El Valencia recobra algo de cr¨¦dito

La nieve ca¨ªa ya con mucha intensidad sobre el estadio Valeri Lobanovski, de Kiev, cuando C¨¦sar se sujet¨® la cabeza con las manos para aliviar el dolor. El dolor del alma por lo que supon¨ªa tener que alejarse otra vez de los palos de su querido oficio. En un mal gesto para atrapar un tirito de nada, su rodilla derecha sufri¨® una punzada: esguince en el ligamento interno. Sue?os truncados. El veterano portero, de 38 a?os, se hab¨ªa vuelto a sentir futbolista en el Valencia tras medio a?o a la sombra en el Tottenham. Se hallaba en plena forma, mucho m¨¢s ¨¢gil de lo esperado. Y sab¨ªa adem¨¢s que dispon¨ªa de un mes m¨¢s para ganarse la confianza del t¨¦cnico, Unai Emery, a la espera del previsible regreso del guardameta titular, Renan, pero tambi¨¦n con la vista puesta en conseguir una temporada m¨¢s de contrato.

C¨¦sar se lesion¨® a falta de cinco minutos, cuando ya estaban hechos los tres cambios valencianistas. As¨ª que aguant¨® como pudo hasta el final, sin que tuviera que intervenir, ya que el Dinamo ni se le acerc¨®. Pobre impresi¨®n la del conjunto ucraniano, atrincherado incluso con el marcador en contra, sin el ritmo necesario para poner en aprietos al Valencia. Pese a jugar casi media hora con uno m¨¢s por la expulsi¨®n de Milevski, el equipo de Emery se dio por satisfecho con ese empate en el que el gol como visitante siempre le da cierta ventaja para la vuelta: el d¨ªa 26 en Mestalla.

Claro que nunca se sabe trat¨¢ndose de este Valencia, que lleva 18 partidos consecutivos recibiendo goles desde el 0-4 que le endos¨® al Rosenborg el 27 de noviembre. Tal es la inestabilidad de una defensa en la que ayer, una vez m¨¢s, tiritaron Marchena y Albiol. Aunque en el gol recibido err¨® Del Horno, que agach¨® la cabeza en el primer palo a un bal¨®n muy pesado que remat¨® Milevski en el segundo.

Un borr¨®n en una buena actuaci¨®n del tan cuestionado Del Horno, que cerr¨® su banda y se incorpor¨® con criterio al ataque. Meti¨® un par de pases interiores de m¨¦rito, sobre todo el primero. El que permiti¨® a Mata alcanzar la l¨ªnea de fondo y centrar atr¨¢s muy seco y preciso para que Silva marcara.

Silva, precisamente, se sinti¨® protagonista despu¨¦s de algunos partidos desenfocado. Jug¨® m¨¢s suelto y se convirti¨® en objetivo de la cacer¨ªa del Dinamo, que le machac¨® los tobillos. A la cita con el fr¨ªo el Valencia hab¨ªa llegado muy tocado an¨ªmicamente y se march¨®, salvo por la lesi¨®n de C¨¦sar, con media sonrisa: hab¨ªa recuperado a Silva, a Albelda y a Fernandes, que reencontraron la fuerza para mantener el bal¨®n en propiedad. Y recobraron el cr¨¦dito perdido.