La guerra de las palabras

Cuando el Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Ham¨¢s, cifra los fallecidos bajo las bombas de Israel, utiliza en sus comunicados oficiales la palabra ¡°m¨¢rtir¡±, un concepto en el que incluye a cualquiera que muera en el contexto del conflicto con Israel, ya sea un miliciano o un ni?o. Cuando informa el Gobierno israel¨ª, llama ¡°terroristas¡± a los palestinos muertos, sin distinguir cu¨¢ntos son combatientes, aunque la mayor¨ªa de las v¨ªctimas no lo sean.

Este uso del lenguaje en el marco de una guerra no es inocente; forma parte de la propaganda de cada bando y obliga a ser extremadamente cuidadoso en el uso de las palabras. La redactora jefa de Internacional, Luc¨ªa Abell¨¢n, destaca la dificultad ante lo que ocurre en Oriente Pr¨®ximo de guardar ¡°la proporcionalidad en el enfoque informativo¡±. Un ejercicio endiablado en el que resulta imposible contentar a todos los lectores.

Desde la matanza de Ham¨¢s del 7 de octubre de 2023, pr¨¢cticamente cada semana llegan cartas con quejas porque EL PA?S les parece demasiado escorado a uno u otro lado. ¡°Toda la informaci¨®n sobre el tema se realiza desde el punto de vista de Israel¡±, critica Esther Prieto. ¡°Este peri¨®dico est¨¢ demasiado inclinado a defender a los palestinos que votaron y eligieron a Ham¨¢s¡±, cuestiona Rumen Yordanov.

En esta situaci¨®n, es necesario mostrar con transparencia el lenguaje que la Redacci¨®n ha elegido de manera deliberada, fruto de una reflexi¨®n profesional interna que se inici¨® el mismo 7-O:

La l¨ªnea editorial. La postura de EL PA?S sobre Oriente Pr¨®ximo no ha cambiado en el casi medio siglo de vida del peri¨®dico bajo el mando de siete directores. Lo explica el subdirector de Opini¨®n, Javier Rodr¨ªguez Marcos, quien recuerda que EL PA?S se ha mostrado siempre inequ¨ªvocamente a favor de las resoluciones de la ONU ¨Dque defienden desde 1947 la idea de la convivencia en paz de dos Estados: uno jud¨ªo y otro palestino¨D, pese a que no se cumplen.

Tras el ataque del 7 de octubre, el peri¨®dico se ha pronunciado categ¨®ricamente en contra del terrorismo de Ham¨¢s y Hezbol¨¢ apoyado por Ir¨¢n y a favor de ¡°la leg¨ªtima defensa de Israel, pero en contra de la respuesta desproporcionada e indiscriminada de su actual Gobierno¡±. A una democracia como Israel, contin¨²a Rodr¨ªguez Marcos, se le debe exigir un mayor respeto a los derechos humanos y el cumplimiento del derecho internacional.

Testigos. El cierre informativo de Gaza por parte de Israel ha impedido a los reporteros de EL PA?S entrar en la Franja. La informaci¨®n se consigue a trav¨¦s de testigos, contactados a trav¨¦s de aplicaciones de m¨®vil, y ofrecer versiones alternativas a las oficiales exige un esfuerzo redoblado. En cambio, en Israel s¨ª es posible informar sobre el terreno, al igual que en L¨ªbano. En Beirut trabaja Antonio Pita, corresponsal de EL PA?S para Oriente Pr¨®ximo, desde primeros de septiembre. All¨ª, dice, es m¨¢s f¨¢cil ir al lugar de los hechos y contar con testimonios recogidos presencialmente. Sin embargo, cuenta, la realidad es a¨²n diferente a la de Gaza: en L¨ªbano, una quinta parte de la poblaci¨®n ha tenido que abandonar sus casas, pero hay zonas que no han sufrido bombardeos; en la Franja, los gazat¨ªes han sido obligados a desplazarse varias veces y todo el territorio ha sufrido ataques.

