San Isidro, de la pachorra de los alguacilillos a los 62 avisos en los primeros 18 festejos

Hasta ayer, jueves, se han celebrado 18 festejos en esta feria de San Isidro de 2024: 14 corridas de toros, un espect¨¢culo de rejoneo y las 3 novilladas anunciadas en el ciclo madrile?o. El cartel de ¡°no hay billetes¡± se ha colgado 9 tardes, se han cortado 11 orejas y dos veces se ha abierto la Puerta Grande.

Tiempo habr¨¢ para analizar m¨¢s en profundidad lo sucedido, bueno y malo, en esta larga feria, pero valgan, por el momento, unos ligeros detalles, muy serios unos y con una pizca de humor ir¨®nico otros, que se han repetido durante los d¨ªas pasados.

Alguacilillos

Acudes a la plaza con toda la ilusi¨®n, suenan los clarines y timbales, salen los alguacilillos y se te cae el alma a los pies. No hay dos jamelgos con menos marcialidad y gracia en toda la caba?a equina espa?ola que los que montan la alguacililla y el alguacilillo de Las Ventas. Y lo mismo se podr¨ªa decir de la amazona y el caballero. Por fortuna, no tienen que despejar el ruedo, raz¨®n de su existencia, porque ser¨ªa un verdadero espect¨¢culo por la tristeza innata de los animales y la pachorra de los uniformados. Total, que se pierden diez minutos preciosos que bien se podr¨ªan ahorrar. Ya que no tienen nada que despejar, que, al menos, no nos depriman. ?Un poquito de m¨¢s alegr¨ªa, por favor¡­!

P¨²blico

Nueve tardes de ¡®no hay billetes¡¯ y tres llenos m¨¢s son muchos miles de espectadores. Es verdad, y no es novedad, que abunda el p¨²blico triunfalista y orejero, pero ese es, hoy por hoy, el cimiento m¨¢s s¨®lido de la tauromaquia moderna.

Radicales

Hay algunos aficionados convencidos, seg¨²n su comportamiento, de que son m¨¢s puros cuanto m¨¢s alarde hacen de su radicalismo. Pitan, hacen sonar palmas de tango y aconsejan a gritos a destiempo y sin motivo, Desv¨ªan la atenci¨®n de lo que sucede en el ruedo, faltan el respeto al torero y revientan la faena. Nada tienen que ver estos radicales con los aficionados exigentes y sabios que se hacen presentes cuando la ocasi¨®n de verdad lo requiere. Hay otros reventadores que beben en exceso y en su delirio lanzan vivas a Espa?a como si esta necesitara del apoyo del alcohol.

El novillero Jarocho ha sido hasta ahora el ¨²nico torero de a pie que ha abierto la Puerta Grande

Toreros

Tras el buen sabor de boca que dej¨® Diego Urdiales el primer d¨ªa, Rom¨¢n pudo salir por la Puerta Grande al siguiente ante dos toros de Fuente Ymbro. Perera, sin cortar trofeos, ha demostrado que est¨¢ en un excelente momento de madurez profesional. El descabello rob¨® un triunfo grande a Emilio de Justo. Gin¨¦s Mar¨ªn, sin suerte, ha brillado a buen nivel, al igual que el colombiano Juan de Castilla con la corrida de Miura, y Jorge Mart¨ªnez la tarde de su confirmaci¨®n. El gaditano David Galv¨¢n sorprendi¨® gratamente el 22 de mayo con un toreo de hondura art¨ªstica ante los astifinos toros de El Torero y refrend¨® ayer su buena imagen. Juan Ortega protagoniz¨® una labor primorosa a un inv¨¢lido que fue protestado, y Talavante dej¨® detalles de calidad, excesivamente premiados con una primera oreja, y otra que pase¨® este mi¨¦rcoles pasado. Entre los novilleros, el gran triunfador ha sido Jarocho (vuelta al ruedo y dos orejas) ante exigentes novillos de Fuente Ymbro; un trofeo pasearon Alejandro Pe?aranda e Ismael Mart¨ªn la misma tarde, y Samuel Naval¨®n dio una vuelta al ruedo el 14 de mayo y otra Alejandro Chicharro el martes 28. A caballo sobresali¨® el joven Guillermo Hermoso de Mendoza que sali¨® por la Puerta Grande.

