Argelia toca el cielo
Los magreb¨ªes, espoleados por el estruendoso alboroto de las gradas, eliminan a Egipto en el desempate, jugado en Sud¨¢n, y disputar¨¢n su tercer Mundial
El portero Chaouchi gritaba sentado en el larguero, Halliche alzaba los brazos a lomos de Matmour, Belhadj rezaba arrodillado en el suelo... Todo el equipo argelino, extasiado, celebr¨® con tremendo alborozo el triunfo (1-0) sobre Egipto, la clasificaci¨®n para el Mundial por tercera vez en su historia, tras las participaciones en Espa?a 1982 y M¨¦xico 1986.
Las nubes de humo entelaban el escenario, las banderas se multiplicaban, los insultos no cesaban, la polic¨ªa cargaba si era necesario y el ambiente, enfervorizado y el¨¦ctrico, aumentaba los decibelios a cada segundo. El estadio sudan¨¦s Al Merreikh, en el barrio de Omdurman, a las afueras de Jartum, estaba al rojo vivo dos horas antes del partido entre Argelia y Egipto, definitivo para el pase a Sur¨¢frica 2010. "?Uno, dos y tres. Argelia!", gritaban los fennecs, que repletaron las gradas con banderines argelinos. Los egipcios replicaron con una colosal bandera de su pa¨ªs. Al tiempo, los futbolistas, escondidos entre la mara?a de reporteros que abarrotaba el campo, se dispusieron para la foto oficial mientras arrancaban los himnos, enmudecidos por los atronadores abucheos de los rivales. La pelota ya pod¨ªa rodar.
Argelia 1 - Egipto 0
Argelia: Fawzi Chaouchi; Madjid Bougherra, Nadir Belhadj, Antar Yahia (m.66 Zamir Zaqui), Rafik Halliche; Yazid Mansouri, Abdelkader Ghezzal, Rafik Saifi (m.85 Albdelkader Laifaqui), Mourad Meghni (m.58 Karim Matmour): Hassan Yebda, Karim Ziani. Entrenador: Rabah Saadane.
Egipto: Essam el Hadary; Ahmed al Muhamadi, Wael Gomaa, Abdel Zaher el Sakka (m.75 Ahmed Eid), Hani Said; Ahmed Fathi (m.46 Mohamed Zidan), Emad Meteab, Amr Zaki (m.46 Hosny Abd Rabo), Sayed Moawad; Ahmed Hassan, Mohamed Aboutrika. Entrenador: Hassan Shehata.
Gol: 1-0, m.40: Antar Yahia.
?rbitro: Eddy Maillet (Sheychelles). Sac¨® tarjetas amarillas a los argelinos Belhadj, Ghezzal, Saifi y Ziani, y a los egipcios Abd Rabo y Gomaa.
Incidencias: partido disputado en Estadio Al Merreij, de c¨¦sped natural, en la ciudad de Omdurman, separada de Jartum por el r¨ªo Nilo. El encuentro se disput¨® con ataques de aficionados de uno y otro lado a jugadores y empresas de los dos pa¨ªses, lo que oblig¨® a las autoridades sudanesas a reforzar las medidas de seguridad. Si en la v¨ªspera, 15.000 agentes fueron destacados a la vigilancia del encuentro, hoy hubo 7.000 m¨¢s destinados a esa misi¨®n, lo que cre¨® un gran despliegue policial tanto dentro como fuera del estadio. Con el fin de evitar altercados, los puentes que comunican a Jartum con Omdurman fueron cerrados al tr¨¢fico antes del encuentro.
Logrado el desempate tras vencer (2-0) en el ¨²ltimo resuello del encuentro en El Cairo, Egipto sali¨® confiado, con un pelo de suficiencia. Pero su sugerente sistema (un 3-4-3 ofensivo, que se convert¨ªa en un 5-4-1 en la fase defensiva) no carbur¨® desde el inicio. Balones largos por detr¨¢s de la zaga adversaria, ingenuos y desajustados para la movilidad de Moteab. Un arma, en cualquier caso, que desdibuj¨® el pie de Zaki, fino y con facilidad para encarar. Argelia tampoco trenz¨® un f¨²tbol m¨¢s se?orial o incisivo, pero su 4-4-2, con los medios en l¨ªnea, le permiti¨® llegar con efectivos al ¨²ltimo tercio del campo. As¨ª, los fennecs, que no se andaron con chiquitas en la primera l¨ªnea con despejes contundentes, lograron combinar en campo ajeno. Les falt¨®, sin embargo, el ¨²ltimo pase y la definici¨®n. As¨ª que tiraron de las jugadas a bal¨®n parado, como una de Belhadj que casi sorprende al meta El Hadary.
