Los seguidores adoran a Timoth¨¦e Chalamet, incluso cuando se vuelve can¨ªbal
El actor encarna en la Mostra de Venecia a un devorador de carne humana en ¡®Bones and All¡¯, su segundo filme con Luca Guadagnino tras ¡®Call Me By Your Name¡¯. ¡®Athena¡¯, de Romain Gavras, filma la guerra en una ¡®banlieu¡¯
Una estrella del cine se mide por su carrera. Sus premios, sus grandes pel¨ªculas, sus interpretaciones inolvidables. Aunque hay otra forma, m¨¢s r¨¢pida, de descubrir los astros que m¨¢s brillan: basta pasearse ante la alfombra roja del festival de Venecia a primera hora de la ma?ana. Algunos d¨ªas, apenas unos pocos fieles se encuentran acampados, m¨¢s de 10 horas antes, para ver al fin, por la noche, a sus ¨ªdolos. Cuando el certamen acoge a Timoth¨¦e Chalamet, sin embargo, el pu?ado se vuelve horda. Seguro que buena parte de los y las expectantes se comer¨ªa al actor a besos. Su personaje en Bones and All, en cambio, ir¨ªa mucho m¨¢s all¨¢: devorar¨ªa a sus seguidores. Porque el chico m¨¢s adorado de Hollywood vuelve a trabajar con Luca Guadagnino, el director que le lanz¨® en Call Me By Your Name, en una especie de road movie can¨ªbal por los Estados Unidos. Aunque la pel¨ªcula m¨¢s esperada de la tercera jornada de concurso no saci¨® las expectativas.
El propio certamen, en realidad, dej¨® a los cin¨¦filos con hambre de m¨¢s calidad. Bones and All, basado en la novela hom¨®nima de Camille DeAngelis, sigue el periplo de una joven marginada (Taylor Russell) en busca de respuestas a sus extra?as pulsiones. Y Athena, de Romain Gavras, se centra en otros parias sociales: narra la revuelta en una banlieu. Ambas comparten una intenci¨®n: iluminar a los que est¨¢n fuera de los focos. Aunque tambi¨¦n les une un defecto: bella realizaci¨®n, marco precioso. Pero ?y el contenido? Justo lo contrario de A Couple, tercer filme en competici¨®n: el eterno Frederick Wiseman, a sus 92 a?os, propone su primera obra de ficci¨®n tras m¨¢s de 60 documentales. El texto ¡ªinspirado en la correspondencia entre Sofia Bers y su esposo, el escritor Lev Tolst¨®i¡ª seduce, pero se ve traicionado por el formato: un mon¨®logo donde casi solo var¨ªa el fondo natural ante el que la actriz principal, Nathalie Boutefeu, declama sus frases.
¡°Siento amor familiar y amical, tambi¨¦n por Taylor, por Luca. Para el otro amor a¨²n soy muy joven¡±, sonri¨® Chalamet para liberarse de una de las primeras preguntas en la rueda de prensa. M¨¢s abajo, entre los seguidores, la respuesta habr¨ªa probablemente despertado una ovaci¨®n de esperanza. Aunque luego el actor tambi¨¦n lanz¨® un mensaje m¨¢s sombr¨ªo, hablando de la marea de juicios que disparan las redes sociales: ¡°Es dif¨ªcil vivir hoy. El derrumbe de la sociedad est¨¢ en el aire¡±, sentenci¨®. ¡°Todos durante la pandemia hemos experimentado un aislamiento social, y aun as¨ª hemos necesitado los contactos para entender qui¨¦nes somos. En el guion, hay profunda decepci¨®n por la vida. Es la historia de quien pertenece a una profec¨ªa y no puede sustraerse de ella. Un alma truncada¡±, agreg¨® el int¨¦rprete.
