Una bici a cambio de la familia
Oyarzun (MoviStar), primer chileno que compite en un Giro, antepuso su deporte favorito a las exigencias paternales
Todo por la bicicleta. Tal vez, pocos ciclistas puedan erigirse en s¨ªmbolos tan claros de los sacrificios que implica su deporte como el chileno Carlos Oyarzun (Las Condes, Santiago de Chile; 1981). Su dedicaci¨®n a las dos ruedas no solo le ha costado a?os de duro trabajo, de arduas jornadas de entrenamiento aderezadas con diversas "chapucer¨ªas" para que no le faltara el sustento. Por el camino, tambi¨¦n ha perdido a una familia que nunca acept¨® su vocaci¨®n. Ahora, siete a?os despu¨¦s de jug¨¢rsela emigrando a Espa?a con lo puesto, empieza a recoger los frutos de su esfuerzo, escribiendo como corredor del Movistar, por el que firm¨® hace medio a?o, una peque?a p¨¢gina de la historia del ciclismo sobre las carreteras, monta?as y sterratos italianos. Nunca, en las 93 ediciones anteriores del Giro, lo hab¨ªa corrido un chileno.
Sus escarceos iniciales con el ciclismo no les hicieron ninguna gracia a sus padres, un f¨ªsico nuclear y una oficial del Ej¨¦rcito para los que los estudios no eran lo primero, sino lo ¨²nico. "No segu¨ª el plan de vida que pensaron, para ellos la bicicleta es una tonter¨ªa", explica Oyarzun, v¨ªa telef¨®nica desde Termoli, donde disfruta de la jornada de descanso del Giro. La relaci¨®n se rompi¨® por completo. ?l afirma, sin embargo, que Dios le quit¨® una familia para darle otra. "Mi suegra es mi madre y mi padre es mi suegro", dice sobre los padres de Victoria, su mujer, a la que uni¨® su vida hace una d¨¦cada y junto a la que ahora espera una hija. La misma mujer que un d¨ªa, viendo el Giro por la tele, le pregunt¨® si se ve¨ªa corri¨¦ndolo. Bast¨® un s¨ª decidido para que convenciera a sus padres de que le ayudaran: "Me dijeron que no ten¨ªan mucho dinero, pero que iban a hacer un esfuerzo para comprar una buena bici y mandarme a Espa?a".
En 2005, de la mano de Victoria, se plant¨® en Oviedo y, a los 23 a?os, se sumergi¨® por completo en el ciclismo. "Aqu¨ª lo he aprendido todo, yo soy un ciclista espa?ol", afirma. Compiti¨® en las filas de varios equipos amateurs y tambi¨¦n pas¨® un a?o en M¨¦xico, de donde sali¨® corriendo despu¨¦s de que un conductor al que se enfrent¨® se bajara de su camioneta con un rev¨®lver en la mano. Descubri¨® entonces que sus compa?eros entrenaban con un arma guardada en el maillot. Su jefe le dio otra a ¨¦l. "Me dijo; 'Primero disparas y despu¨¦s preguntas'. Yo dije que no le iba a disparar a nadie y decid¨ª marcharme", desvela.
As¨ª que volvi¨® a Espa?a, donde le aguardaba Victoria y donde, en 2010, vivi¨® un a?o insuperable. Tras ganar el primer oro para Chile en unos Juegos Panamericanos en casi 30 a?os, lleg¨®, por fin, su fichaje por un equipo de primer nivel mundial. Pero lo mejor estaba todav¨ªa por llegar. A principios de mayo, tras correr la pen¨²ltima etapa de la Vuelta a Asturias, recibi¨® una llamada de Jos¨¦ Luis Jaimerena, su director deportivo: al d¨ªa siguiente no iba a tomar la salida. Ten¨ªa que descansar. Una semana despu¨¦s, deb¨ªa estar, bien reposado, en Venaria Reale. Iba a hacer lo que ning¨²n chileno hab¨ªa hecho antes. Iba a correr el Giro.
El de Oyarzun no es un logro menor. "En Chile no debe haber m¨¢s de 20 ciclistas que vivan de ello", explica Francisco Sagredo, editor de Deportes de la Televisi¨®n Nacional chilena. Seg¨²n ¨¦l, el pa¨ªs deber¨ªa ser una fuente de grandes escaladores, pero el escaso desarrollo de sus infraestructuras deportivas le resta pujanza. "Su logro es m¨¢s que meritorio, es sorpresivo, extraordinario", asegura; "quiz¨¢s est¨¢ consiguiendo la presencia internacional m¨¢s importante de un ciclista chileno".
Oyarzun est¨¢ viviendo una experiencia "impresionante" en Italia, donde marcha 88? en la general. Las dimensiones del Giro, en todos los aspectos, son incomparables a las de cualquiera de las pruebas que ha corrido antes. "Es una carrera que puede dar mil vueltas, cada d¨ªa es distinta", dice fascinado. Ha pasado de l¨ªder a gregario, pero lo asume con humildad. "Mi objetivo primordial es estar para lo que se me pida. Ganar una etapa ser¨ªa un sue?o, pero por el momento no es mi lugar". Ahora se codea con la ¨¦lite y, sin perder la paciencia, se resiste a ver su techo cerca. Este a?o le esperan los mundiales y el que viene, Londres 2012. "En Italia me he dado cuenta de que cada d¨ªa que pasa, progreso", advierte; "creo de este Giro va a salir otro Oyarzun".
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