Elena Manrique, el secreto mejor guardado del cine espa?ol, retrata las miserias de la clase alta andaluza
La veterana productora ejecutiva deslumbra con su debut como directora, ¡®Fin de fiesta¡¯, los desmanes de una rica pija en una hacienda sevillana junto a su criada y a un inmigrante oculto en el cobertizo
![Elena Manrique, directora de cine, la semana pasada en Madrid.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/7SX3LASWLRBF3O2IRVN3MSRWZM.jpg?auth=f838b6e2e9087438e752600feabe66e45e852ad18a1efc44c64fbc162f6bbd33&width=414)
![Gregorio Belinch¨®n](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Faf2fcf40-0f04-4e09-8ac6-2a289ec0a84f.png?auth=6065fc9ace6725c5b61e5b39c1d687f87c6f74c2d39400bb4e40f566b1ca52c2&width=100&height=100&smart=true)
La madrile?a Elena Manrique ha trabajado, como productora ejecutiva, en algunos de los grandes momentazos del cine espa?ol del siglo XXI: El laberinto del fauno, La caja Kovak, El orfanato, Celda 211, Che, Kiki, el amor se hace o El salto. As¨ª que es uno de los grandes secretos del audiovisual patrio: la industria sabe qui¨¦n es, el p¨²blico no. El otro gran secreto es su edad. ¡°Por dios, pon cincuenta y plus¡±. Ni bajo amenazas desvelar¨¢ el dato, un deseo que la emparenta con la protagonista de Fin de fiesta, su primer largometraje como directora estrenado en salas, aunque antes hab¨ªa hecho un mediometraje, Cinema Verit¨¦, Verit¨¦ (2013), para la iniciativa digital #LittleSecretFilm, un modelo de producci¨®n que promueve pel¨ªculas para su estreno gratuito en internet. Fin de fiesta, estrenada hace dos semanas en cines, es la historia de la relaci¨®n entre una se?ora de rancio abolengo sevillana, su criada y un inmigrante que se cuela en la hacienda, una mansi¨®n con pavo real incluido, junto a amigos gorrones, amantes pasajeros y vecinos ah¨ªtos de reconocimiento (y de pillar migajas en sus fiestas).
Con todo, Manrique sufre de s¨ªndrome de impostora. ¡°Hab¨ªa escrito otro guion, pero romp¨ª con mi pareja de los ¨²ltimos 15 a?os y lleg¨® el confinamiento. Me lanc¨¦ a otra historia¡±, se arranca. El s¨ªndrome, que ha acallado por etapas (primero, porque entr¨® en la producci¨®n Bel¨¦n Atienza, que est¨¢ detr¨¢s de los trabajos de J. A. Bayona; despu¨¦s, el paso de su libreto por distintos laboratorios europeos de guion, y finalmente el premio a mejor direcci¨®n debutante en la pasada Seminci de Valladolid). ¡°En el viaje me ha quedado claro que esa se?ora en su finca andaluza se entiende en todo el mundo, porque todos sufrimos la jerarqu¨ªa de clases...¡±. Y se arranca entre risas: ¡°Va, en realidad, es muy mediterr¨¢neo, te puedes imaginar a Isabelle Huppert en una villa en Niza. En cambio, cuando Aki Kaurism?ki habla de inmigraci¨®n, le sale Le Havre. Supongo que las din¨¢micas de poder son distintas seg¨²n los caracteres. Nosotros somos Rinconete y Cortadillo, siempre Berlanga¡±.
![Sonia Barba, en 'Fin de fiesta'.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/ZJ6JZDJ2H5CLNPPAKEGSOPD4O4.jpeg?auth=0a1bd2e2a4009bcd1a3c8b538b29a31e4311e45b84523b9e79421d24f238171e&width=414)
Ahora se r¨ªe con la an¨¦cdota, pero como era una coproducci¨®n con B¨¦lgica se ralentiz¨® la posproducci¨®n, hasta que acabaron la parte desde all¨ª. Una semana despu¨¦s de que Manrique rematara el filme, con su primer t¨ªtulo, y con los cr¨¦ditos completos, sufri¨® un horroroso descarrilamiento: ¡°La pel¨ªcula se llamaba Se acab¨® la fiesta, y a los siete d¨ªas de finalizarla, Alvise P¨¦rez fund¨® su partido pol¨ªtico con ese nombre. Como soy buen¨ªsima haciendo predicciones, dije que no sacar¨ªa ni un voto, que no pasaba nada. Vaya ojo... Me duele porque adem¨¢s es la protagonista la que dice ¡®Se acab¨® la fiesta¡¯. Hubo que cambiar el t¨ªtulo¡±.
