Novela negra y pol¨ªtica: dos potentes novedades y dos cl¨¢sicos para comprender mejor el mundo
La selecci¨®n incluye dos ¡®thrillers¡¯ de reciente aparici¨®n, una obra de Jorge Ibarg¨¹engoitia y, de remate, una gu¨ªa de lectura de Leonardo Sciascia


Hoy buscamos claves en la ficci¨®n para entender un mundo complejo sin olvidar la perspectiva literaria. Ofrecemos a los lectores el an¨¢lisis de un thriller magn¨ªfico sobre las turbulencias en el Brasil de principios de siglo (Brazilian Psycho), otro de altura sobre la pol¨ªtica en el sur de EE UU (Una muerte justa) y la recuperaci¨®n de dos cl¨¢sicos reeditados: por un lado, de Jorge Ibarg¨¹engoitia (Dos cr¨ªmenes) y por otro, para rematar, una gu¨ªa de lectura de las excelentes ficciones criminales de Leonardo Sciascia que ha ido publicando Tusquets.
Brazilian Psycho, Joe Thomas (Salamandra, traducci¨®n de Rita da Costa Garc¨ªa). Culminaci¨®n, en todos los sentidos, de un cuarteto perturbador, este libro es un ejercicio literario de primer nivel que utiliza los esquemas de la novela negra para darnos un thriller pol¨ªtico, varias historias de misterio, una de iniciaci¨®n y encuadrarlo en un marco social e hist¨®rico fascinante. El escenario es S?o Paulo, urbe infinita, capital de Latinoam¨¦rica, nido de v¨ªboras, para¨ªso de unos cuantos ricos, hogar de muchos millones de pobres. All¨ª vivi¨® el autor 10 a?os; desde su balc¨®n, ten¨ªa una panor¨¢mica de la favela de Parais¨®polis, uno de los grandes escenarios de la novela. La acci¨®n se inicia en 2003 y abarca hasta la llegada de Bolsonaro. El hilo conductor de la trama es el crimen, una serie de cr¨ªmenes de odio, y la lucha de unos pocos contra quienes lo quieren tapar, por un lado, y contra la indiferencia generalizada, por otro.
Thomas sabe que esto no puede andar solo, por mucho que el planteamiento y el escenario sean espectaculares, y carga el peso en una serie de personajes. Tenemos a Mario Leme y Ricardo Lisboa, tan distintos y tan unidos por lo esencial, desde ya una de las mejores parejas de polic¨ªas de la novela negra contempor¨¢nea. Est¨¢n acompa?ados por Renata, esposa de Leme, antigua empleada en una firma de inversi¨®n, ahora activista local. En medio se sit¨²a Rafa Nascimento, un joven de las favelas a trav¨¦s del que vemos la relaci¨®n estrecha entre las pandillas y el poder. Pero es su historia de amor y lucha por salir del agujero la que nos interesa. En el otro lado, destaca Ray Marx, un personaje de ¨¦poca, un antiguo agente de la CIA, conseguidor al servicio del capital despiadado, heroin¨®mano y bon vivant. ?l vertebra la parte oscura de la narraci¨®n y el lector puede llegar a creer que est¨¢ en manos de James Ellroy. ¡°Es mi personaje preferido¡±, me contaba Thomas en BCNegra hace algunas semanas. Enhebrar todas estas l¨ªneas narrativas, tramas e historias y que tengan un sentido final y ¨²nico es complicado. Thomas lo consigue y aporta un lenguaje entre lo callejero y lo sublime que la traductora mantiene con clase al pasar al espa?ol. David Peace dijo que est¨¢bamos ante algo al nivel del American Tabloid de Ellory. Piensen tambi¨¦n en las novelas sobre el narco de Don Winslow. El adjetivo ¨¦pico, tan manoseado, adquiere aqu¨ª todo su sentido.
Una muerte justa, John McMahon (RBA, traducci¨®n de Andr¨¦s Iriarte). El calado pol¨ªtico de esta novela se ve desde las p¨¢ginas iniciales: un asesino entra en un colegio, mata a un profesor y toma rehenes. El pol¨ªtico m¨¢s poderoso de la zona llama al protagonista, un polic¨ªa del que ahora hablaremos, para que dispare al asaltante ya que lo tiene a tiro. ?l se siente obligado. ?Por qu¨¦? Porque le debe un favor al pol¨ªtico, uno muy grande que se hunde en el interior oscuro de este polic¨ªa de nombre P. T. Marsh, protagonista de esta y otras dos novelas anteriores (tambi¨¦n publicadas por RBA y tambi¨¦n bastante buenas, pero no hace falta leerlas antes, por muy recomendable que sea). Para que se hagan una idea, Marsh es de la estirpe del Charlie Parker de John Connolly (tambi¨¦n en aquello que le atormenta, pero no diremos m¨¢s por si alguien quiere leer las primeras entregas). Y para que se hagan otra: es el policial m¨¢s puro de cuantos hemos elegido hoy y se lee solo. Una referencia m¨¢s: el procedimental es del estilo de las historias de Bosch de Michael Connelly, investigaci¨®n que va de ac¨¢ para all¨¢, muy bien montada, tanto que uno se olvida de la pol¨ªtica, pero vuelve a aparecer porque est¨¢ agazapada en la motivaci¨®n final de todo. Subrayar la solvencia como personaje de su compa?era, Remy Morgan, la ¨²nica que ve luz en la complejidad de nuestro h¨¦roe, su complemento perfecto.
