicita.
?Qu¨¦ recuerda de su padre?
La muerte de mi padre me cambi¨® el mapa de la comprensi¨®n de la vida. Jam¨¢s nos juzgaba. Aparte de ser de una belleza absoluta, era la persona m¨¢s culta que he conocido en mi vida. Sus amigos, toda la generaci¨®n de Fern¨¢n G¨®mez, le llamaban El acad¨¦mico. Me le¨ªa El p¨¦ndulo de Focault con nueve a?os, y le hac¨ªa comentario de texto. De alguna forma le ten¨ªa que sorprender, eso me puso las pilas para toda la vida.
Su madre ha abierto un perfil en Instagram con 88 a?os y tiene m¨¢s de 200.000 seguidores. ?C¨®mo est¨¢?
Mi madre ahora es puro amor. Ha dejado el ego al lado, y date cuenta que mi madre ha sido una diva de otra ¨¦poca, con lo que eso conlleva. Pienso: madre de dios, qu¨¦ mujer: hu¨¦rfana de padre en plena guerra, con dos a?os, sin antecedentes de artistas en la familia, y consigue convertirse en actriz y, con mi padre, en una pareja de ensue?o. Les llamaban los Burton. Ellos s¨ª que lucharon y trabajaron como bestias por la profesi¨®n. Cambiaron en mundo con sus Estudio 1, estrenando a dramaturgos maravillosos en la televisi¨®n que ve¨ªa todo el mundo.
?Ese es su legado?
Su legado es la perseverancia, la constancia, el compromiso, la dignidad y el amor. Todo eso digo en mis discursos de presidenta, sin leerlos, porque me lo creo profundamente, lo llevo dentro y lo cuento con emoci¨®n, vocaci¨®n, cero dogmas y la suficiente ligereza para no dar el co?azo. En la Academia somos casi mil acad¨¦micos de almas distintas, de disciplinas art¨ªsticas distintas, gente diversa y v¨¢lida que todo lo ha conseguido a base de esfuerzo y que pide respeto.
Dice que se propone dignificar las artes esc¨¦nicas. ?No lo est¨¢n?
Todav¨ªa queda. Pero ya noto que nos escuchan, nos reciben, que tienen en cuenta nuestro criterio y nuestros proyectos. Valoro much¨ªsimo la implicaci¨®n del ministro de cultura, Urtasun, que vino a la gala de la Academia reci¨¦n nombrado, pero tambi¨¦n la de la presidenta de la comunidad de Madrid y la del alcalde Almeida. Se sientan en la misma mesa, sonr¨ªen y hablan de ello. Con Cultura hemos firmado la Academia la Unidad de Prevenci¨®n y Atenci¨®n contra las Violencias en el sector audiovisual, por ejemplo.
?Habla de violencia sexual? ?Hab¨ªan percibido un problema en este sentido?
No exactamente. Pero iban saliendo historias de gente concreta, desde el Ministerio de Cultura y la Academia de Cine tuvieron esa iniciativa, se nos invit¨® a nosotros tambi¨¦n y acudimos. No me parece que el nuestro sea un sector que tenga m¨¢s problemas que otros, los problemas est¨¢n tambi¨¦n en los hospitales, entre los abogados, entre los pol¨ªticos, pero nosotros tenemos m¨¢s tribuna.
Usted tiene una carrera larga. ?ha sufrido episodios de abuso o acoso?
No. Parece que me estoy escaqueando, y para nada, soy una t¨ªa que me escaqueo cero de nada. Pero yo no he tenido eso cerca. A m¨ª me ha pasado lo peor que me pod¨ªa pasar, que es una violaci¨®n a los 6 a?os. Te lo estoy contando a ti porque eres de tu medio, y porque lo cont¨¦ en el documental Mapa a Pandataria, que era un lugar de creaci¨®n. Seis personas del elenco contaron cosas muy fuertes confesando que las artes esc¨¦nicas le habian salvado la vida. Y yo cont¨¦ lo m¨ªo. Me sali¨® de dentro. No hab¨ªa hablado de ello en toda mi vida. Me sali¨® as¨ª y all¨ª. Y as¨ª y all¨ª se queda. No dir¨¦ m¨¢s.
