"?Que aprendan!"

La fiesta no empez¨® hasta que apareci¨® Messi. Ayer, las 98.093 personas que llenaron el campo, la mejor entrada de toda la temporada, med¨ªan su euforia y no se dejaron ir. Otra vez, escucharon al entrenador, a ese gur¨² de Santpedor, que habl¨® la v¨ªspera para pedirles que se contuvieran: "Seamos humildes, no nos sintamos campeones hasta el final. El a?o pasado, contra el Villarreal, gan¨¢bamos 3-0 y terminamos empatando, y no pudimos celebrar nada". Y aunque el Madrid empataba y el Bar?a ganaba por 3-0 se aguantaron las ganas. S¨ª, cantaban felices, pero no se sintieron campeones hasta que Messi logr¨® su segundo gol, el cuarto del partido. Entonces s¨ª, entonces, mientras Messi buscaba a su madre en la zona vip y la abrazaba amoroso, en el gol sur se despleg¨® una pancarta enorme con la palabra m¨¢gica: Campions. Y el campo, que se lo estaba pasando en grande, que hab¨ªa coreado los nombres de los jugadores, especialmente el de Iniesta, que cantaron "Madridista el que no bote", y el tradicional "Ser del Bar?a es lo mejor que hay " se convirti¨® en un coro: "?campeones! ?campeones! ?campeones". Y ya no hubo quien parara la fiesta.

El Bar?a gan¨® la Liga n¨²mero 20 de su historia, la segunda con Guardiola en el banquillo y la cuarta en los siete a?os de Joan Laporta como presidente y Txiki Begiristain como director deportivo. Hac¨ªa mucho tiempo que no celebraba un t¨ªtulo en casa. Y nunca, claro, un t¨ªtulo tan peleado. "Hemos luchado mucho para vivir este momento. Nos han atacado desde muchos lados durante todo el a?o y no han podido con nosotros", dijo Puyol, mientras sus compa?eros y la totalidad del cuerpo t¨¦cnico se abrazaban en el c¨¦sped, mientras Piqu¨¦ duchaba a Messi y Milito abrazaba a Emili Ricart, el hombre que le ayud¨® a recuperarse de la lesi¨®n y participar en esta Liga. El capit¨¢n no se olvid¨® del Madrid, al que felicit¨®: "Ha hecho una Liga fant¨¢stica, pero s¨®lo hay un campe¨®n". Los jugadores lucieron una camiseta con el lema en catal¨¢n: "No piensas en una temporada, piensas en la historia". "La fiesta ser¨¢ larga porque hemos trabajado mucho para llegar hasta aqu¨ª", adelant¨® Puyol.

El equipo se retir¨® a los vestuarios, para disfrutar de unos minutos de intimidad, mientras empleados del club preparaban la celebraci¨®n oficial. La fiesta organizada por el club empez¨® con una buena dosis emocional. Sin aditivos, los aficionados cantaron de viva voz el himno del Barcelona, en un acto participativo sensacional. Luego, aparecieron los miembros del grupo Obrint Pas y posteriormente, la Companyia El¨¦ctrica Dharma, todo un cl¨¢sico. El coro joven del Orfe¨® Catal¨¤ volvi¨® a cantar el himno, ya con las luces del estadio apagadas y los jugadores en el t¨²nel de vestuarios listos para la celebraci¨®n. Hubo fuegos artificiales y espect¨¢culo luminoso que llen¨® el campo de bolas azules y rojas.

Eran las 21.30 de la noche y por megafon¨ªa se anunci¨®: "Nos hemos dejado la piel y somos campeones". El campo segu¨ªa a oscuras y las luces alternaban la senyera con los colores del Bar?a y el campo se vino abajo cuando, empezando por Alves, que llevaba de la mano a sus hijos, empezaron a pisar el terreno de juego. Poco a poco, los h¨¦roes fueron pisando el campo. Hubo ovaciones estruendosas, como la de Ibra, espectaculares, como de Chigrinski, tremendas, en especial las que recbieron a Messi, que sali¨® con su sobrino sobre los hombros, Xavi, Pedro, Vald¨¦s e Iniesta, pero ninguna como la que recibi¨® a Guardiola.

El entrenador dio las gracias a Laporta por su trabajo durante sus siete a?os de presidencia y afirm¨® que el ¨¦xito se debe a sus jugadores. "Son irrepetibles, valen un imperio". Micr¨®fono en mano y desde el centro del campo, se fueron repitiendo los peque?os discursos de cada jugador. Xavi incidi¨® en lo afirmado Puyol: "Ha sido una temporada muy dif¨ªcil, nos han querido frenar de todas las maneras y no han podido. Este equipo es el mejor del mundo. Como dice el presidente: '?Que aprendan!". Messi, Piqu¨¦, Pinto, todos, hasta Chigrinski, en un correcto castellano, agradecieron por su apoyo a una afici¨®n feliz como nunca.