Un partido, un armisticio
El regreso a Europa, hoy ante el Young Boys, permite al Athletic aparcar su crisis
Tras cuatro a?os de accidentada ausencia, el Athletic retorna hoy a la antigua Copa de la UEFA. Lo har¨¢ en el mismo escenario, San Mam¨¦s, en el que se despidi¨® un fr¨ªo domingo de febrero de 2005. El Austria de Viena no s¨®lo despert¨® a Bilbao de su sue?o europeo, alimentado por la hist¨®rica goleada de Lieja (1-7) y por el virtuoso f¨²tbol que desplegaba la tropa de Ernesto Valverde. Tambi¨¦n reafirm¨® a Fernando Lamikiz en su determinaci¨®n de sacrificar al Txingurri. Hoy, la Europa League retorna a Bilbao, lo que permitir¨¢ al Athletic aparcar la crisis interna en que se ha sumido, parad¨®jico, tras la campa?a m¨¢s ilusionante de la d¨¦cada.
Reh¨¦n voluntario de su mercado, no habr¨¢ caras nuevas en el primer once del Athletic. Caparr¨®s pondr¨¢ en liza el equipo de la final de Copa (salvo Susaeta por David L¨®pez). D¨ªaz de Cerio, en recuperaci¨®n, no entr¨® en la lista. Castillo y De Marcos ocupar¨¢n el banquillo. A su lado, Iker Muniain, que a sus 16 a?os, 7 meses y 11 d¨ªas apura su ¨²ltima opci¨®n de arrebatar a Piru Ga¨ªnza la condici¨®n de le¨®n m¨¢s joven.
Caparr¨®s no dej¨® ayer pasar la oportunidad de marcar territorio y dej¨® fuera de la lista a Ustaritz, Etxeita, Zubiaurre y Ion V¨¦lez. La exclusi¨®n del navarro se interpreta como otra maniobra del utrerano para que la Junta supere sus reticencias a cerrar el fichaje de Goiria. El sacrificio del denostado es su modus operandi.
Inmerso en plena pretemporada, el Athletic compromete buena parte del curso ante un equipo que transita a velocidad de crucero por la Liga suiza, competici¨®n que lidera tras tres jornadas. El Young Boys de Berna carece del pedigr¨ª medi¨¢tico de Basilea, Zurich o Grasshoppers, pero su her¨¢ldica no es despreciable. Fundado en el mismo a?o que el Athletic, 1898, atesora 11 Ligas y 6 Copas, la ¨²ltima en los 80. Pese a que delega el favoritismo en el Athletic por aquello de la superior jerarqu¨ªa de la Liga espa?ola, acude a San Mam¨¦s decidido a dar la campanada (21.30, ETB-1). As¨ª lo demuestra el hecho de que se negara a permutar el orden de los partidos. El plan helv¨¦tico radica en llevar viva la eliminatoria a su feudo, el Stade de Suisse Wankdorf, con 31.700 asientos y c¨¦sped artificial, superficie que parece preocupar a Caparr¨®s m¨¢s que el 3-4-3 que dispone el balc¨¢nico Vladimir Petkovic o que el olfato del delantero marfile?o Seydou Doumbia, pichichi suizo el a?o pasado.
La modesta entidad del rival y las disputas intestinas han impedido al Athletic reproducir la atm¨®sfera propia de un hito (el retorno a la pasarela europea tras a?os al borde del precipicio dom¨¦stico) que, en condiciones normales, habr¨ªa justificado una parranda. Esta frialdad, impropia de una hinchada tan dada a exteriorizar su entusiasmo, nada tiene que ver con los ecos del concierto de Springsteen que a¨²n retumban en la Catedral, tampoco con el c¨¦sped tra¨ªdo en 25 camiones desde Holanda e implantado en tiempo r¨¦cord, ni siquiera con el nulo aroma futbol¨ªstico que desprende el mes de julio.
El desafecto enra¨ªza en el modo en que la Junta Directiva de Garc¨ªa Macua ha dilapidado el r¨¦dito obtenido tras la conquista m¨¢s relevante de la entidad en 25 a?os, la disputa de la final de Copa. Todo se enrareci¨® antes de Mestalla, con la nefasta gesti¨®n del reparto de entradas, y se enturbi¨® despu¨¦s, con el recibimiento excesivo tributado a un equipo zarandeado por el Bar?a. En los dos meses y medio transcurridos, los conflictos se han ido declarando en frentes clave de la entidad, hasta configurar una crisis de grandes magnitudes.
La guerra civil librada en la Junta por el control de Lezama, la materia m¨¢s sensible, se cobr¨® la cabeza del vicepresidente rebelde Joseba Intxaurraga, la del director de la factor¨ªa, Luis Solar, y la del t¨¦cnico del filial, Kike Li?ero. Si se suman las volc¨¢nicas declaraciones del directivo Juan Manuel Delgado ("Esto no es serio", dijo sobre el modo en que Macua y Caparr¨®s gobiernan el club), la err¨¢tica selecci¨®n del coordinador de Lezama (Irureta fue el elegido tras las negativas de Amorrortu, S¨¢ez, Ziganda y Alkorta) y algunos caprichos de Caparr¨®s (Balenziaga, cuyo fichaje exigi¨® hace once meses, no vale; tampoco Murillo, cuya renovaci¨®n promocion¨®), el resultado no es otro que el desconcierto. Por suerte, los suizos, siempre neutrales, visitan hoy San Mam¨¦s. Tiempo de paz. Tiempo de f¨²tbol.
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