El Deportivo empa?a un buen resultado en Oporto

El Deportivo de la Coru?a ha salido indemne del estadio del Drag¨®n en la ida de las semifinales de la Liga de Campeones frente al Oporto. En un partido indigno de las alturas de competici¨®n en las que estamos, los gallegos han obtenido un buen resultado ante un Oporto conservador, aunque algo enga?oso, ya que han perdido a dos de sus pilares defensivos: Mauro, amonestado, y Andrade, expulsado por una absurda patada amistosa sobre su ex compa?ero Deco.

El Oporto, obsesionado por no encajar ning¨²n gol en casa, se ha olvidado de marcar. Mourinho ha planteado un encuentro excesivamente conservador, con mucha gente detr¨¢s de la pelota pero sin apenas propuestas por delante. Tal vez se sent¨ªa inferior al Depor, capaz de golear al Milan m¨¢s pintado.

Lo que ha conseguido ha sido contagiar a los gallegos de conservadurismo. El Deportivo se ha conformado con lo que le propon¨ªan los portugueses y, tambi¨¦n en aras de no hacerse da?o en su propia puerta, ha renunciado a hacerlo en la contraria. Tan s¨®lo un par de arranques que han demostrado que, de haberlo querido, el Depor podr¨ªa haberse vuelto de Oporto con el resultado y la eliminatoria en el bolsillo.

Lejos de ello, lo que los gallegos han conseguido ha sido empa?ar un buen resultado, siempre lo es un empate fuera de casa en eliminatorias a doble partido. Y lo han hecho poniendo en riesgo la l¨ªnea defensiva, imprescindible para no sufrir da?os en casa. Sus dos mejores hombres en esa l¨ªnea, Mauro Silva, primer muro de contenci¨®n, y Andrade, el mejor de los centrales, no podr¨¢n jugar la vuelta. Mauro, porque ha visto la segunda amarilla, lo que acarrea un partido de sanci¨®n. Y Andrade, por una tonter¨ªa descomunal: tras derribar a Deco, que ha sido hasta el a?o pasado su compa?ero, le ha lanzado una patadita, al parecer en gesto de amistoso reproche. No lo ha visto as¨ª el ¨¢rbitro, que ha expulsado fulminantemente al brasile?o interpretando agresi¨®n. As¨ª, tendr¨¢ que afrontar la vuelta sin sus dos mejores hombres defensivos, aunque deber¨ªa tener p¨®lvora suficiente arriba como para entrar sin apuros en su primera final europea.