El excepcional nivel del Booker 2024: ?qui¨¦n se merece este a?o el prestigioso premio?
El galard¨®n, que se falla ma?ana, pone de relieve el valor insustituible del arte narrativo como forma de enfrentarse al mundo. Entre los favoritos, Percival Everett, Rachel Kushner o Anne Michaels
Instaurado en 1969, el Booker (que se falla el martes en Londres) es uno de los premios literarios m¨¢s prestigiosos del panorama internacional. Verdadero escaparate del estado de salud de la narrativa en lengua inglesa, no se puede optar a ¨¦l. El jurado tiene como misi¨®n rastrillar la producci¨®n novel¨ªstica de todo un a?o en busca de colecciones de cuentos o novelas publicadas en el Reino Unido y / o Irlanda. Hasta 2014 solo pod¨ªan ser consideradas obras de autoras y autores de la Commonwealth brit¨¢nica. A partir de aquel a?o se acept¨® la inclusi¨®n de t¨ªtulos procedentes de Estados Unidos. En 2005 se cre¨® una versi¨®n paralela del premio abierta a obras escritas en otras lenguas y traducidas al ingl¨¦s, el Booker Internacional (la ganadora de este a?o ha sido la alemana Jenny Erpenbeck, con Kair¨®s).
Para hacerse una idea de la relevancia y representatividad del Booker baste decir que entre quienes lo han ganado a lo largo de su historia figuran V. S. Naipaul, John Berger, Nadine Gordimer, William Golding, Salman Rushdie, J. M. Coetzee, Kingsley Amis, Ian McEwan, Julian Barnes, Margaret Atwood o John Banville. Entre los galardonados m¨¢s recientes son dignos de destacar el jamaicano Marlon James y el afroamericano Paul Beatty. No se puede entender el juego infinitamente elusivo de los premios literarios sin tener en cuenta a los perdedores. En el caso del Booker, entre quienes estuvieron a punto de ganar, pero al final no lo consiguieron cabe mencionar a Anthony Burgess, J. G. Ballard, Martin Amis, Zadie Smith y la estadounidense Siri Hustvedt.
El nivel de calidad de las obras tenidas en cuenta en la presente edici¨®n ha sido particularmente excepcional, incluso para los est¨¢ndares del Booker. En la selecci¨®n preliminar el jurado consider¨® 156 novelas, muchas firmadas por autores de gran prestigio internacional. Tras el primer escrutinio quedaron descartados nombres de primer orden. Una exclusi¨®n que caus¨® sorpresa fue la de Intermezzo, la ¨²ltima novela de la irlandesa Sally Rooney, uno de los t¨ªtulos m¨¢s esperados de la temporada. Rooney hab¨ªa sido anteriormente considerada para el premio por Gente Normal. Tampoco logr¨® pasar de la primera fase Long Island, secuela de Brooklyn, la celebrada novela del tambi¨¦n irland¨¦s Colm T¨®ib¨ªn.
No sin dificultades, el jurado logr¨® consensuar los 13 t¨ªtulos integrantes de la ¡°lista larga¡±, conocida como la docena del Booker (juego de palabras con la ¡°docena del baker [panadero]¡±, en alusi¨®n a la supuesta costumbre inglesa de a?adir un pan de m¨¢s a los encargos). De los siete nombres que no lograron pasar a la siguiente fase, todos de gran m¨¦rito, tres merecen especial menci¨®n: Tommy Orange, Hisham Matar y Richard Powers. Orange, de 42 a?os, escritor de origen cheyenne fue el primer nativo americano en ser incluido entre los semifinalistas del Booker en la historia del premio. En 2019 Orange fue finalista del Pulitzer y ganador del American Book Award por su primera novela, There, There. Estrellas errantes, la novela con que opt¨® al premio, lo confirma como uno de los valores j¨®venes m¨¢s firmes del mapa literario estadounidense.
Otro descarte significativo fue el del autor libio-americano Hisam Matar, finalista del Booker en 2006 y ganador del Pulitzer en 2017. Mis amigos, la novela desestimada por los jueces, ha tenido una recepci¨®n extraordinaria. Su exclusi¨®n, como la de la novela de Orange, da la medida del nivel de exigencia y calidad del premio. Con t¨ªtulos como Galatea 2.2, Orfeo o El clamor de los bosques en su haber, sin duda el rechazado de m¨¢s peso entre los semifinalistas es Richard Powers, autor de 14 novelas impecables, ganador del Pulitzer y del National Book Award, entre muchos otros galardones. Al igual que en El clamor de los bosques (finalista del premio en 2018), el medio ambiente es la preocupaci¨®n central de Playground, narraci¨®n ubicada en parte en la min¨²scula isla de Makatea, en la Polinesia francesa.
Mayor¨ªa de mujeres
La expectaci¨®n alcanz¨® cotas inusitadas cuando a mediados del pasado mes de septiembre se dieron a conocer las seis obras finalistas. Dos circunstancias llamaban poderosamente la atenci¨®n. En primer lugar, la diversidad de su origen nacional. Las seis novelas proceden de cinco pa¨ªses: Australia, Reino Unido, Canad¨¢, Estados Unidos (con dos) y, sorprendentemente, Holanda. En segundo lugar, el dato altamente significativo de que cinco de las seis novelas han sido escritas por mujeres, proporci¨®n que jam¨¢s se hab¨ªa dado en los 55 a?os que tiene la historia del premio. Con ser factores importantes, el dato m¨¢s relevante a tener en cuenta es el alto nivel de calidad de las obras, circunstancia que viene a evidenciar la vitalidad y vigencia de la ficci¨®n como forma de expresi¨®n art¨ªstica capaz de dar testimonio, est¨¦tica e intelectualmente, del tiempo en que vivimos.