Toros

Solo tres toros han sido devueltos a los corrales: el d¨ªa 21 de mayo, uno de Fuente Ymbro; el 26, uno de Montalvo, y ayer, otro de El Cortijillo; y dos novillos de Guadaira, el d¨ªa 28.

Han destacado las corridas de Fuente Ymbro, La Quinta, El Torero, Conde de Mayalde, y dos toros por encima de los dem¨¢s: Orgulloso, de Fuente Ymbro, al que Rom¨¢n cort¨® una oreja, y Bastonito, de Baltasar Ib¨¢n, lidiado por Francisco de Manuel.

Trofeos

Once orejas (Rom¨¢n, Tom¨¢s Rufo, Guillermo Hermoso (2), los novilleros Alejandro Pe?aranda, Ismael Mart¨ªn y Jarocho (2), David Galv¨¢n y Alejandro Talavante (2 en dos corridas) y ocho vueltas al ruedo (Diego Urdiales, Rom¨¢n, los novilleros Samuel Naval¨®n, Jarocho y Alejandro Chicharro, Tom¨¢s Rufo, Miguel ?ngel Perera y Emilio de Justo) es un balance exiguo para los toros de buena nota que se han lidiado y el tribunal generoso que ha poblado los tendidos. A algunos toreros les ha podido la responsabilidad, y otros han fallado en la suerte suprema.

Avisos

Sesenta y dos avisos ¡ªtodo un r¨¦cord¡ª se han escuchado en lo que va de feria, se?al inequ¨ªvoca de que la inmensa mayor¨ªa de los toreros, por no decir todos, carecen del sentido de la medida del tiempo y abusan, y de qu¨¦ manera, de la paciencia de los espectadores. El galard¨®n al m¨¢s pesado se lo otorg¨® a s¨ª mismo Roca Rey la tarde que recibi¨® tres recados en un toro.

La gesta de la feria la ha protagonizado Juan de Castilla el d¨ªa 19 al lidiar dos corridas duras: por la ma?ana, en Francia, y por la tarde, los miuras en Madrid

Descabellos

Hace ya tiempo que se habla de la necesaria reforma de la reglamentaci¨®n que acelere la muerte del toro y evite la agon¨ªa del animal. Esta feria ha ofrecido reiteradas muestras de que se trata de una necesidad apremiante. Muchos toreros prefieren no utilizar el descabello y exponen a la concurrencia a un espect¨¢culo lamentable y evitable que debiera estar penalizado.

La gesta

La gesta de lo que va de feria la ha protagonizado Juan de Castilla. El domingo 19 de mayo por la ma?ana lidi¨® una corrida concurso en la localidad francesa de Vic Fezensac, y por la tarde, los Miura en Madrid. En ambas demostr¨® que es un torero que pide paso. Y la guinda: esa misma noche volvi¨® a levantarse a las tres y media de la madrugada en Guadalajara para comenzar a las cinco su jornada laboral en una empresa de paqueter¨ªa de Coslada.

Y los areneros.

Sucede en esta plaza un caso curioso y sorprendente con los areneros. Cuando toros, caballos o cabestros dejan sus excrementos en el ruedo o se forma un charco de sangre tras la ejecuci¨®n de la estocada, estos empleados acuden sol¨ªcitos con sus rastrillos y azadas y hacen un peque?o mont¨®n con los residuos. Si estos est¨¢n cercanos a las rayas del tercio los mueven con sus rastrillos, pero si los despojos est¨¢n en los medios los recogen en unas peque?as cestas. ?D¨®nde los llevan? Parecer¨ªa l¨®gico que los trasladaran a unos contenedores de basura fuera del ruedo, pero no. Empujan los residuos con los rastrillos o los trasladan en las cestas hasta las tablas de la barrera, y all¨ª, debajo del estribo, los depositan. Ser¨¢ una costumbre, extra?a sin duda, que no es l¨®gica ni est¨¦tica ni higi¨¦nica.

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