Anton, l¨ªder casi a su pesar
Purito se queda sin su ansiado maillot rojo en el Xorret de Cat¨ª
Antes de irse a casa, a los corredores del Sky les tomaron muestras de sangre y saliva para an¨¢lisis y cultivos. Tambi¨¦n se pasaron por la salida, simb¨®lica, donde guardaron un minuto de silencio junto a un conmovido pelot¨®n en memoria de su masajista Txema Gonz¨¢lez, muerto la v¨ªspera en un hospital de Sevilla v¨ªctima de una septicemia provocada por una bacteria cuya presencia en el organismo de sus compa?eros se quer¨ªa comprobar. Despu¨¦s, desmoralizados, muy tocados, desmotivados, se fueron de la Vuelta, que desciende en corredores y equipos, pero aumenta de intensidad. Y sin cambiar de protagonistas, que siguen siendo, tambi¨¦n despu¨¦s de la primera etapa de cierta monta?a, los peque?os, piernas de dinamita y acero, Igor Anton y Purito Rodr¨ªguez.
Ambos dominaron las extra?as rampas del Xorret de Cat¨ª, un puerto que no es un puerto, con paredes seguidas de descansillos, y as¨ª se marcaron y sprintaron minuto y medio despu¨¦s de la fuga triunfante que hab¨ªa coronado al habitual David Moncouti¨¦ con su tercer triunfo de etapa en fuga en tres Vueltas consecutivas. En juego no estaban los segundos de bonificaci¨®n, que se hab¨ªa ido a los fugados, ni establecer diferencias importantes, pues no estaban solos -les acompa?aban Nibali, Sastre y Tondo, feliz porque su l¨ªder, el asc¨¦tico abulense, se hubiera recuperado tras un mal d¨ªa por las sierras de Ja¨¦n. "Lo mejor", dijo, "es que Carlitos est¨¢ conmigo"- y tampoco hab¨ªa terreno suficiente. Se jugaban solo el maillot rojo de l¨ªder que ya hab¨ªa cedido Gilbert y que uno, Purito, quer¨ªa y que a otro, a Anton, que piensa a largo plazo, no le hac¨ªa especial ilusi¨®n. De hecho, en su feroz sprint, Purito sac¨® de rueda a Anton y calcul¨® que le hab¨ªa tomado un segundo, diferencia que le pon¨ªa por delante. Sin embargo, entre medias se col¨® Nibali, que rompi¨® el encantamiento: no hab¨ªa segundo que valiera.
A Purito le sent¨® fatal que no le dieran el jersey de l¨ªder y voce¨® su descontento con los jueces y a Anton le cay¨® tan de sorpresa -en sus cuentas inclu¨ªa una bonificaci¨®n de Purito en una meta volante que fue anulada- la nueva que peleaba por no cre¨¦rsela, como si no le apeteciera. "Que no, que no", dec¨ªa, "que es imposible, que es Purito el l¨ªder. Pero no es que no me apetezca. Claro que me apetece". Finalmente, lo acept¨® y parec¨ªa que hasta le gustaba. "Con esto y la etapa de Valdepe?as ya me pod¨ªa ir a casa contento, pero ahora que lo tengo tendr¨¦ que pelear por mantenerlo".
Como una ardillita ahorradora, Anton ha ido acumulando segundos en las llegadas tan propicias para ¨¦l con las bonificaciones. A los ciclistas de fondo ya les empieza a tener lejos: a 1m 47s a Fr?nk Schleck, a 2m 11s a Sastre, a 3m 16s a Menchov, que se cay¨®, como Arroyo, y estuvo bajo. "Creo que el principal rival es Nibali, que est¨¢ a dos segundos", dijo.
Antes, en el podio, se acord¨® de Txema, masajista suyo unos a?os y cuya familia recibir¨¢ los 32.155 euros en premios a los que renunciaron ayer los corredores.
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