En contra de lo que con frecuencia se suele o¨ªr, la novela como g¨¦nero no solo sigue evolucionando t¨¦cnica y formalmente, sino que sigue siendo tan relevante social y culturalmente en la era de la informaci¨®n y la inteligencia artificial como lo fue en las ¨¦pocas m¨¢s ¨¢ureas de su historia. No se explica de otro modo la ins¨®lita expectaci¨®n suscitada por el Booker este a?o. No bien se dio a conocer la lista de novelas finalistas se desat¨® una intensa especulaci¨®n acerca de la posible ganadora, como si se tratara de una apuesta. Dos circunstancias de marcado signo ir¨®nico llamaron la atenci¨®n entonces. La primera que, pese a que Estados Unidos fue el ¨²ltimo invitado a la fiesta del Booker, las dos novelas que parecen tener m¨¢s posibilidades de alzarse con el premio son las norteamericanas: James, de Percival Everett, y Creation Lake, de Rachel Kushner. M¨¢s ir¨®nico a¨²n resulta el hecho de que la obra favorita sea la del ¨²nico escritor de la lista.
Con 24 novelas en su haber, el afroamericano Percival Everett no necesita presentaci¨®n. Tras una carrera tan s¨®lida como brillante, trascendi¨® los l¨ªmites del reconocimiento literario cuando Erasure, originalmente publicada en 2001, fue adaptada a la pantalla como American Fiction el a?o pasado, llegando a ser candidata al ¨®scar. En James, considerada su mejor novela y que en Espa?a publica De Conatus, el autor tiene la osad¨ªa de enmendarle la plana a uno de los t¨ªtulos intocables del canon literario de su pa¨ªs, Las aventuras de Huckleberry Finn. Lo hace con suprema elegancia e inteligencia, reescribiendo la obra maestra de Mark Twain de manera a la vez cr¨ªtica y respetuosa. Situada casi a su mismo nivel como probable ganadora, la cr¨ªtica ha dicho de Creation Lake que es la culminaci¨®n de la deslumbrante trayectoria de Rachel Kushner, que incluye t¨ªtulos tan logrados como Los lanzallamas o La habitaci¨®n de Marte. Creation Lake es, entre otras cosas, una historia de eco-terrorismo que mezcla con asombrosa agilidad registros que van del thriller a la novela de ideas, en lo que resulta ser una meditaci¨®n sobre nuestro tiempo tan entretenida como profunda.
Aunque est¨¦ situada en tercer lugar en el r¨¢nking de las especulaciones, una de las mejores novelas del sexteto y una de las m¨¢s originales es Orbital, de la brit¨¢nica Samantha Harvey, sugerente narraci¨®n que da cuenta de las peripecias de seis astronautas de la Estaci¨®n Espacial Internacional en un per¨ªodo de 24 horas, durante las cuales ven 16 amaneceres y otros tantos ocasos. Agil¨ªsima, breve, amena, esta ¡°pastoral del espacio¡± (en palabras de la propia autora), despliega una prosa cient¨ªfica y po¨¦ticamente precisa, dando forma a una ficci¨®n clim¨¢tica que invita a meditar acerca nuestra responsabilidad ante el destino del planeta. No menos lograda es El abrazo, la tercera novela de la poeta canadiense Anne Michaels, un caleidoscopio l¨ªrico de im¨¢genes y recuerdos que reconstruyen la historia de cuatro generaciones de una misma familia por medio de una prosa el¨ªptica de una precisi¨®n y desnudez cercanas al lenguaje de la ciencia. El abrazo, la primera obra narrativa de Michaels en 27 a?os y publicada por Alfaguara en septiembre, mereci¨® encendidos elogios de Margaret Atwood.
Stone Yard Devotional, de la australiana Charlotte Woods, toca un registro diferente narrando la historia de una mujer que ante la cat¨¢strofe del cambio clim¨¢tico y pese a carecer de sentimientos religiosos, decide retirase del mundo refugi¨¢ndose en un convento de Nueva Gales del Sur. Su lectura es una experiencia conmovedora. Cierra la lista, pero no en sentido decreciente en cuanto a calidad, The Safekeep, la primera novela de la holandesa Yael van der Wouden, una historia de familia y amor entre mujeres en la que se lleva a cabo una reflexi¨®n acerca del tratamiento dado en los Pa¨ªses Bajos a los jud¨ªos quince a?os despu¨¦s de la Segunda Guerra Mundial.
No es posible resumir ninguna de estas novelas sin simplificarlas. Tampoco importa mucho cu¨¢l de ellas acabar¨¢ alz¨¢ndose con el premio, que se fallar¨¢ ma?ana en Londres, todas lo merecen. Lo que ponen de relieve como conjunto es el valor insustituible que sigue teniendo hoy el arte narrativo como forma de enfrentarse al mundo y dar cuenta de ¨¦l.
Babelia
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