Maldonado, la familia del gol
Giancarlo, m¨¢ximo artillero de la historia de Venezuela, recoge el testigo de su padre, el primero del pa¨ªs en marcarle a Brasil
Embriagado por el talentoso despliegue de Giancarlo Antognoni, c¨¦lebre fantasista del Fiorentina que gui¨® a la Italia de Bearzot al cetro mundial de 1982, Carlos Maldonado, hist¨®rico exfutbolista venezolano, lo tuvo claro cuando naci¨® su hijo, pocos d¨ªas antes de que italianos y alemanes se midiesen en la final del Bernab¨¦u: el chico se llamar¨ªa Giancarlo. Alejado del brillante juego del centrocampista italiano, cazador del ¨¢rea desde el inicio, no le tembl¨® el pulso al muchacho para coger el relevo de su padre cuando este colg¨® las botas en 1995. Y ya ha dejado su huella con Venezuela. Ahora apunta a Espa?a.
M¨¢ximo goleador de la vinotinto con 20 dianas, regres¨® a su pa¨ªs cuando todav¨ªa era un adolescente, despu¨¦s de foguearse en las filas del River Plate uruguayo y rechazar la llamada de la selecci¨®n charr¨²a Sub 17, cuyos responsables ya adivinaban maneras en este menudo atacante (no supera el 1,73 ni los 69 kilos), de pegada certera, que ve¨ªa puerta con facilidad y se desenvolv¨ªa con soltura por todo el frente de ataque.
"Salvando las distancias, por su juego y su forma de aprovechar los espacios, me recuerda a Villa", apunta a trav¨¦s del hilo telef¨®nico Jos¨¦ ?ngel Ziganda, exentrenador del Xerez que tuvo bajo sus ¨®rdenes al capo venezolano, Bota de Oro de Am¨¦rica en 2007 y autor de 118 goles a lo largo de su carrera. "Le pega muy bien con las dos piernas", matiza el t¨¦cnico navarro; "parece liviano, pero enga?a. Es un delantero potente, anchote pese a su baja estatura y muy explosivo en los espacios cortos. Busca las espaldas de los defensas con mucha facilidad".
Su tanto m¨¢s especial fue el que logr¨® el 6 de junio de 2008 frente a la todopoderosa Brasil, castigada a?os atr¨¢s, en la Copa Am¨¦rica de 1989, por su padre Carlos, primer futbolista venezolano que logr¨® perforar la porter¨ªa de la selecci¨®n canarinha. "?l fue mucho mejor que yo", suele bromear Maldonado. A su amparo, y al de su esposa Martina, tambi¨¦n futbolista, Giancarlo puli¨® su remate en Nacional de T¨¢chira y prob¨® fortuna despu¨¦s en el O'Higgins chileno, con el que rubric¨® 21 goles en 42 encuentros y capt¨® la atenci¨®n del Atlante mexicano.
All¨ª, en Canc¨²n, se gan¨® el cari?o de la hinchada de los Potros de Hierro y encontr¨® el h¨¢bitat ideal para exhibir su repertorio (con 38 tantos, es el s¨¦ptimo m¨¢ximo realizador de la historia del club), interrumpido por dos ef¨ªmeras aventuras en Espa?a y Estados Unidos. Cuentan que, en el Chivas de Guadalajara, se dej¨® ir y gan¨® demasiados kilos, mientras que en Xerez, reci¨¦n ascendido a Primera en 2009, acus¨® la escasa planificaci¨®n del club. "Su adaptaci¨®n fue complicada", atestigua Ziganda; "hab¨ªa mucha inestabilidad, pero no fue un problema suyo. Es un buen futbolista".
Ahora, de vuelta en M¨¦xico, se ha entonado esta campa?a en el Atlante y el seleccionador venezolano, C¨¦sar Far¨ªas, no quiere prescindir de este goleador incombustible que en los ¨²ltimos tiempos ha perdido trascendencia en la vinotinto ante la poderosa irrupci¨®n de j¨®venes como Miku o Rond¨®n, que hoy (22.30, TVE1) no estar¨¢ sobre el terreno de juego por unos problemas musculares. Maldonado conf¨ªa en recuperar su estatus y vivir una noche m¨¢gica frente a la campeona del mundo, Espa?a. Como Antognoni en sus mejores veladas.
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