Una cuesti¨®n de orgullo
Anton se resiste a ceder el 'maillot' rojo a Purito, que no ceja en su empe?o cotidiano e in¨²til
Como S¨ªsifo todos los d¨ªas Purito acuciado por un prurito para el que no encuentra consuelo asciende acelerado todos los repechos que conducen a la meta, toca, roza con los dedos el maillot rojo que tanto le seduce, el fin de su tormento, y todos los d¨ªas ve, impotente, c¨®mo se le escurre entre los dedos. Tambi¨¦n ayer, Serpis arriba tras el puente de Calatrava sapient¨ªsimo hasta el coraz¨®n de Alcoi. Hoy, al menos, descansar¨¢, como descansar¨¢ toda la Vuelta, pero ma?ana, con toda seguridad pues es su condena, y quiz¨¢s tan in¨²tilmente, tan derrochadoramente, volver¨¢ a hacerlo, en las cuestas del Rat Penat, el puerto-emboscada de Sitges que tan bien conoce el ciclista catal¨¢n, segundo en la Vuelta con el mismo tiempo del primero, Igor Anton.
No es que a Anton, que recibi¨® el jersey de l¨ªder como un regalo sorpresa ?"un sorpres¨®n", dice ¨¦l? le hubiera importado mucho ceder, al menos temporalmente, el maillot rojo que tan bien le sienta y las responsabilidades y cargas inherentes al liderato. "Ahora estoy muy bien, pero son muchos d¨ªas por delante y etapas muy exigentes, notar¨¦ la fatiga y la responsabilidad del liderato, el tiempo del podio, de atender a los medios y eso, pero por ahora lo llevo bien", dijo el l¨ªder por la ma?ana junto a la playa de Calpe, antes de partir hacia Alcoi atravesando todos los puertos de la provincia de Alicante, que son muchos y muy pesados. "Tengo experiencia, s¨¦ ir d¨ªa a d¨ªa. Ya hemos hecho m¨¢s de lo que pensaba y esperaba. No bajaremos los brazos, pero probablemente solo lleve un d¨ªa el maillot rojo, puede ser perfectamente que lo pierda y no pasar¨ªa absolutamente nada".
De hecho lo dio por bien perdido durante la mayor parte de la etapa m¨¢s dura de lo que va de Vuelta, m¨¢s de cinco horas a 35 de media, que el pelot¨®n de los favoritos, guiado por el Euskaltel de Anton, se tom¨® como un d¨ªa de tregua y supervivencia. Se lo podr¨ªa gustoso al franc¨¦s Peraud, un escalador que figuraba a 6m 59s en la general (se qued¨® 52s corto) y que era uno de los de la escapada de 14 que animaron el d¨ªa, pero nunca a Purito. Cuesti¨®n de orgullo podr¨ªa ser.
O as¨ª lo pareci¨® en las ¨²ltimas cuestas, por las calles de Alcoi, en las que Anton apret¨® los dientes para no ceder ni un metro al desaforado catal¨¢n, tozudo como buen tauro, a quien ya su gusto por el jersey de l¨ªder le supuso el primer gran sobresalto en su carrera: en 2003, tras la contrarreloj por equipos, Manolo Saiz, su director en el ONCE, hab¨ªa dispuesto un orden para que unos cuantos lucieran el maillot un d¨ªa y al siguiente se lo cedieran a un compa?ero. Purito lo quiso para ¨¦l dos d¨ªas. Al a?o siguiente corri¨® en otro equipo.
La etapa la gan¨® por inteligencia y talento David L¨®pez, vizca¨ªno como Anton, tauro como Purito, una victoria conseguida en una fuga lejana, una muestra de lo que su equipo, el Caisse d'?pargne, sin Valverde, busca. "Tenemos el mejor bloque, pero no un hombre de punta para la general", dice su director, Eusebio Unzue, quien cuenta, sin embargo, con Rub¨¦n Plaza y Marzio Bruseghin, dos excelentes contrarrelojistas y resistentes en la monta?a, bien ubicados para la sorpresa. "Si tengo menos palmar¨¦s del que merecer¨ªa por mi clase es porque disfruto m¨¢s ayudando a ganar a otros, como Valverde, pero sin ¨¦l, alg¨²n d¨ªa inspirado puedo mostrar lo que llevo dentro", dijo L¨®pez, quien, reivindicativo, a?adi¨®: "Y si no fuera por los puntos que nos han robado por la sanci¨®n a Valverde ser¨ªamos el equipo n¨²mero uno en la clasificaci¨®n mundial".
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