¡°Mi ambici¨®n cinematogr¨¢fica es tener el control del trabajo que hago, y a la vez abandonarme al placer absoluto de colaborar con amigos, gente que pertenece a mi familia y que contribuye, con su gran creatividad, a generar una obra colectiva¡±, afirm¨® Guadagnino, que afronta su primera pel¨ªcula rodada en EE UU. Cuando se dijo que Call Me By Your Name mostraba el despertar homosexual, el cineasta contest¨® que simplemente contaba el comienzo de la pasi¨®n, en general. Estos d¨ªas, est¨¢ explicando que, a trav¨¦s de la pulsi¨®n de comer a otros seres humanos, Bones and All reflexiona sobre el amor, ¡°su imposibilidad y su necesidad¡±. A su pesar, resulta inevitable pensar tambi¨¦n en Arnie Hammer, el otro protagonista de Call Me By Your Name, actor ca¨ªdo en desgracia precisamente tras ser acusado de canibalismo y en el centro de una pol¨¦mica serie estrenada estos d¨ªas.
Bones and All sigue a Maren, una chica como cualquiera. Hasta que, de golpe, desgarra a dentelladas el dedo de una amiga. Su padre huye, la joven se queda sola con sus fantasmas y emprende un viaje para encontrar a su desaparecida madre. Por el camino, se cruza con otros ¡°comedores¡± como ella. Y con ciudades, carreteras y gentes olvidadas. Hay que reconocerle a Guadagnino el valor de arriesgar, intentar siempre algo distinto. Y en este caso construye una premisa intrigante, para llevar al espectador hacia cualquier direcci¨®n. Sin embargo, Bones and All apenas se mueve de su punto de partida. M¨¢s all¨¢ de los dilemas identitarios y el deseo de sentirse en comunidad, el filme es lo que anuncia: el viaje de una joven can¨ªbal. Correcto, muy bien hecho. Pero el director de la Mostra, Alberto Barbera, adelant¨® que era ¡°la pel¨ªcula m¨¢s profunda sobre los EE UU marginados realizada por alguien que no sea de all¨ª¡±. A posteriori, le hizo un flaco favor al largo.
De Athena ¡ªque se ver¨¢ en Netflix el 23 de septiembre¡ª Barbera dijo que filmaba las violentas protestas en una periferia francesa ¡°como una guerra¡±. En este caso acert¨®. Es un hecho. El primer plano secuencia, espectacular, relata c¨®mo se prende la mecha: el joven Idir ha muerto bajo los golpes de la polic¨ªa. Uno de sus hermanos pide justicia, pero calma, y convoca una marcha pac¨ªfica. Otro, sin embargo, enciende y arroja un c¨®ctel molotov contra una comisar¨ªa. Se desata, pues, el caos. La c¨¢mara lo sigue siempre de cerca, lo contagia a las butacas, se adentra en las barricadas o entre los escudos de los antidisturbios. ¡°Quer¨ªamos una iconograf¨ªa importante, que el p¨²blico no tuviera el tiempo de reflexionar, como les sucede a los personajes¡±, cont¨® Gavras ante la prensa. Pero su obra pone tanto esfuerzo en realizar un artefacto impecable que se olvida de llenarlo de sentido.
Los peligros de la testosterona y la radicalizaci¨®n son temas ya muy desmenuzados. El destino de los personajes se intuye pronto y se olvida r¨¢pido. Al rev¨¦s, el recuerdo de pel¨ªculas que contaron el malestar en una banlieu y su inevitable ep¨ªlogo con emoci¨®n y maestr¨ªa, como El odio, de Mathieu Kassovitz, o Deephan, de Jacques Audiard, no ayuda.
Gavras ha reconocido en su obra los ecos de las ¡°tragedias griegas que han marcado¡± su vida y educaci¨®n. ¡°Este filme podr¨ªa estar ambientado en cualquier ¨¦poca. Tras cada guerra se esconde una manipulaci¨®n, una mentira original. Siempre hay fuerzas en la sombra que nutren a la oscuridad¡±, agreg¨® el director. Quiz¨¢s, pues, la novedad que aporte Athena sea un dedo acusador hacia la l¨ªder de extrema derecha francesa Marine Le Pen y, m¨¢s en general, contra quien sopla sobre las brasas del odio. Una alusi¨®n tan directa, eso s¨ª, que resulta de brocha gorda. Tal vez, por lo menos, Gavras consiga que el p¨²blico tome nota. Hoy. Y la pr¨®xima vez que vote.
Babelia
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