Panorama de la arquitectura espa?ola

En los ¨²ltimos d¨ªas han coincidido dos momentos significativos a la hora de tomarle la temperatura a la producci¨®n arquitect¨®nica nacional. De uan lado, se han fallado los premios FAD, con un veredicto que puede interpretarse como amplitud de miras o indecisi¨®n. De otro, se ha inaugurado una muestra en el Disseny Hub de Barcelona que califica a la pen¨²ltima generaci¨®n de arquitectos.

En la Reggio School que Andr¨¦s Jaque y su estudio Office for Political Innovation construyeron en Madrid, el jurado de los FAD interpret¨® una alegr¨ªa expresiva y un inter¨¦s en cuestionar y actualizar la educaci¨®n cercana a la que Elena Orte y Guillermo Sevillano, de Suma Arquitectura, desplegaron en la Biblioteca Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez en el barrio barcelon¨¦s de San Mart¨ª. Esta biblioteca ya fue premiada, en agosto de este a?o, por la Federaci¨®n Internacional de Asociaciones e Instituciones Bibliotecarias como la mejor del mundo. As¨ª, aunque siempre se ha discutido si un premio ex aequo es, en realidad un premio, distinguir dos opciones, casi contrapuestas (la marca y la ligereza, la construcci¨®n de un idioma nuevo o la actualizaci¨®n de la tradici¨®n), es una manera de resumir sin elegir. Un ejercicio casi contrario al realizado por Carme Riba y Joan Roig a la hora de juzgar una generaci¨®n posterior a la suya unida en su necesidad de encontrar un idioma capaz de recuperar la confianza de la sociedad.

La exposici¨®n Los nuevos realistas. Arquitectura catalana y balear desde la crisis de 2008 ofrece un retrato de una nueva generaci¨®n de estudios de arquitectura y de su obra, desarrollada entre las convulsiones pol¨ªticas, econ¨®micas y sociales de los ¨²ltimos 15 a?os. Se trata de un grupo que, en ese tiempo, ha redefinido los par¨¢metros de la arquitectura en esos territorios. C¨®mo ha sido esa redefinici¨®n lo han descrito los comisarios. Ribas y Roig coincidieron ambos con Enric Miralles en las aulas de la Escuela de Arquitectura de Barcelona. Primero como alumnos (los profesores eran Moneo o Pi?¨®n y Vilaplana) y luego dando clase ellos mismos. Los 32 proyectos que han elegido pertenecen, sin embargo, mayoritariamente a gente que estudi¨® en la Escuela de Arquitectura del Vall¨¦s.

En ellos, los comisarios han valorado una parte de la arquitectura espa?ola ¨Cla catalana y la balear- para concluir que Los nuevos realistas han redefinido los par¨¢metros de su disciplina. Explican que ¡°como en otros campos art¨ªsticos, la arquitectura tambi¨¦n se ha visto peri¨®dicamente sacudida por la irrupci¨®n de alg¨²n grupo iconoclasta que replantea los cimientos creativos sobre los que trabajar. Al cabo de unos a?os, este canon se convierte en obsoleto y un nuevo grupo rehace el camino de sus antecesores estableciendo otro muy distinto¡±. El caso es que esta generaci¨®n parece m¨¢s rescatadora que iconoclasta. M¨¢s dispuesta a reconstruir que a destruir. Tal vez por ello, se presenta como m¨¢s cercana a casi tres generaciones anteriores -la mejor de la modernidad de postguerra- en su manera comprometida de aprovechar recursos, actualizar tradiciones y asumir con humildad.

¡°La relaci¨®n con el usuario o habitante de las obras¡±. ¡°En esta generaci¨®n se ha generado, incluso, un cierto nivel de coproducci¨®n as¨ª como la eclosi¨®n de cooperativas¡±, sostienen. Roig y Ribas destacan adem¨¢s las administraciones p¨²blicas ¡°que impulsan y apoyan ahora modificaciones esenciales en la manera de abordar el compromiso ambiental y la transformaci¨®n de los modos de habitar¡±.

La falta de acabados ¨Chabituales- caracteriza muchos de estos proyectos que obtienen, a cambio, una nueva naturalidad. Pero no todo es resta en esta arquitectura. El ladrillo coincide en las obras con el policarbonato y la actualizaci¨®n de la tradici¨®n con la b¨²squeda de otra expresi¨®n pl¨¢stica en una obra a la vez arraigada y m¨¢s ligera. Humilde y sin embargo transformadora. Tal vez por eso, las ventanas ¨Cfrente a muros cortina- y los filtros ¨Clas celos¨ªas o las galer¨ªas actualizados- sean los elementos arquitect¨®nicos que resumen la sustituci¨®n de lo minimal (el grosor de los cierres) por la perforaci¨®n de los macizos en las fachadas para reforzar el aislamiento, controlar la iluminaci¨®n y humanizar, en suma, la arquitectura.

En este marco, el panorama de la arquitectura reciente espa?ola podr¨ªa resumirse como concienciado social y energ¨¦ticamente, esencialmente participativo y capaz de actualizar la tradici¨®n con, claro, excepciones que confirman la regla y que, en realidad, tambi¨¦n remiten a la tradici¨®n cuando el espect¨¢culo y el experimento eran lo escaso y la excepci¨®n.