Portugal estar¨¢ entre los grandes

Se le presum¨ªa a Portugal un duelo rocoso en su visita a Zenica, al peque?o e infernal estadio bosnio de Bilino Polje. Pero como los equipos grandes, sin titubear en los momentos comprometidos, complet¨® un partido tan sobrio como efectivo. El tanto de Meirelles (0-1), demoledor con sus llegadas desde la segunda l¨ªnea, certific¨® el pase para Sur¨¢frica. Bosnia se queda sin el caramelo, sin clasificarse por primera vez en su historia en un Mundial.

Condicionado como estaba por el resultado de la ida (1-0 a favor de Portugal), Bosnia no pod¨ªa tirar las l¨ªneas hacia delante porque un tanto luso le condenaba a meter tres dianas, tarea ardua ante la excelente y contrastada defensa portuguesa. Bien lo sab¨ªa el equipo de Queiroz, que se emple¨® a fondo en la fase defensiva pero que no envi¨® a todos sus efectivos en los contragolpes. S¨ª que jug¨® por las bandas pero el extremo del ala opuesta guardaba el puesto, reacio a dejar agujeros en defensa. Por si las moscas. Una r¨¦mora para Portugal, que carece de un delantero centro resolutivo. Algo, en cualquier caso, habitual para el equipo, que ha pasado de Pauleta a Liedson pasando por Nuno Gomes, tres buenos arietes que no rozan la excelencia. Pero estaba Meirelles, que recogi¨® un pase de Nani en el borde del ¨¢rea y, libre de marcaje, remata cruzado a gol. Hachazo para Bosnia; billete para Portugal.

Eslovenia-Rusia

En Maribor se desat¨® una algarab¨ªa tremenda por la segunda clasificaci¨®n en la historia de Eslovenia al Mundial. Dedic puso el pie derecho y no fall¨®. Un gol que tumb¨® a los petrod¨®lares de Rusia (0-1), estrepitoso fracaso para el equipo de los zares, con grandes nombres, n¨®minas y esperanzas. Eslovenia, que las pas¨® canutas en Mosc¨² (2-1), merm¨® el ¨¢nimo ruso, consciente de que un error le condenaba cuatro a?os. As¨ª ocurri¨®.

Con las l¨ªneas apretujadas, un pelo adelantadas y sin prisas por construir, Eslovenia no tirit¨® y cerc¨® a Rusia, m¨¢s temblorosa y poco presente en el ¨¢rea rival. Le costaba, sin embargo, definir, poner el punto y final a las jugadas. Hasta que un centro de Birsa, a pierna cambiada y desde la banda derecha, se envenen¨® por la rosca hacia dentro. Entre la abigarrada defensa rusa apareci¨® de la nada Dedic, que puso el pie ante la incredulidad rival y la vista de Akinfeev, estatua de hielo. El equipo de Guus Hiddink, estratega sensacional desde el banquillo, cay¨® cuando lo ten¨ªa todo para ganar.

Ucrania-Grecia

Las manoplas de Tzorvas lo pararon todo y fundieron el ¨ªmpetu de Ucrania, de defensa aseada, media tan musculosa como ingeniosa y delantera desbravada. Grecia, vencedora por 0-1, se clasific¨® para el Mundial, logro que no alcanzaba desde Estados Unidos 1994. Mientras los helenos mantearon al t¨¦cnico Otto Rehhagel a pie de campo, a escasos metros lloraba desconsolado Shevchenko, referente mundial en la ¨²ltima d¨¦cada y despedido de su ¨²ltima oportunidad para participar en el torneo.

Ucrania, favorecida por el influyente fr¨ªo, se plant¨® en el farragoso estadio de Donbass (Donetsk) con la idea clara de arrinconar a Grecia. La historia le deb¨ªa una; siempre hab¨ªa igualado los partidos de repesca como local (frente a Croacia en las clasificatorias para Francia 1998 y ante Alemania para Corea y Jap¨®n 2002) y cosech¨® en Atenas un empate (0-0) esperanzador. Anoche, sin embargo, no fue capaz de batir la porter¨ªa griega. Arrinconado en la banda, Samaras retras¨® un par de pasos su posici¨®n, atendi¨® a la carrera de Salpingidis y le lanz¨® un pase perfecto que le dej¨® delante del guardameta ucranio. Salpingidis cruz¨® el bal¨®n. Gol. Ni poner a siete hombres por delante de la pelota, ya a la desesperada, pudo vulnerar el marco de Tzorvas, aut¨¦ntico salvador griego, sustituto de categor¨ªa del longevo Nikopolidis, que en junio de 2008, cuando cay¨® frente a Espa?a (2-1), dej¨® la selecci¨®n.