Regresa Corto Malt¨¦s, m¨¢s c¨ªnico y m¨¢s consciente de la violencia de un mundo que cambia
¡®La l¨ªnea de la vida¡¯, la nueva aventura del ic¨®nico personaje de Hugo Pratt, se sit¨²a en la olvidada revoluci¨®n cristera mexicana
En tiempos de los abisinios o ahora mismo, hay que echarle ganas a la vida. Hay que tomar decisiones a cada momento, nunca sabemos lo que va a pasar, y hay que tirar adelante hasta el abrupto final. Nadie dijo que fuera f¨¢cil ¡ªa veces puede resultar atroz¡ª, pero tiene sus momentos entretenidos. Lo que m¨¢s se le acerca a esa descripci¨®n es la palabra aventura. Eso se desprende de las lecturas de Corto Malt¨¦s, alter ego so?ado y personaje creado por Hugo Pratt, grand¨ªsimo dibu...
En tiempos de los abisinios o ahora mismo, hay que echarle ganas a la vida. Hay que tomar decisiones a cada momento, nunca sabemos lo que va a pasar, y hay que tirar adelante hasta el abrupto final. Nadie dijo que fuera f¨¢cil ¡ªa veces puede resultar atroz¡ª, pero tiene sus momentos entretenidos. Lo que m¨¢s se le acerca a esa descripci¨®n es la palabra aventura. Eso se desprende de las lecturas de Corto Malt¨¦s, alter ego so?ado y personaje creado por Hugo Pratt, grand¨ªsimo dibujante, escritor, tambi¨¦n soldado adolescente con Mussolini, int¨¦rprete de los aliados en Italia durante la Segunda Guerra Mundial, investigador de las guerras indias en la Guerra de la Independencia norteamericana, reconocido mas¨®n, delicado guitarrista y actor ocasional en telenovelas argentinas y pel¨ªculas como Mala sangre, de Leos Carax.
Como Pratt (R¨ªmini, 1927-Lausana, 1995), Malt¨¦s hace lo que puede para moldear su destino. El mismo personaje lo explic¨® en La balada del mar salado ¡ªsu primera historia¡ª que transcurre en los meses finales de 1913, a bordo de un submarino alem¨¢n cerca de las islas Melanesias, en el Pac¨ªfico: ¡°Cuando era ni?o me di cuenta de que me faltaba en la mano la l¨ªnea de la fortuna. Entonces cog¨ª la navaja de afeitar de mi padre, y ?ZAS!... Me hice una a mi gusto¡±.
Ahora, en La l¨ªnea de la vida (Norma, 2024), el nuevo ¨¢lbum de Malt¨¦s, firmado por los espa?oles Juan D¨ªaz Canales y Rub¨¦n Pellejero, el marino de La Valeta se enfrenta otra vez a la espinosa cuesti¨®n del destino. Esta vez la historia transcurre en M¨¦xico durante las guerras cristeras, ocurridas entre 1926 y 1929, una d¨¦cada despu¨¦s de la revoluci¨®n de Pancho Villa y Emiliano Zapata, y que enfrent¨® al ej¨¦rcito mexicano contra milicias de insurgentes cat¨®licos que se opon¨ªan a la legislaci¨®n anticlerical de la Constituci¨®n de 1917.
En esas tierras, Corto se reencuentra con la hechicera vud¨² Boca Dorada, quien al leerle la mano le advierte que la l¨ªnea de la vida se le est¨¢ acortando, a lo que el marino responde: ¡°Puedo alargarla con una navaja. No ser¨ªa la primera vez que lo hago¡±. As¨ª empieza su nueva aventura, tratando de ganarle d¨ªas a la muerte.
En esta ocasi¨®n Corto se muestra algo m¨¢s adulto, m¨¢s consciente del dolor de la violencia y, a la vez, quiz¨¢s un poco m¨¢s c¨ªnico. Pero sigue siendo el mismo. ¡°A veces act¨²a de forma desinteresada, y otras de forma individualista. Vive de lleno el conflicto entre las revoluciones sociales y el capitalismo, que entonces a¨²n era incipiente¡±, dice D¨ªaz.
Autor del c¨¦lebre c¨®mic Blacksad, D¨ªaz es el guionista responsable de inventar las nuevas aventuras de Malt¨¦s. Para ello sigue el rastro en los relatos anteriores firmados por Pratt, a la busca de huecos en su biograf¨ªa ficticia, como esos turbulentos a?os mexicanos de finales de la d¨¦cada de los 20.
