Huguette Caland: reivindicar a la artista libanesa en medio de la guerra

A veces las casualidades hacen que el arte acuda puntual a su cita con la historia. La exposici¨®n Huguette Caland. Una vida en pocas l¨ªneas, inaugurada la ma?ana del martes en el Museo Nacional Reina Sof¨ªa de Madrid, que pretende reivindicar la obra de una de las artistas m¨¢s importantes (y m¨¢s pol¨ªticas) del Oriente Medio contempor¨¢neo, no puede estrenarse en un momento m¨¢s pertinente: 30 de las obras ni siquiera han podido llegar al centro madrile?o desde L¨ªbano por la situaci¨®n b¨¦lica en la que est¨¢ inmersa la zona.

¡°La obra est¨¢ en parte incompleta¡±, explicaba la comisaria de la exposici¨®n, Hannah Feldman, catedr¨¢tica de arte contempor¨¢neo en la universidad de Pensilvania, graduada en Harvard y doctora especializada en descolonizaci¨®n en el arte. ¡°Una treintena de las piezas no ha podido llegar porque en el momento de obtener permisos de traslado desde L¨ªbano no estaba vigente el alto el fuego¡±, ha explicado. Las obras han sido sustituidas por otras, pero para Feldman, estadounidense, la situaci¨®n es preocupante en un momento ¡°en que el presidente de mi pa¨ªs quiere hacer una limpieza ¨¦tnica en Gaza y el espacio a¨¦reo de L¨ªbano est¨¢ tomado por Israel¡±, ha denunciado.

La exposici¨®n es inmensa. Abierta al p¨²blico desde el mi¨¦rcoles 19 de febrero hasta el 25 de agosto, se trata de la primera gran retrospectiva dedicada a la libanesa en Europa. Consta de m¨¢s de 300 obras de Caland (1931-2019) distribuidas en 12 salas, en todos los formatos, aunque lo principal es la pintura. ¡°Una pintura llena de carne y que es todo un di¨¢logo profundo con las tradiciones de Oriente Pr¨®ximo¡±, en palabras de Manuel Segade, director del Reina Sof¨ªa, que se?alaba que una exposici¨®n as¨ª es ¡°necesaria para hacer memoria del arte contempor¨¢neo en la regi¨®n, y ensanchar la comprensi¨®n hist¨®rica de la posici¨®n de las mujeres en Oriente Pr¨®ximo desde los a?os sesenta¡±. Aunque la exposici¨®n no fue dise?ada (se empez¨® a gestar hace a?os por el anterior director, Manuel Borja-Villel) en este contexto geopol¨ªtico concreto, no se puede negar su pertinencia, sobre todo teniendo en cuenta la vocaci¨®n pol¨ªtica que siempre tuvo Caland: ¡°Ella dijo que su medio no era la pintura ni escultura, sino la propia vida; arte y vida, mezcladas, como arte y pol¨ªtica, en toda su obra¡±, ha sostenido la comisaria Feldman.

¡°Huguette Caland siempre dijo que arte y pol¨ªtica son inseparables¡±, declaraba esta ma?ana Dirk Luckow, director del Deichtorhallen de Hamburgo, la instituci¨®n junto a la que el Reina Sof¨ªa ha creado esta muestra y hacia donde las obras partir¨¢n en octubre. ¡°Desde el cuerpo femenino y su importancia en el arte y la pol¨ªtica, la suya es una obra multifac¨¦tica que mezcla lo pol¨ªtico con lo grotesco, lo solemne con lo vital, y que habla de alguien que siempre busc¨® con todas sus fuerzas romper con las convenciones¡±.

Hija ¨²nica del que luego fuera primer presidente de la Rep¨²blica Libanesa, Bechara El Khoury, la vida de Caland fue fascinante y transcurri¨® entre Beirut, Los ?ngeles y Par¨ªs. ¡°Es conocida por obras en las que se centra en su propio cuerpo, y se ha hecho hincapi¨¦ en el erotismo de algunos de sus cuadros, pero su obra iba m¨¢s all¨¢: reivindic¨® la libertad femenina en todas sus formas, tambi¨¦n como creadora¡±, sosten¨ªa Feldman. ¡°Para Caland, la figura de la mujer fue una gran inquietud. Especialmente las mujeres palestinas¡±, de hecho, en 1969 fue cofundadora de Inaash, ¡°una ONG que, hasta hoy, sigue ayudando a mujeres palestinas refugiadas en L¨ªbano¡±, ha explicado la comisaria, que ha dedicado cuatro a?os de investigaci¨®n entre California, el emirato de Sharjah, Beirut y Los ?ngeles para sacar adelante la exposici¨®n.

La exposici¨®n, cronol¨®gica, abarca desde los a?os sesenta hasta los 2000, cinco d¨¦cadas representadas en m¨¢s de 300 obras distribuidas por un espacio inmenso que abarca una docena de salas del museo madrile?o. Desde su primer cuadro, el casi monocromo y rojizo Red sun / Cancer, que cre¨® tras la muerte de su padre a causa de esta enfermedad, hasta su vertiente m¨¢s experimental en los noventa, pasando por las que quiz¨¢ sean sus m¨¢s famosas creaciones, los Bribes de corps (retazos de cuerpos), cuadros de mayor tama?o, de colores vivos y formas abstractas, generalmente redondeadas, que transmiten una sensaci¨®n de carnalidad y caricia.

Lo cierto es que en una retrospectiva tan amplia hay espacio para todo: obras influidas por la guerra civil libanesa (de 1975 a 1990 y en la que murieron 150.000 personas), que le inspir¨® cuadros de tonos pastel en los que se agolpan caras, torsos mutilados, ap¨¦ndices colgantes. Obras que viran hacia los tonos pastel en los ochenta, abstracciones puras de tinta sobre papel japon¨¦s, collages con peri¨®dicos o fotograf¨ªas, vestidos nour, tapices, obra escrita en cuadernos, un filme, esbozos en papel¡­ Todo ello muestra de la personalidad insobornablemente ecl¨¦ctica y en perpetua redefinici¨®n est¨¦tica durante m¨¢s de cinco d¨¦cadas, en la que, adem¨¢s, las formas de la sexualidad se van haciendo m¨¢s expl¨ªcitas con el paso de los a?os, cuando crec¨ªa su incesante ritmo de producci¨®n.

¡°Hasta ahora, Occidente ha sido incapaz de ver la complejidad de su obra¡±, cerraba esta ma?ana Feldman. ¡°Su arte se basaba en llegar a nuestra identidad a trav¨¦s de los otros, las convenciones sociales, minor¨ªas vulnerables por g¨¦nero o nacionalidad, el dinero, el amor, y, al final, el envejecimiento y la mortalidad¡±, ha explicado. Una vida en pocas l¨ªneas, por cierto, es una frase de su obra, pero en realidad estaba dedicada a su marido, Paul; la de Huguette Caland es imposible que quepa en tan poco espacio.