La conjura de Hamilton
El brit¨¢nico, que en Corea super¨® a Button por primera vez en siete carreras, pidi¨® a su entorno que se alejara de ¨¦l para centrarse solo en correr
La alegr¨ªa que desbord¨® el taller de McLaren el s¨¢bado por la tarde, cuando Lewis Hamilton consigui¨® romper la racha de 15 pole position consecutivas que hab¨ªa enlazado Red Bull, se dio de frente con el gesto del brit¨¢nico al bajarse del coche y ponerse frente a las c¨¢maras de televisi¨®n y los periodistas, ansiosos por contemplar la reacci¨®n del protagonista del d¨ªa. Ni una ligera sonrisa ni una sola mueca de alegr¨ªa, su gesto m¨¢s bien parec¨ªa el de alguien que acababa de cometer un alg¨²n fallo imperdonable. Su cara reflejaba un estado de concentraci¨®n absoluto, casi m¨ªstico, y ¨¦l trat¨® de explicar ese comportamiento como espejo de su nivel de concentraci¨®n, completamente convencido de que los puntos iban a ponerse en juego al d¨ªa siguiente.
Para Hamilton esta es la temporada m¨¢s complicada de su trayectoria. El ni?o prodigio que creci¨® bajo el paraguas de Ron Dennis, responsable de McLaren hasta hace tres temporadas, se enfrenta a un escenario que hasta ahora desconoc¨ªa, una situaci¨®n que lo amarga profundamente y le provoca una frustraci¨®n que degenera en ansiedad, un mal poco productivo cuando uno se sube a un monoplaza de F-1. Nunca se hab¨ªa encontrado a nadie que fuera tan superior a ¨¦l en igualdad de condiciones como este curso ha demostrado serlo Jenson Button, su compa?ero en la estructura de Woking desde que se desvinculara de Brawn GP una vez que logr¨® el t¨ªtulo en 2009. La tortura a¨²n aumenta de intensidad para el chico de Tewin porque su vecino parece haber encajado de maravilla en una escuder¨ªa que ¨¦l consideraba suya.
Todo ello llev¨® a Hamilton a un estado de nerviosismo que en la pista se convert¨ªa en precipitaci¨®n, una mala compa?era de viaje. Antes de correr el domingo pasado en Yeongam, Button hab¨ªa terminado por delante de ¨¦l en los seis anteriores grandes premios, desde el de Alemania que se disput¨® a finales de Julio, la ¨²ltima prueba que Hamilton ha ganado hasta ahora. En Corea, sin embargo, cruz¨® la meta el segundo, tras pasarse una infinidad de vueltas tratando de sofocar los ataques de Mark Webber, al tiempo que Button concluy¨® el quinto. "Lewis es un tipo de esos que quiere ganar desesperadamente, y por eso es perfectamente comprensible que se cabree cuando su compa?ero le gana. Es muy duro consigo mismo y por eso est¨¢ frustrado, pero es normal, ese car¨¢cter es el que nos gusta", advert¨ªa la semana pasada Jonathan Neale, director general de McLaren. Y a?ad¨ªa: "Mi preocupaci¨®n pasa porque ¨¦l entienda y sienta que todo el equipo est¨¢ detr¨¢s de ¨¦l".
Los pocos que el pasado fin de semana interactuaron con Hamilton le vieron distinto a c¨®mo es ¨¦l. Estaba como esquivo y se hizo mucho menos visible de lo que en ¨¦l es habitual. Pr¨¢cticamente no sali¨® de la caseta de McLaren m¨¢s que para meterse en el garaje y de all¨ª saltar al coche. "Me dijo que quer¨ªa alejarse de todo, mantenerse al margen de toda esa espiral de cosas que se estaba diciendo de ¨¦l, y que no quer¨ªa que nadie le dijera nada. Me confes¨® que se puso en contacto con varias personas de su entorno para que no le llamaran y lo mismo hizo con su agente [el controvertido Simon Fuller, tambi¨¦n representante de su novia, la cantante Nicole Sherzinger]. Quer¨ªa estar aislado y centrarse solo en pilotar", desvela alguien que habl¨® con ¨¦l el jueves. Hamilton se conjur¨® y la estrategia le sali¨® a pedir de boca porque en carrera solo fue superado por Vettel, un piloto subido a un torpedo, el RB7, que en estos momentos a¨²n parece fuera de alcance.
"Nunca me he cuestionado a m¨ª mismo", replic¨® Hamilton el domingo nada m¨¢s bajarse del coche. "Conf¨ªo en m¨ª y tengo la confianza del equipo. Debo intentar mantenerme alejado de los problemas, del despacho de los comisarios [acumula cuatro sanciones este curso y alguna que otra amonestaci¨®n], bajar la cabeza y trabajar para obtener mejores resultados", resolvi¨® el brit¨¢nico, muy aliviado por haberse sacado un peso de encima.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.