¡°M¨¦xico es un sitio donde te imaginas perfectamente a Corto Malt¨¦s¡±, explica D¨ªaz, entre otras cosas porque Am¨¦rica Latina fue fundamental para Pratt en su formaci¨®n como persona y como contador de historias. ¡°Era un mundo completamente diferente a la Europa de la que ven¨ªa ¨¦l, lleno de posibilidades, con mucho por conocer y por explorar¡±, advierte D¨ªaz.
Luz y libertad
Como en anteriores episodios, en La l¨ªnea de la vida Corto tambi¨¦n se ve vapuleado por las corrientes de la Historia, reflejando retazos de la intrahistoria m¨¢s cotidiana, acompa?ado siempre por personas con nombres propios o apodos, pero nunca con multitudes amorfas. Esta vez, Corto trata de conseguir dinero para arreglar su velero La Ni?a de Gibraltar ¡ªel nombre con el que se conoc¨ªa a su madre¡ª vendiendo piezas de jade en Yucat¨¢n, pero acaba envuelto en ese conflicto civil olvidado. En sus andanzas, se tropieza con personas reales como el aviador Charles Lindbergh, el cura guerrillero Jos¨¦ Reyes Vega o el arque¨®logo estadounidense Edward Herbert Thompson.
Y, como en relatos anteriores, se reencuentra tambi¨¦n con personajes ficticios ya conocidos por los lectores. Son figuras como la de Banshee O¡¯Danann, revolucionaria irlandesa y antiguo amor de Corto en Las C¨¦lticas, que en el trazo de Pratt y tambi¨¦n en el de Pellejero tiene los labios exactos de Gisela Dester, una novia de Pratt de Buenos Aires. O figuras como la de Rasput¨ªn, asesino buscavidas y amigo-enemigo de Malt¨¦s, tal vez su reflejo m¨¢s oscuro, aqu¨ª reconvertido en el padrecito Raspa, un cura cat¨®lico que apoya a los insurgentes por su propio inter¨¦s.
Como ya hac¨ªa Pratt, en La l¨ªnea de la vida D¨ªaz y Pellejero privilegian los espacios abiertos, y nos sumergen el mar, los desiertos y el cielo. El ¨¢lbum transmite una luz casi cegadora, una omnipresencia solar que es buscada: ¡°S¨ª, es un factor creativo m¨ªo. El guion es una pista de las cosas que dibujar¨¦. A partir de ah¨ª intento transmitir sensaciones, el ambiente que me imagino de ese momento y ese tiempo concreto¡±, detalla Pellejero.
A trav¨¦s de la investigaci¨®n, de la documentaci¨®n, del guion, del trazo, del color y de la composici¨®n de cada p¨¢gina, prestando mucha atenci¨®n al arte secuencial de las vi?etas, tal y como hac¨ªa el maestro Pratt, D¨ªaz y Pellejero nos llevan hasta all¨ª. Y en ese ambiente abrasador, como un prisma atravesado por un rayo de sol, Corto ilumina las m¨²ltiples perspectivas pol¨ªticas, sociales y morales de las personas con las que se cruza en su camino.
Fue con una figura tan poli¨¦drica como la de Corto Malt¨¦s con la que Pratt se invent¨® el comic para adultos. Con ¨¦l, la historieta alcanz¨® una dimensi¨®n in¨¦dita, un nuevo lugar donde evocar atm¨®sferas, deseos y pensamientos m¨¢s all¨¢ de los esquemas de la infancia. Porque a lo largo de sus sucesivas aventuras logra transmitir conceptos tan et¨¦reos como los compromisos ¨¦ticos que aparecen y luego se esfuman, los vaivenes de la amistad, el coste de ser libre, los tr¨¦mulos amores, las infinitas necedades de la guerra, las dudas morales y el placer del encuentro con otras personas en distintas tierras.
De Alaska a la guerra en Espa?a
A?os despu¨¦s de fallecer Pratt, D¨ªaz y Pellejero, autores de c¨®mic de renombre internacional, fueron escogidos por Cong ¡ªla compa?¨ªa que administra y promociona el patrimonio art¨ªstico prattiano¡ª, para emprender las nuevas aventuras de Malt¨¦s y publicarlas por todo el mundo. Y as¨ª lo hicieron en Bajo el sol de medianoche (2015), Equatoria (2017), El d¨ªa de Tarowean (2019), y Nocturno Berlin¨¦s (2022), publicados por Norma Comics. Un trabajo de una gran responsabilidad porque Malt¨¦s es un icono cultural.