Manrique saca la metralleta verbal. Recuerda que cuando, tras haber estado junto a Jimina Sabad¨² con sendos filmes, en la primera edici¨®n de #LittleSecretFilm, entr¨® un patrocinador y en la segunda cosecha no hubo trabajos de directoras. ¡°?Sabes? Estamos acostumbradas a la indiferencia hacia el trabajo de las mujeres, que es tan bestia como la discriminaci¨®n. Pero que eso, que te esperas de la industria grande, nos ocurriera con un proyecto tan indie... Las cosas han ido cambiando, y al menos siento que hay un intento de ser conscientes de que se necesita diversidad de voces¡±.
Tambi¨¦n pens¨® que iba a debutar en la direcci¨®n mucho antes. ¡°Hoy, con mi edad, no voy a dirigir cualquier cosa, sino algo que sienta que tengo que contar¡±. Y es muy consciente de su posici¨®n en el cine espa?ol, y de sus fuertes. ¡°Estudi¨¦ Historia del Arte, mi pel¨ªcula est¨¦ticamente est¨¢ muy cuidada, he usado multitud de referencias, como en la secuencia de la piscina, donde asoman Los nen¨²fares de Monet. O ecos del barroco¡±.
?Qu¨¦ es una productora ejecutiva, la profesi¨®n de Manrique? ¡°Me gusta mucho poner el ejemplo de la arquitectura porque es una profesi¨®n donde se junta lo art¨ªstico, lo econ¨®mico y muchas disciplinas. Un arquitecto no tiene por qu¨¦ saber todo sobre resistencia de materiales, habr¨¢ un ingeniero, un cristalero, un carpintero, un encofrador, jardineros... En el cine, si el productor es el promotor, el que pone el dinero, y el director el arquitecto, yo ser¨ªa el capataz: har¨¦ que la obra se realice en los plazos acordados, sin salirnos del presupuesto. Y ajust¨¢ndote tambi¨¦n a lo que pide el director¡±.
![Edith Mart¨ªnez Val, en 'Fin de fiesta'.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/YBWJY7TDT5BIHGKHPUAFRLEHEU.jpg?auth=17c04a38905eb642b9764e458fd5ba398130c0105a8af6f85142340784b86ff0&width=414)
La directora vuelve a la fauna de Fin de fiesta, y a la actriz que la protagoniza, Sonia Barba, junto a Beatriz Arjona (Solos en la noche) y Edith Mart¨ªnez-Val (El salto). ¡°Sonia pas¨® por 30 pruebas. Le hice sufrir much¨ªsimo, pero es que yo necesitaba estar muy segura de qui¨¦n ser¨ªa mi Carmina. Por cierto, Sonia estuvo en mi mediometraje¡±. Carmina es caprichosa, pija, bipolar, manipuladora, tendenciosa, arrogante, acostumbrada a que la gente le baile el agua. Como un rey absolutista, espera que el pueblo la entretenga, atraviesa la multitud entre halagos y besos. ¡°Sonia es una persona que tiene una fisicalidad muy especial, una forma de hablar muy especial, es muy elegante, y encima procede de la performance. Domina su cuerpo y al p¨²blico de manera impresionante. Es muy larga y creer¨ªas que pod¨ªa ser patosa, y para nada. Encima, perteneci¨® a una banda punk, donde tocaba la bater¨ªa, as¨ª que comprende muy bien los beats, el ritmo¡±.
![Elena Manrique, en Madrid.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/UAAYDRSGOBAQLLA4TOQXY4UWEM.jpg?auth=236aa1f88be2e2d5b1a2fe0a5f0df0b9336d389ed480e7cc7057e9ba96156c6c&width=414)
?Ha conocido Manrique a muchas Carminas? ¡°S¨ª, pero creo que, adem¨¢s, todos tenemos alguna Carmina, o alg¨²n Carmino, en nuestro interior. Tengo una amiga desde la universidad, que ahora es m¨¦dico, que no es Carmina, pero procede de un pueblo sevillano muy cercano a donde rodamos con un entorno muy carminil. Y cada vez que yo iba all¨ª, las espiaba. Soy parlanchina y voyeur, y adem¨¢s nac¨ª en Madrid de una familia del norte de Espa?a, es decir, que esas Carminas andaluzas las sent¨ªa muy lejanas. Mi amiga me dio acceso a un mundo fascinante¡±.
La directora se despide esperando que ¡°todo el mundo entienda que esto es una s¨¢tira y una cr¨ªtica a las jerarqu¨ªas de poder, a la visi¨®n que tenemos sobre el otro¡±. Y desarrolla: ¡°Tambi¨¦n me apetec¨ªa hablar de la solidaridad entre las clases humildes, porque hay hoy un discurso para las clases humildes de enfrentamiento muy orquestado y muy manipulado por ciertos sectores de la prensa, blogueros, se?oros absurdos y se?oras locas. Intentan que se olvide que las clases populares siempre han sido solidarias; y en el momento que ya no es un emigrante m¨¢s, sino que esa persona tiene nombre y cara, surge esa solidaridad que a m¨ª me parece conmovedora¡±.
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