Todas las referencias anteriores tienen sentido por la diversidad de las propuestas. En este caso, la tercera parte de Una muerte justa acelera y todas las pistas sembradas al inicio adquieren sentido dentro de un contexto de violencia (contenida), y conspiraci¨®n de altos vuelos (propia de este tipo de historias, sobre todo en Estados Unidos) en la que aun as¨ª hay espacio para detalles del personaje (sus perros, su soledad, su suegro, su alcoholismo) que atan al lector a este tipo atormentado, al l¨ªmite, pero que funciona. ¡°Siempre hay alg¨²n malvado nuevo que no conocemos¡±, dice Marsh casi al final. Se encuentra todo tan bien engarzado que no se puede contar mucho m¨¢s.
Leonardo Sciascia: gu¨ªa de lectura para diseccionar el poder
El autor siciliano es uno de los grandes exponentes del alcance pol¨ªtico de la novela negra cuando se sabe ejecutar con esa intenci¨®n. Todas las obras citadas han sido publicadas por Tusquets, que est¨¢ haciendo una gran labor de recuperaci¨®n y reuni¨®n de los textos del escritor. El autor de El caso Aldo Moro (aqu¨ª estar¨ªamos en la no ficci¨®n, aunque a veces no lo parezca, como ocurre con La desaparici¨®n de Majorana) tiene un cl¨¢sico absoluto para empezar: Todo modo. Si no lo han le¨ªdo, tienen permiso para dejar este art¨ªculo y hacerse con un ejemplar cuanto antes. La cumbre de la iron¨ªa pol¨ªtica a partir de un inicio curioso: un grupo de gerifaltes (banqueros, industriales, periodistas, curas¡ y algunas mujeres) se re¨²nen para meditar en un hotel apartado, al que tambi¨¦n llega el padre Gaetano. En ese ambiente id¨ªlico y t¨¦trico a la vez hay un asesinato. Y llaman a la polic¨ªa, y todo se complica.

Hay buenos personajes, pero es m¨¢s una novela coral, no tanto El caballero y la muerte, en la que sale mi protagonista preferido de toda esta selecci¨®n: Vice, un detective desahuciado que investiga el asesinato de un poderoso abogado y pol¨ªtico, un crimen aparentemente cometido por unos terroristas que se hacen llamar los Hijos del 89, en alusi¨®n a la Revoluci¨®n francesa. Una novela que hace honor a eso de ¡°nada es lo que parece¡± pero en la que, sobre todo, se ven retratadas las cloacas del poder. Cualquier lector de Sciascia estar¨¢ echando de menos su novela m¨¢s c¨¦lebre, El d¨ªa de la lechuza, pero ya llega su turno. Un alba?il y contratista muere asesinado cuando est¨¢ a punto de subir al autob¨²s para ir a Palermo. Los testigos huyen y nadie quiere tener nada que ver. Ya saben: la ley del silencio. Nunca la habr¨¢n visto retratada as¨ª. Es lo que tiene Sciascia. Cuando se les acaben las novelas (hay m¨¢s, pero estas son las esenciales) vu¨¦lquense en los ensayos.
Dos cr¨ªmenes, Jorge Ibarg¨¹engoitia, (Machado libros). La obra menos convencional y m¨¢s al l¨ªmite del g¨¦nero de todas las presentadas hoy. En este caso, la pol¨ªtica es detonante m¨¢s que materia principal pero, como buenos marxistas, sus protagonistas creen que todo es un acto pol¨ªtico. Menos negra aunque m¨¢s ir¨®nica que su excelente Las muertas (tambi¨¦n recuperado en fechas recientes por esta misma editorial), lo que nos presenta este cl¨¢sico mexicano en este libro es lo siguiente: dos j¨®venes de izquierdas tienen que huir de M¨¦xico capital cuando se les acusa de un atentado y de andar en la preparaci¨®n de otros. Con el objetivo de sobrevivir, Marco y la Chamuca se separan. Marco acaba en el campo, en la casa de su t¨ªo, un hombre adinerado y enfermo rodeado de un reba?o de sobrinos que solo quieren que muera para heredar. La llegada del joven primo, ausente tantos a?os, desata todo tipo de pasiones, inquinas y conspiraciones. Cuando el lector se est¨¢ preguntando de qu¨¦ va todo eso (aunque siga entretenido con las intrigas de ese grupo de aves de rapi?a y su amargado t¨ªo) entra en juego un extra?o investigador, cambia la perspectiva y todo fluye. Aqu¨ª gana sentido el planteamiento de la primera parte. Los hechos se aceleran siempre dentro del gusto de Ibarg¨¹engoitia por la narraci¨®n sencilla y sin casi acci¨®n. El final tiene una sorpresa triste y may¨²scula.
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