"No os da verg¨¹enza agredir entre tantos a un chaval"
Manuel R¨ªos Su¨¢rez, aficionado del Deportivo, muri¨® tras recibir una doble patada de k¨¢rate en el h¨ªgado propinada por un ultra de su propio equipo
La escalada de violencia que acab¨® con la muerte del aficionado del Deportivo Manuel R¨ªos Su¨¢rez, nacido en A Coru?a el 18 de mayo de 1972, de una patada de un hincha de su propio equipo empez¨® a las 20.45 dentro del estadio. Los 34 agentes del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa, muchos de ellos de las Unidades de Intervenci¨®n Policial (UIP), se encontraron con una turba de unos 300 miembros de la pe?a Riazor Blues que hab¨ªan aislado en un grader¨ªo de los otros 5.000 espectadores que apenas cubr¨ªan el cemento del estadio de San L¨¢zaro. Los ultras hab¨ªan sido "embolsados" en lo que se denomina la jaula, pero ya a la hora citada lanzaron dos bengalas ardiendo al campo, seg¨²n se relata en las diligencias policiales elaboradas durante la noche de la bronca.
El atestado indica que a las 21.45 los ultras lanzaron al campo varios botes de refrescos y "tres botellas de cristal". Los antidisturbios, que hab¨ªan controlado hasta ese momento la situaci¨®n aunque los ¨¢nimos ya se hab¨ªan encrespado, intentaron contener a los Riazor Blues en las localidades en las que se encontraban para mantenerlos controlados hasta que se fuera la afici¨®n m¨¢s pac¨ªfica.
Pero a las 22.40, la situaci¨®n estall¨®. Los agentes destacados en la zona, aproximadamente una docena (el resto controlaba accesos, vigilaba las salidas, custodiaba a los ¨¢rbitros), hicieron una primera carga, pero la violencia de la respuesta de los ultras los oblig¨® a "replegarse". "Cargaron contra ellos, pero no pararon", dijo ayer un miembro de la polic¨ªa que estuvo al tanto de las actuaciones.
El atestado refleja que los violentos les lanzaron a los polic¨ªas en una primera andanada "latas, monedas y navajas", pero cuando los ultras vieron que los agentes se replegaban pasaron a mayores. "Fueron lanzados un centenar de asientos de las localidades, azulejos, las puertas de los ba?os, trozos de grada y hasta un sanitario, tanto al interior el estadio como a la calle", rezan las diligencias. Para entonces ya hab¨ªa tres polic¨ªas lesionados, pero el estadio ya se hab¨ªa vaciado y un grupo de seguidores que hab¨ªa quedado atrapado en el embolsamiento de hinchas lograron ser rescatados.
La bronca se traslad¨® entonces a las calles cercanas al estadio. A las 23.00, el concejal del Partido Popular del Ayuntamiento de Santiago de Compostela Jacobo P¨¦rez Paz requiri¨® a la polic¨ªa porque, tras recriminar "a un grupo de hinchas del Deportivo que estaban agrediendo a unos menores", uno de los violentos se le encar¨® y le arre¨® un pu?etazo en la cara, por el que luego tuvo que ser atendido en el hospital de Conxe.
P¨¦rez Paz, seg¨²n el relato policial, pudo identificar previamente a su agresor.
La polic¨ªa se acerc¨® a la zona donde hab¨ªa sido agredido al concejal, quien identific¨® a la persona que lo golpe¨® (result¨® ser Narciso V¨¢zquez Garc¨ªa). Pero antes de que los agentes le echaran el guante, otro joven "golpe¨® con la hebilla de un cintur¨®n en la espalda y la cabeza" del jefe del dispositivo policial. Este agresor, identificado como Federico Jos¨¦ L¨®pez Ferreiro. Para entonces, cuatro hinchas ya hab¨ªan sido atendidos de heridas de diversa consideraci¨®n en el hospital Cl¨ªnico y un quinto fue curado en el hospital Provincial de heridas leves.
La tragedia que cost¨® la vida a Manuel R¨ªos fue comunicada a las 00.30 por los responsables del hospital Cl¨ªnico, que alertaron de que hab¨ªa ingresado una persona cad¨¢ver. Los agentes localizaron entonces a la pareja del ya fallecido, Mar¨ªa Clara Casto Loelmans, y a su amigo Pablo Al¨¦n Feal, quienes contaron a los polic¨ªas qu¨¦ hab¨ªa pasado exactamente. Ambos explicaron que R¨ªos intent¨® mediar en una agresi¨®n, en la que varios Riazor Blues estaban pegando a un joven que vest¨ªa la camiseta del Compostela. "No os da verg¨¹enza agredir entre tantos a un chaval", dijo Manuel R¨ªos, seg¨²n los atestados policiales.
El resto fue visto y no visto. El informe indica que en ese momento un joven "se lanz¨® por los aires y golpe¨® con las dos piernas en el costado" a Manuel R¨ªos, quien se cay¨® al suelo de lado, pero se levant¨® inmediatamente. R¨ªos y sus agresores se dieron cuenta entonces de que ambos eran del mismo equipo, por lo que los ultras se disculparon con el agredido y cada uno se fue por su lado. Ambos se conoc¨ªan de antes, seg¨²n las investigaciones policiales.
R¨ªos y sus dos acompa?antes llegaron andando hasta una campa sita frente al edificio Xacobeo, en la calle de Fernando Casas Novoa. Manuel R¨ªos se quej¨® entonces de que ten¨ªa dificultades para respirar y que se estaba cansando, por lo que se tumb¨® en el c¨¦sped, donde fue tambi¨¦n atendido por un vigilante privado de seguridad del mencionado edificio, que llam¨® a una ambulancia. ?sta lleg¨®, seg¨²n los partes, en tres minutos. Los sanitarios introdujeron en el veh¨ªculo al herido que en ese momento empez¨® "a sangrar por la nariz, vomitar sangre y a ponerse muy p¨¢lido", hasta que perdi¨® la consciencia. Cuando lleg¨® al hospital Cl¨ªnico, ya estaba muerto.
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