Terrorista. Pita recuerda que no existe un consenso internacional sobre la definici¨®n de ¡°terrorismo¡±, porque el debate en torno al concepto se ha politizado tanto que no hay acuerdo. ¡°Se usa m¨¢s como arma arrojadiza que para aportar claridad¡±, afirma. ¡°Sin hablar de los contextos y de c¨®mo se perciben en Occidente y en el Sur Global. Es, adem¨¢s, m¨¢s f¨¢cil calificar como terrorista un acto que una organizaci¨®n¡±. Luis de Vega, enviado especial a Jerusal¨¦n, a?ade que Espa?a no incluye a Ham¨¢s y Hezbol¨¢ en el listado de organizaciones terroristas, aunque s¨ª lo hacen la UE y Estados Unidos.

Ham¨¢s. ¡°Llamamos a Ham¨¢s organizaci¨®n o movimiento, porque act¨²an como un agente pol¨ªtico que controla y gobierna Gaza desde 2007¡å, afirma Abell¨¢n. Es tambi¨¦n frecuente que a los miembros del brazo armado se les llame milicianos, porque responden a una jerarqu¨ªa.

Hezbol¨¢. Se identifica como partido milicia chi¨ª. ¡°Hezbol¨¢ ejerce labores de gobierno y controla redes sanitarias y organizaciones sociales en el L¨ªbano¡±, aclara la redactora jefa de Internacional. ¡°El poder de Hezbol¨¢ en L¨ªbano es m¨¢s complejo que el de Ham¨¢s, porque ejerce un poder de Estado dentro de otro Estado¡±, a?ade Pita.

Israel. Una de las dificultades para los redactores es c¨®mo sustituir la palabra ¡°Israel¡± en los titulares para evitar repeticiones, porque no es posible la f¨®rmula tradicional de utilizar el nombre de la capital. El Gobierno israel¨ª ha fijado su sede en Jerusal¨¦n, a la que Israel ha nombrado su capital. Sin embargo, la comunidad internacional no reconoce esta decisi¨®n y, adem¨¢s, los palestinos tambi¨¦n aspiran a que sea la capital de su futuro Estado.

Palabra eludida. Una de las preguntas m¨¢s repetidas de los lectores es por qu¨¦ EL PA?S no califica de ¡°genocidio¡± los ataques de Israel sobre la poblaci¨®n palestina. Antonio Pita cree que no le corresponde al peri¨®dico determinarlo, sino al Tribunal Internacional de Justicia de La Haya, donde est¨¢ ahora bajo investigaci¨®n. Se trata, recuerda, de un delito particularmente complejo, porque implica demostrar la intencionalidad en el exterminio, total o parcial, de un grupo de poblaci¨®n.

Matar y sus sin¨®nimos. Otra de las cr¨ªticas perennes es el uso de ¡°matar¡± y ¡°asesinar¡± como sin¨®nimos en una misma frase, verbos que se intercambian en los textos unas veces para recordar la matanza de israel¨ªes a manos de Ham¨¢s del 7-O, otras para los palestinos bombardeados por Israel. Estos lectores reprochan asimetr¨ªa de trato seg¨²n el uso que se haya dado ese d¨ªa: ¡°La descripci¨®n de un mismo hecho (matar a un ser humano) se describe de diferente manera para unos y otros¡±, escribe el lector Carlos L¨®pez-Aguirre. ¡°En definitiva, matices que dicen mucho de lo que se piensa¡±.

Llama la atenci¨®n c¨®mo en la espiral de violencia del conflicto se asume que el verbo ¡°matar¡± es as¨¦ptico, como si no tuviera la connotaci¨®n de gravedad que se da a ¡°asesinar¡± u otros sin¨®nimos, cuando tambi¨¦n significa ¡°quitar la vida a un ser vivo¡± y es un delito. El conflicto en Oriente Pr¨®ximo es lo suficientemente grave y profundo. Basta con describir los hechos con profesionalidad, sin cargar las palabras. En mi opini¨®n, esta es una elecci¨®n que respeta la inteligencia de los lectores, para que sean ellos, ustedes, quienes se formen su propio criterio.

Para contactar con la defensora puede escribir un correo electr¨®nico a defensora@elpais.es o enviar por WhatsApp un audio de hasta un minuto de duraci¨®n al n¨²mero +34 649 362 138 (este tel¨¦fono no atiende llamadas).