"Nunca debes rendirte"

Tras la batalla y los gritos, consumida ya la final, callados ya los chillidos de la grada, las dos finalistas se sientan juntas en el mismo banquillo. Es una escena peculiar. Serena Williams, la derrotada, que es quien se ha acercado hasta all¨ª, se deshace en sonrisas y amables palabras para con Sam Stosur, la ganadora, lejos las dos de los micr¨®fonos, sin recibir a¨²n sus trofeos. Una cosa une a las dos mujeres. Hace cinco meses, la estadounidense super¨® una embolia pulmonar que la tuvo al borde de la muerte. Algo as¨ª experiment¨® en 2007 la australiana, lo que provoc¨® que abandonara su especializaci¨®n en la modalidad de dobles (gan¨® el Abierto de Estados Unidos en 2005) y retomara con br¨ªos su carrera individual: la picadura de una garrapata le transmiti¨® la enfermedad de Lyme y a punto estuvo de acabar con su vida ten¨ªstica, que se detuvo durante siete meses.

"Siempre intent¨¦ pensar en que podr¨ªa recuperarme", se sincer¨® Stosur tras ganar su primer grande, solo el tercer t¨ªtulo de su carrera, con 27 a?os. "Tuve la suerte de poder volver pronto y hacer lo que quer¨ªa. Me abri¨® los ojos. Vi que no necesariamente tienes por qu¨¦ tener una segunda oportunidad".

Durante el torneo, Stosur gan¨® el partido femenino m¨¢s largo de la historia del Abierto de Estados Unidos desde que se juega con tie-break (3h16m, ante Petrova); se impuso en un encuentro que vivi¨® la muerte s¨²bita con m¨¢s puntos de la historia de los grandes (32, ante Kirilenko), y pudo con Serena en su debut en la pista central de la Gran Manzana. Un monumento a las agallas.

"Pero es que es muy raro que un tenista se imponga en un grande sin tener que luchar contra alguna adversidad, al menos la de ir por debajo en el marcador de alg¨²n partido", se sonri¨® la campeona. "Aqu¨ª me he demostrado que nunca debes rendirte, que si sigues luchando lo suficientemente fuerte y durante el suficiente tiempo puedes darle la vuelta a las cosas".

Todo eso hizo Stosur, en el torneo y en su vida. Un d¨ªa fue una chica enferma tendida en una cama. Hoy, la campeona del Abierto de Estados Unidos.