¡°S¨ª, es un sue?o que no es sue?o pero es sue?o¡±, sonr¨ªe Pellejero frente a un caf¨¦ en un bar de Badalona. A la hora de enfrentarse al marinero malt¨¦s y a su mundo ¡°no hay que ponerse cors¨¦s y hay que dejar revolotear la sensaci¨®n de riesgo¡±, afirma el dibujante catal¨¢n, autor de la serie Dieter Lumpen. ¡°Juan y yo respetamos ciertos c¨®digos. Pero por suerte desde el principio nos dieron mucha libertad, y qued¨® claro que no ten¨ªamos que hacer una copia de la obra de Pratt, y que era interesante tambi¨¦n mostrar nuestra propia personalidad¡±, detalla.
De la exploraci¨®n de las extensiones heladas del Gran Norte, de la Rep¨²blica de Weimar y de las guerras cristeras hace ya mucho tiempo, pero como pasa con otros personajes de talla universal, la figura de Corto es contempor¨¢nea. ¡°Es un personaje que aporta una mirada muy moderna, por eso es un cl¨¢sico. Tiene una mirada realista, muy poco maniquea, y vive conflictos de hace cien a?os pero que nos resultan muy actuales¡±, reflexiona D¨ªaz. Tal vez es porque mantiene una esencia humana que nos interpela tambi¨¦n ahora. ¡°Es muy evocador, un personaje que pertenece a un momento de la Historia en que era un poco bisagra, como ahora¡±, dice el historietista madrile?o.
Corto vive en la b¨²squeda permanente de momentos, de sensaciones, de tesoros y lugares. Es un tipo que sigue siendo lib¨¦rrimo, un ap¨¢trida que sabe muchas cosas, pero no quiere responsabilidades, y tira adelante, porque, como dice ¨¦l mismo, ¡°quedarse en el pasado es igual que custodiar un cementerio¡±. Pero D¨ªaz subraya un detalle: los a?os pasan, pero en sus aventuras Corto contin¨²a viajando en velero. ¡°Parece una especie de resistencia a la industrializaci¨®n del mundo, y tambi¨¦n los medios de comunicaci¨®n de masas¡±, apunta.
Ahora, como antes, sigue siendo un antih¨¦roe realista, que a veces dice ¡°no lo s¨¦¡± y que se reconoce cobarde ante circunstancias que lo superan. Es alguien que sabe que no puede cambiar el mundo y al que solo le importa su c¨ªrculo m¨¢s cercano. ¡°Aunque en el fondo siente mucha empat¨ªa por los dem¨¢s, y tambi¨¦n tiene arrebatos idealistas¡±, se?ala D¨ªaz.
En La l¨ªnea de la vida, al acabar de leerle la mano, Boca Dorada le dice que la muerte le acecha y habla espa?ol, pero a¨²n no sabemos si las pr¨®ximas historias de Corto transcurrir¨¢n por tierras espa?olas. ¡°Las primeras pistas que fue dejando Pratt es que Corto desaparec¨ªa en la Guerra Civil espa?ola, no que mor¨ªa. As¨ª que ya veremos. No tenemos ning¨²n tipo de prohibici¨®n, y si queremos explicar la presencia de Corto en la Guerra Civil, lo podemos hacer¡±, apunta D¨ªaz. Y prosigue: ¡°De hecho, Corto en la guerra espa?ola es algo pertinente. Los dos ¨²ltimos ¨¢lbumes siguen un cierto orden cronol¨®gico. No sabemos si ser¨¢ el n¨²mero siguiente, o de aqu¨ª dos o tres¡ Es una posibilidad¡±.
Hay tiempo por delante. Seg¨²n advirti¨® el propio Pratt en una entrevista en 1991 con este mismo peri¨®dico, Corto Malt¨¦s muere loco en 1967, en Chile. Por tanto, hasta la pr¨®xima historia, el secreto se mantiene. En este comp¨¢s de espera, se puede hacer caso al personaje de Rasput¨ªn, quien en una ocasi¨®n, cuando un compa?ero de desventuras le pregunt¨® a d¨®nde hab¨ªa que ir, contest¨®: ¡°?D¨®nde vamos? ?Pues... hacia la vida! ?Vamos cretino!¡±.