?Su papel de presidenta de la Academia le condiciona para pronunciarse, o no, pol¨ªticamente?
Yo hace mucho tiempo que no hablo de pol¨ªtica porque se me ha utilizado much¨ªsimo y no estoy dispuesta a que se use mi energ¨ªa, mi buena fe, mi amor por los dem¨¢s, mi confianza en el otro.
?Qui¨¦n la ha utilizado?
Los medios de comunicaci¨®n han usado mi personaje p¨²blico y no me da la gana. Yo, personaje p¨²blico, quiero que mi nombre tenga la trascendencia en los temas que quiero, no en temas pol¨ªticos.
Me ha pedido que no pusiera su edad en su ficha de presentaci¨®n. ?Por qu¨¦?
Pues, de nuevo, es un activismo frente a las etiquetas. Te pido que no pongas mis a?os: muerte al edadismo. Si t¨² pones la edad, de entrada habr¨¢ gente que no me conozca, y, directamente, me va a ubicar en una energ¨ªa, una generaci¨®n y unas costumbres que no me definen. Y yo quiero que me ubiquen al conocerme, no por mi edad.
Pero si est¨¢ en Wikipedia, como su nombre y sus pel¨ªculas.
La edad te marca m¨¢s que cualquier cosa que me est¨¦s contando, y m¨¢s en una mujer. Entonces, tengo una lucha con eso: j¨²zgame por lo que ves. Igual que no pones el color de pelo, el de ojos, o que tengo la piel seca. ?Por qu¨¦ este dato importa tanto? Mira, yo tengo una pandilla de amigos maravillosa, absolutamente ecl¨¦ctica que va de gente de 15 a 80 a?os. Soy tan feliz con esa gente tan diversa que me parece tan antiguo y tan fuera de todo clasificarlos por la edad.
?Qu¨¦ hace falta para hacer amigos a sus equis a?os?
Qu¨¦ pregunta tan bonita. Yo creo que confiar en el otro. A quien no se atreva, le dir¨ªa que todo est¨¢ en el amor y en la mirada del otro, y en la compa?¨ªa y en compartir cosas. A los amigos, a partir de los 40, los eliges t¨² con tus herramientas.
Pero si va cada uno a lo suyo, sin tiempo para nada.
Pues hija, a m¨ª se me cruzan amigos por la vida que son la maravilla de mi vida. Imag¨ªnate que ahora t¨² y yo conectamos, nos damos los tel¨¦fonos y nos hacemos amigas. ?Por qu¨¦ no? Creo que hay que venir abierta a que t¨² me gustes, lo que no puedo venir es de u?as, tengo que venir con mi mejor versi¨®n y eso pasa por el amor y por la confianza en ti.
Usted siempre luce vestidazos en las alfombras rojas: ?el atuendo importa?
Los premios son una fiesta para celebrar lo que se ha hecho bien. Para celebrar el ¨¦xito de tus compa?eros. Me dejan las joyas, me dejan el vestido, los zapatos, si puedo llevar moda espa?ola, intento dignificarla tambi¨¦n, y al d¨ªa siguiente lo devuelvo todo y sigo con mi activismo cultural porque hay tiempo y lugar para todo. Entonces, para m¨ª, los Goya, y, ahora, los Tal¨ªa, son un lugar de celebraci¨®n, no de reivindicaci¨®n. No critico a quienes lo hacen, pero yo prefiero vivirlos de otra manera.
SE?ORA PRESIDENTA
Cayetana Guillén Cuervo nació en Madrid, en una fecha que es pública, pero que ella pide no concretar aquí, hija de los actores Fernando Guillén y Gema Cuervo. Aunque estudió Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, nunca ejerció la profesión de forma convencional, o eso dice ella. Lleva 20 años siendo la conductora y entrevistadora del programa de divulgación cinematográfica Versión española, en TVE, trabajo que compagina con su presencia en películas y obras de teatro como Pandataria, que está estos días de gira por España. En 2022 fue elegida presidenta de la Academia de las Artes Escénicas de España, cargo por el que, insiste, no cobra "ni un céntimo" y con el que se propone "dignificar" al sector y a sus profesionales.
Babelia
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