Tiger est¨¢ que muerde

No hay t¨¦rmino medio para Tiger Woods, ya no. O se le adora o se le odia. O es un h¨¦roe arrepentido de sus pecados o un demonio pecador para el que no hay perd¨®n. As¨ª vive el Tigre su vuelta al golf, entre el cielo y el infierno, as¨ª jug¨® ayer su primera ronda (y qu¨¦ ronda) desde noviembre, ovacionado por lo general por la multitud, que le gritaba sin parar Go, Tiger, go, pero tambi¨¦n en la diana de cualquier burla. El presidente del club ya le record¨® el d¨ªa anterior lo malo que hab¨ªa sido: "Ya no eres un modelo para nuestros hijos". Para m¨¢s inri, ayer una avioneta sobrevol¨® Augusta con un mensaje burlesco sobre su afici¨®n a las mujeres cuando arrancaba en el tee del uno. Y en su cabeza, y en la tele, son¨® la voz de su padre, fallecido en 2006, una voz en off en un anuncio de Nike que dec¨ªa: "Tiger, quiero saber cu¨¢l era tu pensamiento, cu¨¢les son tus sentimientos. ?Has aprendido algo?". Un mensaje raramente descifrable, pero mensaje publicitario al fin y al cabo.

Sobre el tapete, como avis¨® Mickelson, el Tiger de siempre, como si nada hubiera pasado, alg¨²n patinazo (un par de bogeys) pero tambi¨¦n dos eagles marca de la casa en los hoyos 8 y 15 y un juego muy s¨®lido, siempre en n¨²mero rojos, bajo el par, se?al de que Augusta es uno de sus campos fetiche y que el paro le ha abierto el apetito. Con 68 golpes, cuatro bajo el par, el Tigre entreg¨® su mejor tarjeta en un primer d¨ªa en Augusta: nunca hab¨ªa bajado de 70 golpes un jueves.

Tiger aguant¨® el viento y la lluvia que, como si fueran un castigo divino, una colleja de los dioses, aparecieron a ratos cuando el californiano salt¨® a la pista, en la tanda de tarde. Sus gestos, como prometi¨®, fueron m¨¢s comedidos, menos efusivos, los mismos andares rob¨®ticos, pero algo m¨¢s cabizbajo que de costumbre, como escondi¨¦ndose bajo la gorra, levantando t¨ªmidamente la mano para responder a tanta aclamaci¨®n, de vez en cuando alguna sonrisa.

Tiger cerr¨® su d¨ªa resurrecci¨®n en situaci¨®n de atacar, a la caza: a dos golpes de Fred Couples, ganador de la chaqueta verde en 1992 y l¨ªder a los 50 a?os con un tanto de ventaja sobre Watson, Mickelson, Westwood, Yang y Choi. Couples se qued¨® en el corte los dos ¨²ltimos a?os en el Masters, pero ojo, lleva tres d¨¦cadas pateando Augusta.

?El tr¨ªo espa?ol? Lo esperado, por ahora de secundarios. ?lvaro Quir¨®s se dio cabezazos por una tarjeta de tres sobre el par. Entre los hoyos 10, 11 y 12 se vino abajo todo el trabajo psicol¨®gico, las lecciones del a?o pasado, la madurez anunciada. Otra vez perdi¨® el control. "Y en Augusta cuando dudas, lo pagas, este campo saca lo peor de m¨ª. Sigo siendo muy poco paciente, no tengo la suficiente confianza, pienso mucho que estoy en Augusta y no le he perdido el respeto". Ni siquiera le sirvi¨® la llamada de Chema Olaz¨¢bal para darle c¨¢tedra. "Le pregunt¨¦ c¨®mo se gana una chaqueta verde, pero nada. Aqu¨ª mandan los veteranos". La misma historia de desencuentro atiz¨® a Sergio Garc¨ªa, dos arriba. Jim¨¦nez, ni fu ni fa: al par.

Tiger cerr¨® su d¨ªa de resurrecci¨®n en situaci¨®n de atacar, a la caza: a dos golpes de Fred Couples, ganador de la chaqueta verde en 1992 y l¨ªder a los 50 a?os con un tanto de ventaja sobre Watson, Mickelson, Westwood, Yang y Choi. Couples se qued¨® en el corte los dos ¨²ltimos a?os en el Masters, pero ojo, lleva tres d¨¦cadas pateando Augusta.

?El tr¨ªo espa?ol? Lo esperado, por ahora de secundarios. ?lvaro Quir¨®s se dio cabezazos por una tarjeta de tres sobre el par. Entre los hoyos 10, 11 y 12 se vino abajo todo el trabajo psicol¨®gico, las lecciones del a?o pasado, la madurez anunciada. Otra vez perdi¨® el control. "Y en Augusta cuando dudas, lo pagas. Este campo saca lo peor de m¨ª. Sigo siendo muy poco paciente, no tengo la suficiente confianza, pienso mucho que estoy en Augusta y no le he perdido el respeto". Ni siquiera le sirvi¨® la llamada de Chema Olaz¨¢bal para darle c¨¢tedra. "Le pregunt¨¦ c¨®mo se gana una chaqueta verde, pero nada... Aqu¨ª mandan los veteranos". La misma historia de desencuentro atiz¨® a Sergio Garc¨ªa, dos arriba. Jim¨¦nez, ni fu ni fa: al par.

Primera jornada del Master de Augusta