El alboroto del Al Merreikh fue superlativo. Entre otras razones, porque entraron m¨¢s aficionados de los permitidos. S¨®lo as¨ª se entiende que no hubiera hueco alguno (la FIFA redujo por seguridad el aforo de 41.000 a 35.000 espectadores), que cientos estuvieran colgados en los alerones de las tribunas y que el anillo exterior del terreno de juego estuviera repleto de gente. Fuera del estadio no variaba la cosa. A los miles de polic¨ªas les envolvieron unos 5.000 argelinos y otros 2.000 egipcios. Hubo peque?os altercados, rebajados por las cargas policiales. En una de ¨¢sas, un c¨¢mara argelino, seg¨²n la agencia France Press, fue agredido por las fuerzas de seguridad.
El juego sobre el c¨¦sped result¨® igual de tosco, interrumpido a cada segundo, siempre que alg¨²n contendiente hilvanaba tres pases seguidos. Tampoco ayud¨® el ¨¢rbitro, Maillet (Islas Seychelles), que se?al¨® cualquier contacto para que no se calentara el encuentro. Algo que no consigui¨® del todo. En el minuto 3 se produjo la primera trifulca, entre Menghi y Zaki, el m¨¢s querido de Egipto. Chocaban las cabezas, se soltaban las manos y alg¨²n que otro empuj¨®n, que no pas¨® a mayores. Como tampoco lo hicieron el cabezazo de Gezzal o el disparo de Al Muhamadi, bien despejados por el fennec El Hadary. Ah¨ª se acab¨® la aportaci¨®n ofensiva de Egipto, desarticulada a la perfecci¨®n por la telara?a argelina.
La bomba cay¨® en el ¨¢rea opuesta. En una falta lejana, a la altura de la divisoria, Argelia ciment¨® su triunfo. El bal¨®n se dirigi¨® al segundo palo, donde entr¨® Yahia sin oposici¨®n. Bot¨® la pelota, Yahia carg¨® la pierna y solt¨® un zapatazo que rebot¨® en el larguero antes de reposar en la red. Un tanto que record¨®, salvando las distancias y el grado de dificultad porque el holand¨¦s le peg¨® sin que el cuero tocara el suelo, a uno del holand¨¦s Van Basten ante el ruso Dasaev. Los argelinos, desatados, encendieron alguna bengala de humo.
Egipto, desbocado por el marcador adverso, adelant¨® sus l¨ªneas. Una argucia que atenaz¨® a Argelia y que le procur¨® las mejores ocasiones. Pero Zidan tuvo la mirilla desviada y Aboutrika fall¨® en un cara a cara con Chaouchi, sobrio e inconmensurable. Dos penalidades que les pasaron factura a los faraones, desarmados por el contrario, limitados por la falta de creatividad en el ¨¢rea opuesta. La defensa argelina, guiada por Halliche y completada por el sensacional lateral izquierdo Belhadj, no pas¨® m¨¢s apuros.
No se repiti¨® el milagro de El Cairo, cuando Moteab marc¨® en el descuento. Argelia, al fin, embalsam¨® a Egipto y sac¨® su billete para Sur¨¢frica.
Incidentes en Bilbao y Vitoria
El partido de f¨²tbol clasificatorio para el Mundial de Sur¨¢frica entre Argelia y Egipto ha provocado esta noche incidentes de aficionados de esos pa¨ªses en el barrio bilba¨ªno de San Francisco y en la zona centro de Vitoria, seg¨²n ha informado la Ertzaintza.
Los altercados comenzaron poco antes de la finalizaci¨®n del partido con enfrentamiento entre magreb¨ªes que portaban banderas de su pa¨ªs en la zona de San Francisco, donde reside mucha poblaci¨®n inmigrante. Al llegar efectivos de la Polic¨ªa aut¨®noma para acabar con los des¨®rdenes, fueron recibidos con el lanzamiento de objetos, por lo que emplearon material antidisturbio para dispersar a los alborotadores. A las diez de la noche, varias dotaciones de la Ertzaintza permanec¨ªan en el lugar en previsi¨®n de nuevos altercados.
A la misma hora otros aficionados argelinos celebraban la victoria de su equipo cruzando contenedores y cortando el tr¨¢fico de alguna calle del centro de la ciudad, sin que hubiera mayores incidentes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.