El espacio cura
Antrop¨®logos, m¨¦dicos y dise?adores idean, con los arquitectos Clara Murado y Juan Elvira, un m¨®dulo adaptable, instalable en apenas diez horas, para tratamientos de leucemia
El ejercicio f¨ªsico puede ayudar a acelerar la curaci¨®n del c¨¢ncer infantil en un 17%. Incrementa las posibilidades de supervivencia, aten¨²a los efectos secundarios del tratamiento y mejora la autoestima y la calidad de vida de los ni?os con leucemia. De esa informaci¨®n parti¨® la Fundaci¨®n Unoentrecienmil. Quer¨ªan apoyar esa mejora instalando zonas de ejercicio en algunos hospitales de Espa?a. ?D¨®nde ubicarlas? ?C¨®mo hacerlo? ?Se pod¨ªa dise?ar un m¨®dulo adaptable a los diversos edificios? Consultaron con los arquitectos Clara Murado y Juan Elvira. Ellos, por su parte, pidieron ayuda a antrop¨®logos, m¨¦dicos y dise?adores industriales. Juntos idearon un pabell¨®n industrializado que han llamado La Aceleradora. La primera Aceleradora, el prototipo de tantas otras, se acaba de inaugurar en el hospital La Paz de Madrid.
¡°El proyecto est¨¢ pensado de forma modular para que se pueda instalar en distintos hospitales con distintos condicionantes. A partir de un cat¨¢logo de unidades dimensionables, acabados interiores en madera de arce y exteriores en chapa met¨¢lica y otros ¡°enchufables¡±, cada Aceleradora se adaptar¨¢ a las necesidades de cada hospital¡±, explican los arquitectos. Se trata de una soluci¨®n com¨²n, pero no id¨¦ntica. Es flexible y adaptable. Pero hay algo m¨¢s: el pabell¨®n llega para ayudar y para no molestar. Este primer prototipo se construy¨® durante dos meses en una nave y se instal¨® en solo 10 horas, durante una sola noche, para no interferir con el funcionamiento del hospital.
Los interiores de madera buscan alejarse del ambiente hospitalario. En La Paz, para llegar al pabell¨®n, los ni?os tienen que abandonar la torre a trav¨¦s de una ventana. Una rampa de madera salva esa diferencia de altura y desembarca en el pabell¨®n circular de conexi¨®n. Una vez en La Aceleradora, los ni?os acceden a un programa terap¨¦utico no farmacol¨®gico de actividad f¨ªsica.
El trabajo de investigaci¨®n lo comenzaron los antrop¨®logos entrevistando a pacientes, familias y a t¨¦cnicos sanitarios e investigadores. A partir de ese estudio comenz¨® el trabajo.
Los arquitectos propusieron ubicar el pabell¨®n sobre una cubierta para salir del hospital de La Paz, sin salir. Es un espacio exterior convertido en un nuevo interior. Rompe la monoton¨ªa del edificio principal, acoge y adentra en una secuencia de espacios contiguos.
Cada espacio est¨¢ dedicado a una actividad y tiene cualidades materiales y lum¨ªnicas emparentadas, pero diferentes. La suma conforma un espacio ¨²nico desde el acceso hasta la terraza ajardinada. La secuencia de episodios del pabell¨®n est¨¢ construida para facilitar las necesidades de todos los que la usan, pacientes, familias y el personal que les atiende.
Llegar a esta primera aceleradora ha sido un ejercicio de convertir un inconveniente en ventaja. Una rampa de madera de arce que zigzaguea desde el corredor perimetral hasta el umbral en la fachada de la torre, rompe el orden cartesiano del hospital y adentra en otro mundo. El primer espacio fuera de la torre es una sala de espera que permite a los pacientes y acompa?antes sentarse en un banco semicircular desde el que pueden ver la plaza exterior y los espacios de ejercicio. Esa geometr¨ªa curva resuelve el contacto entre la rampa y el pabell¨®n principal. La segunda sala, iluminada con tres lucernarios orientados a norte, contiene las m¨¢quinas para el ejercicio supervisado. Un laboratorio contiene la maquinaria necesaria para registrar los avances de la investigaci¨®n. Y el ¨²ltimo espacio es una terraza exterior cubierta, orientada a sur, que protege al laboratorio de la incidencia del sol en verano, y que contiene un peque?o jard¨ªn de especies aut¨®ctonas.
Con estructura met¨¢lica, panel sandwich y tableros en contrachapado de madera en el interior, los sistemas de climatizaci¨®n emergen al interior mediante perforaciones en los tableros de madera. El pabell¨®n contiene todo el cuerpo de instalaciones en su interior, y s¨®lo se conecta a la red existente de agua, la electricidad y los gases medicinales del hospital. Todas las ventanas de la fachada a la plaza del hospital son fijas y la ventilaci¨®n cruzada est¨¢ resuelta mediante ¨®culos ciegos que, al abrirse en las dos fachadas largas, garantizan la renovaci¨®n del aire.
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