El Arsenal ya no respeta al Bar?a

El Bar?a se perdi¨® en el Emirates de Londres . Los azulgrana se quedaron a mitad de camino, dieron por acabada la jornada antes de tiempo y poco a poco se les escap¨® un partido que ten¨ªan ganado con el d¨²o Villa-Messi. Aunque sus goles llegaron muy juntos y de forma tard¨ªa, el Arsenal interpret¨® muy bien el juego y firm¨® un remonte muy interesante con su f¨²tbol din¨¢mico y vitalista. No es f¨¢cil detener a los gunners, ni siquiera para el Barcelona, anoche finalmente despersonalizado, alejado del ¨¢rea despu¨¦s de un inicio muy bonito. Los muchachos de Wenger son cada vez mejores futbolistas, le han perdido definitivamente el respeto al Barcelona, ayer m¨¢s administrativo, menos ambicioso o, al menos, m¨¢s vulnerable y menos castigador.

A los azulgrana les cuesta cuadrar un partido. Juegan a ratos, a veces lo hacen de forma estupenda y hay momentos en que se van del encuentro. Ayer fueron mejores en el entretiempo y peores al comienzo y en la ¨²ltima media hora, les falt¨® continuidad y malicia, muy condescendientes en campo contrario, demasiado perdonavidas.

El Arsenal , por lo dem¨¢s, ha dejado de ser el mejor perdedor, el equipo m¨¢s agradecido, el enemigo ideal para el Barcelona. Anoche se bati¨® como un campe¨®n, oblig¨® a los azulgrana a un esfuerzo f¨ªsico y t¨¢ctico extremo, no se rindi¨® ni cuando peor pintaba la noche, siempre confiado en su jovialidad. La contienda tuvo un tono competitivo sensacional, hasta cierto punto dram¨¢tico, y la continuidad fue tanta que el primer saque de esquina no se bot¨® hasta pasada la hora. Aunque los goles se marcaron en excelentes transiciones, perdi¨® el Barcelona un partido que se jug¨® al ataque, lo nunca visto.

Arriesg¨® el Arsenal con la alineaci¨®n de Nasri, un exquisito futbolista reci¨¦n salido de una lesi¨®n muscular, y respondi¨® el Bar?a con su formaci¨®n titular, se?al inequ¨ªvoca de la importancia que los dos equipos le daban a un partido que a menudo se presenta como un asunto familiar. Hay multitud de detalles que refuerzan la relaci¨®n sentimental de ambas instituciones: los lazos de Cesc con el Camp Nou, la relaci¨®n Barcelona-Londres o la querencia que unos y otros tienen por el bal¨®n. El guion de la contienda asegura que si pierdes la pelota de vista solo la encontrar¨¢s en tu propia porter¨ªa.

Al Barcelona le llev¨® un cuarto de hora dar con el cuero y si no tom¨® un gol fue porque Vald¨¦s le sac¨® un remate terminal a Van Persie despu¨¦s de una asistencia preciosa de Cesc, imperial como capit¨¢n de los gunners. Muy bien agrupado en la divisoria, el Arsenal no dej¨® recibir a Xavi e Iniesta y oblig¨® a los azulgrana a jugar por fuera, con Alves y Maxwell, muy imprecisos. Las p¨¦rdidas de bal¨®n de los laterales fueron atacadas por la segunda l¨ªnea inglesa, sobre todo por Walcott, que ridiculiz¨® a Maxwell, fall¨®n incluso en sus reiterados pases atr¨¢s para Abidal.

Al rescate del Bar?a acudi¨® Villa, desequilibrante frente a los centrales del Arsenal, r¨ªgidos y vulnerables. El Guaje se asoci¨® con Messi y en una combinaci¨®n sembraron el p¨¢nico en el Emirates. Aunque la Pulga fall¨® sorprendentemente en la definici¨®n despu¨¦s de vencer al portero, a veces no hace falta que una jugada acabe en gol para cambiar el signo de un partido. Los pases interiores de Villa y los desmarques de Messi torturaron al Arsenal. Los dos mejores futbolistas del partido quedaron enfrentados a los dos peores, Koscielny y Djourou.

Los azulgrana aprovecharon su doble superioridad con una asistencia de Messi a Villa mientras que los gunners no consiguieron sacar ventaja del poder¨ªo de Walcott sobre el t¨ªmido Maxwell. Los azulgrana tuvieron el partido franco durante un buen rato con su juego por dentro. Les falt¨® punter¨ªa para terminarlo antes del descanso, despu¨¦s que el ¨¢rbitro anulara una jugada de penalti y gol a Pedro, error que en cualquier caso disculpa la falta de pegada barcelonista.

El descanso revitaliz¨® al Arsenal, que impuso su dinamismo y energ¨ªa colectiva, y tambi¨¦n la clarividencia de Wilshere y Cesc, para empujar al Barcelona hacia el ¨¢rea de Vald¨¦s. La colocaci¨®n y jerarqu¨ªa de Piqu¨¦ y Abidal, as¨ª como el sentido del juego de Busquets, mantuvieron de pie a los azulgrana hasta el ¨²ltimo cuarto de hora. No entraban en juego Xavi e Iniesta y tampoco hab¨ªa manera de que los delanteros pudieran presionar a la zaga del Arsenal. Los ingleses no concedieron un respiro, obligaron al rival a un esfuerzo tremendo y el juego tuvo una intensidad extrema.

La ambici¨®n inglesa qued¨® expresada en los cambios de Wenger, siempre un paso por delante, mientras Guardiola recurr¨ªa a Keita por Villa. A pesar de que Messi volvi¨® a marrar un tiro aparentemente f¨¢cil, Van Persie firm¨® el empate con un duro zurdazo que se col¨® por el palo del portero, quien seguramente esperaba el centro. El tanto anim¨® a los gunners y Arshavin firmo poco despu¨¦s el remonte en una contra vertiginosa. No lleg¨® el Barcelona al ¨¢rea rival y a cambio el Arsenal no par¨® hasta batir a Vald¨¦s.

El Barcelona contin¨²a sin saber ganar en campo contario y Messi sin meter un gol en Inglaterra . El Arsenal, definitivamente, ya no respeta al Bar?a. La racha victoriosa ha dado paso a un empate y una derrota, toda una sorpresa en un equipo fiable y que a ratos juega muy bien al f¨²tbol y en otros deja jugar muy bien al f¨²tbol.